El interior de Castellón esconde secretos que nada tienen que envidiar a los destinos más turísticos de la costa. Uno de esos tesoros ocultos es Ares del Maestre, un pequeño pueblo enclavado en la comarca del Alt Maestrat que, con apenas 200 habitantes, guarda una de las estampas más sorprendentes de toda la Comunidad Valenciana: un castillo que parece flotar en el aire.
El municipio, también conocido como Ares del Maestrat, ofrece al visitante una experiencia que combina historia, naturaleza y arquitectura de forma única.
A diferencia de otros destinos más conocidos como Morella o Vilafamés, Ares del Maestre mantiene intacta su esencia medieval. Su reducido tamaño y su ubicación elevada convierten cada rincón del pueblo en una ventana al pasado, donde el tiempo parece haberse detenido. Pero si algo destaca por encima del conjunto, es su castillo. Un emblema que desafía la gravedad desde la cima de un peñón rocoso.
El castillo suspendido sobre la Mola
El castillo árabe de Ares del Maestre, declarado Bien de Interés Cultural en 1997, es uno de los principales atractivos del municipio. Se alza sobre la llamada Mola del Castillo, un promontorio de piedra caliza situado a 1.231 metros de altitud. Desde allí domina visualmente todo el valle y ofrece unas vistas espectaculares que justifican por sí solas la visita.
Este enclave, tan llamativo que incluso ha sido destacado por National Geographic, parece más propio de una postal de fantasía que de la geografía española.

Construido sobre restos íberos y romanos, el castillo fue un punto estratégico durante siglos. Su ubicación casi inaccesible, rodeado de acantilados y con un único acceso posible, lo convirtió en un bastión defensivo clave durante la Edad Media y en épocas posteriores. Fue la primera plaza conquistada por Jaime I de Aragón en su expansión hacia el sur, y ha sido testigo de conflictos tan dispares como las guerras de la Unión, la de Sucesión, las guerras Carlistas o incluso la Guerra Civil.
Del pasado al presente: patrimonio en estado puro
Aunque en la actualidad el castillo de Ares del Maestre está en ruinas, sus muros y torreones aún conservan la fuerza simbólica del pasado. El acceso se realiza a través de una escalera que permite subir hasta el centro de interpretación ubicado en la cueva del castillo, un pequeño museo que ofrece un recorrido por la historia del enclave desde la prehistoria hasta la Edad Media.
Esta propuesta cultural se integra perfectamente en el entorno. Visitar Ares del Maestre es sumergirse en un casco urbano de calles empedradas, casas de piedra y una arquitectura que mantiene vivos los ecos de sus antiguos pobladores. Pasear por sus calles permite descubrir templos, edificios históricos y rincones escondidos que narran silenciosamente la evolución del pueblo a lo largo de los siglos.

El entorno natural que rodea Ares del Maestre es otro de sus grandes valores. Su situación privilegiada, en pleno Alt Maestrat, permite al visitante disfrutar de paisajes de montaña, formaciones rocosas únicas y una vegetación mediterránea que contrasta con la imagen habitual de la costa castellonense. Es un lugar ideal para practicar senderismo, fotografía de paisaje o simplemente desconectar del bullicio urbano.
Además, el alojamiento rural en Ares del Maestre se ha convertido en una alternativa creciente para quienes buscan experiencias más auténticas y pausadas. Pequeños hoteles con encanto, casas rurales y restaurantes locales ofrecen al visitante una inmersión total en la cultura del lugar. La gastronomía tradicional, con platos basados en productos de temporada y recetas ancestrales, es otro de los grandes reclamos de la zona.