El monasterio del siglo IX que resiste el paso del tiempo y es Patrimonio Mundial desde 1997

La Rioja es un lugar que merece peregrinación por muchas cosas, pero una de ellas es este monasterio que es Patrimonio Mundial desde hace casi 30 años

El Monasterio de Yuso, en San Millán de la Cogolla
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En el corazón de La Rioja, a los pies de la Sierra de la Demanda, se encuentra uno de los conjuntos monásticos más antiguos y significativos de la península ibérica: San Millán de la Cogolla. Aunque alejado de las rutas más frecuentadas por el turismo, este enclave ha logrado mantenerse vivo a lo largo de los siglos, tanto como símbolo espiritual como por su contribución fundamental al origen de la lengua castellana.

El lugar, inscrito en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1997, está compuesto por dos monasterios distintos en origen y estilo, pero unidos por una historia común. El más antiguo, Suso, se remonta a los siglos VI-IX y nació alrededor de la cueva donde vivió el ermitaño Millán. El segundo, Yuso, fue levantado en época posterior y representa la consolidación arquitectónica y cultural de un centro que marcó el desarrollo del monacato en el norte de la península.

El Monasterio de Yuso en San Millán de la Cogolla

El nacimiento de un centro cultural y religioso

El monasterio de Suso conserva elementos de tradición visigoda y mozárabe, como los característicos arcos de herradura y las tumbas rupestres de antiguos monjes. Es también el lugar donde se encontraron las Glosas Emilianenses, consideradas el primer testimonio escrito en lengua romance y en euskera. Estos breves comentarios al margen de manuscritos latinos representan uno de los hitos fundacionales del idioma español tal como lo conocemos hoy.

Pocos metros más abajo se alza el monasterio de Yuso, un imponente edificio de estilo renacentista y barroco que alberga auténticas joyas del patrimonio religioso: códices medievales, relicarios, retablos, marfiles y el sepulcro del propio San Millán tallado en alabastro. En sus muros también se conservan las obras del poeta Gonzalo de Berceo, primer autor conocido en escribir en lengua castellana, que contribuyó desde allí a fijar las bases de una tradición literaria que aún perdura.

Un legado vulnerable que requiere conservación

Aunque el monasterio ha resistido el paso de los siglos, el deterioro natural provocado por la humedad y el paso del tiempo ha exigido en los últimos años una intervención urgente. Las autoridades han impulsado un proyecto de restauración integral con una inversión de 4,5 millones de euros para garantizar su conservación. Los trabajos incluyen la mejora de la canalización de aguas, la consolidación estructural de muros y la estabilización ambiental en las salas más sensibles, especialmente en Yuso, donde se conservan piezas de gran valor histórico y artístico. Estas actuaciones buscan  proteger una memoria cultural que forma parte de la identidad colectiva no solo de España, sino del mundo hispanohablante.

Un lugar único para quienes buscan algo más que turismo

A pesar de su reconocimiento internacional, San Millán de la Cogolla conserva un ambiente sereno y poco masificado. Quien lo visita encuentra en él un espacio de recogimiento, rodeado de naturaleza, historia y espiritualidad. Lejos del bullicio de otras rutas, el monasterio ofrece una experiencia que conecta directamente con los orígenes de la lengua española y la tradición cristiana.

Instituciones como la Fundación San Millán y el Centro Internacional de Investigación de la Lengua Española (Cilengua) trabajan activamente para preservar y difundir este legado. Gracias a su labor, el monasterio no solo sigue vivo como centro de interés turístico y patrimonial, sino también como un espacio de investigación y cultura. San Millán de la Cogolla representa la permanencia. Un lugar que ha resistido guerras, transformaciones sociales y el olvido, y que hoy se mantiene como testimonio silencioso de una historia milenaria que sigue escribiéndose.