La cantante Rosalía, una de las artistas españolas más influyentes del panorama internacional, no solo conquista escenarios con su voz y su estilo, sino que también sabe rodearse de espacios que transmiten calma y sofisticación. Durante los meses más complicados de la pandemia, la catalana encontró en Miami un refugio inesperado: una vivienda moderna y luminosa que se convirtió en su hogar temporal y que todavía hoy sigue despertando curiosidad.
Un oasis de 200 metros cuadrados
La casa, situada en una de las zonas residenciales más exclusivas de la ciudad, cuenta con unos 200 metros cuadrados distribuidos en una sola planta. Su diseño práctico y abierto fue perfecto para Rosalía, que por aquel entonces se encontraba trabajando en nueva música y necesitaba un lugar funcional pero también inspirador.
El inmueble dispone de tres habitaciones y tres baños, lo que ofrecía el espacio ideal para convivir junto a su entonces mánager y amiga, Rebecca León, con quien pasó gran parte del confinamiento. Pero sin duda, uno de los grandes atractivos de la vivienda es su piscina rectangular, rodeada de un jardín cuidado que se abre hacia un embarcadero privado, un lujo que permite disfrutar del clima tropical de Miami casi los 365 días del año.
Diseño moderno y natural
La fachada de la casa refleja el estilo contemporáneo que predomina en muchas residencias de la zona. Palmeras, grandes losas de piedra y detalles de madera marcan la estética de un inmueble que combina modernidad con un aire natural. En el acceso principal, un aparcamiento abierto completa el conjunto, pensado para quienes valoran tanto la comodidad como la elegancia.
El interior, valorado en torno a 1,4 millones de dólares, es un canto a la luz. La parte frontal de la vivienda está recubierta de grandes ventanales de cristal, lo que permite que la claridad inunde cada estancia. Esta característica se potencia con el uso de sofás y muebles en tonos claros, que no solo aportan serenidad, sino que también realzan la presencia de plantas decorativas distribuidas por las diferentes habitaciones.
El lugar perfecto para crear
Lejos de ser únicamente un espacio de descanso, la casa de Miami se convirtió en un lugar clave para Rosalía durante el parón mundial. Allí pudo concentrarse en su música y preparar proyectos que después verían la luz, demostrando que incluso en los momentos más complicados encontró la manera de seguir creciendo como artista.
El aislamiento también le brindó la oportunidad de conectar con la vida cotidiana, compartir momentos sencillos y reconectar con la tranquilidad que a menudo escasea en la rutina frenética de una estrella internacional.
Entre Barcelona y Miami
Aunque Rosalía nunca ha ocultado su profundo amor por Barcelona, ciudad a la que siempre vuelve y que considera su lugar en el mundo, Miami se convirtió en una especie de segundo hogar. La artista encontró en esa ciudad multicultural un ambiente dinámico y vibrante, muy en sintonía con su espíritu creativo y con la proyección internacional que ha alcanzado en los últimos años.
Su residencia temporal simboliza también esa dualidad que la caracteriza: una artista global que no renuncia a sus raíces, pero que sabe adaptarse y florecer en cualquier escenario.
Una vivienda convertida en símbolo
Hoy, la casa que Rosalía habitó durante la pandemia es recordada por muchos seguidores como el espacio desde el cual la artista compartió momentos en redes sociales y mantuvo viva la conexión con su público en tiempos de incertidumbre. Más allá de su valor arquitectónico o económico, representa un capítulo íntimo en la vida de la cantante, en el que la calma y la creatividad convivieron en perfecta armonía.