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Georgina y Cristiano o la tendencia ‘bling bling’ como el último éxtasis mediático para el compromiso más sonado

El último trending topic mundial generado por la influencer y el futbolista confirma que todavía estamos en época de aspavientos sociales y que las demostraciones (de todo tipo) pasan por destacar siempre, incluyendo en el canon nupcial

Georgina Rodríguez ha acaparado los titulares de la semana al anunciar su compromiso oficial con Cristiano Ronaldo con una simple pero contundente imagen: un gigantesco anillo de entre 40 y 45 quilates (valorado en tres millones de euros) en su mano, para los 68,8 millones de seguidores con los que que la influencer cuenta en Instagram. Así, cinco hijos (tres en común) y nueve años de vida en común después, Gio (como la conoce su círculo cercano) cierra el círculo de eterna cenicienta moderna, que comenzase con el inicio de la relación entre ambos cuando ella era dependienta de Gucci.

Desde entonces, Rodríguez ha sabido granjearse una imagen profesional paralela donde su presencia en los front rows siempre está asegurada, su serie documental de Netflix (estrenada  hace ya tres años) todavía le profesa adeptos en medio mundo, y gracias a la que es dueña de dos empresas y co-propietaria de otra junto a su (pronto) marido.

Aunque salta a la vista que compromiso entre ambos no falta, la pareja había hablado de dar el ‘sí quiero’ en varias ocasiones desde el 2016; de hecho, a finales del pasado mes de mayo, Gio ya se refería a ella misma como ‘esposa’ del futbolista en una entrevista para la edición británica de la revista Vogue: “Soy una persona que siempre ve el lado positivo de la vida. Aunque algunos me etiquetan como ‘la novia de’, estoy muy orgullosa de ser tu esposa y de nuestra familia, y no hay nada negativo en ello”, terció ella misma. 

Ahora, la infuencer y empresaria ha querido poner el broche a su historia y terminar (ya de paso) con todas las dudas posibles mediante este anuncio a través de sus redes, que iba acompañando de la frase “sí quiero, en esta y en todas mis vidas” como único pie de foto. Como consecuencia, las reacciones, tanto de celebración como de sorpresa (y crítica por lo ostentoso del momento), no se han hecho esperar. Y es que, fuera de lo obsceno del precio del anillo de compromiso para cualquier ciudadano, no deja de sorprender que las prioridades de muchas parejas (o, en este caso, novias) a la hora de publicar esta noticia pasen por alardear de piedras preciosas o protagonizar momentos rimbombantes anillo mediante en exóticos escenarios frente al mar, como una tendencia de lo más recurrente. 

“Como reza el dicho, para gustos los colores y si ellos son felices con ese anillo, pues ‘olé’. Pero lo que está claro es que no encaja en los estándares de los que clásicamente llamaríamos elegante”, dice al respecto Anitta Ruiz, asesora de imagen y comunicación, además de experta en moda y poder. “Lo cierto es que la tendencia de la ostentación (o, en este caso el bling bling) es algo que se ha puesto muy de moda; la exageración, el ‘más es más’. Muchas veces lo llamamos “gusto de nuevo rico”, todo lo contrario a lo que ahora llamamos old money”, explica Ruiz. De hecho, este tipo de demostraciones son muy típicas de la conocida como ‘generación Kardashian’, tal y como reconoce la experta en comunicación e imagen de La Ropa Habla;  “están al límite de parecer ‘falsas’ de tan exageradas que son”. 

Además, Ruiz no vacila en apostillar lo obvio: “La uñas, la cama, el hecho de que ella esté sobre él y no con las manos enganchadas o juntos de cuerpo entero hace que dé la sensación que prefieren presumir de anillo más que de amor”.

De hecho, muchos usuarios de esta red social no dudaron ante tal despliegue de recursos y se apresuraron a dejar comentarios en la línea de: “¿No te pesa el dedo, amiga?”; “con ese anillo me compro toda la ciudad”, “¡ese anillo es tan enorme que debería venir con un casco y hombreras! No transmite ‘te quiero’, transmite ‘mira lo que puedo permitirme” o “no es un símbolo de intimidad, es una fanfarronada”, según se puede leer en su perfil.

Lo cierto es que esta sintaxis visual no resulta ajena en los impactos diarios de los medios ni (mucho menos) de las redes. Es un procedimiento cada vez más habitual en las celebrities que, recientemente, han elegido anunciar sus más lejanos o inminentes enlaces en estos canales; es el caso de, en materia española, la creadora de contenido Marta Lozano o, más recientemente, la también influencer Teresa Andrés-Gonzalvo. En el caso de la primera, la imagen incluía un solitario Chaumet de 1,4 quilates y diseño en panal (valorado en unos 26.280 euros), mientras que Andrés-Gonzalvo hizo lo propio con una esmeralda con diamantes engarzada en oro blanco de 18 quilates y con orla de diez diamantes (valorado, generalmente, a partir de 6.000 euros).

Sin embargo, tras el trending topic del pasado martes, tampoco faltan quienes se han referido a la joya como “una pieza de museo”, elogiando tanto el gesto de Cr7 como el motivo de su felicidad conjunta. Desde Paula Echevarría a Vicky Martín Berrocal, que han dejado sus bendiciones a la pareja explícitamente en los comentarios, pasando por otros rostros famosos que se han limitado a darles la enhorabuena con una combinación de emoticonos entre radiantes y exultantes: Chiara Ferragni, Marta Carriedo, Alice Campello o a la propia Teresa Andrés Gonzalvo han sido algunos de ellos

Al fin y al cabo, Rodríguez y el futbolista no son los primeros (ni serán los últimos) en hacer alarde de su cuenta bancaria, y mucho menos en materia nupcial. Ahí están el de Mariah Carey, en cabeza, valorado en 10 millones de dólares y el de Jackie Kennedy Onassis, con un diamante de 40 quilates. También los de Beyoncé (cuyo anillo esmeralda de 18 quilates rondó los cinco millones de dólares), Kim Kardashian (con cuatro) o Elizabeth Taylor, ya que el diamante Krupp (de 33,19 quilates) hizo que su aniñó fuese subastado por más de 8,8 millones de dólares.

Más recientemente, también causaron sensación Hailey Bieber, con su solitario con diamante ovalado de entre 6 y 10 quilates (estimado en medio millón de dólares), o Selena Gómez, que aun tiene pendiente celebrar la boda pero que confirmó su compromiso el pasado mes de diciembre con un diamante talla marquesa (de 6 a 8 quilates) montado sobre una banda pavé de oro amarillo y que se rumorea puede rondar el millón de dólares.

Los anuncios de todos estos compromisos también han sido (casualidades no, gracias) los más mediáticos, lo que prueba que, al menos en materia de quilates (o de diamantes, como cantaba Marylin), seguimos prefiriendo aquello de ‘caballo grande ande o no ande’. “Entiendo la crítica que pueda causar una joya de tantísimo valor, pero lo que no entiendo es el revuelo generado por tratarse de Georgina y Cristino; es decir, este tipo de piezas llevan existiendo toda la vida y no es la primera vez que un rostro conocido lleva algo similar”, argumenta la periodista de moda y estilo de vida Raquel Rodríguez. “Creo que, en esta ocasión, la polémica viene más generada en base a quienes son ellos y no a lo que el valor o a lo estético de la pieza”.

De hecho, entre algunos de los anillos de compromiso más caros del mundo está el de Grace Kelly, de hecho sobrepasando en valor y en pureza a este último, pero nadie ha hablado del de la difunta princesa como un anillo hortera, entre otras cosas porque se la consideraba una muy mujer muy elegante y un icono de estilo”, dice la periodista. “Puedo entender que se critique el ‘postureo’ del momento, pero aquí está claro que toda la repercusión que está generando está mucho más fundada por quiénes son ellos como pareja que por el (sobre) coste de la pieza de joyería en sí”, tercia Rodríguez.

Afinidades aparte, lo que está claro es que el reciente anuncio de Rodríguez y Cristiano Ronaldo, nos recuerda cómo una joya puede convertirse en noticia mundial. “En el mundo de la joyería, pocas piezas tienen tanta carga emocional como esta. Es símbolo de amor, unión y un momento que queda grabado para siempre”, dice Pilar Lobato, fundadora de Joyas El Sardinero. En el caso del de la influencer, se trata de “una pieza espectacular, con una pieza en talla oval que fascina por su gran tamaño, calidad y color excepcional”. No en vano, la tendencia de los anillos chunky (o cada vez más gruesos, como el de Dua Lipa) y con llamativas preciosas ha vuelto a estar en alza esta temporada. 

 

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A la gente le encanta ver los anillos de compromiso en redes, por varios motivos; primero porque representa una gran historia de amor y nos emocionamos viendo esos momentos tan íntimos y simbólicos. Son piezas espectaculares, diamantes grandes y diseños únicos que generan ese efecto ‘wow’ que hace que la gente quiera mirar, comentar y compartir”, dice Lobato. “Y, por supuesto, la curiosidad; ¡todos queremos saber cómo es o cuánto vale el anillo de los demás!”

A fin de cuentas, y por contradecir a Scott-Heron: la revolución será retransmitida (o no será).

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