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La mermelada ‘gourmet’ de Meghan Markle entre críticas: problemas de producción, falta de stock…

Su proyecto culinario tambalea. Se presentó como una mermelada artesanal, pero está siendo criticada por su textura líquida, su fabricación industrial y problemas de distribución

La duquesa de Sussex, Meghan Markle. Fotografía: Netflix

La primera mermelada firmada por Meghan Markle prometía ser un símbolo de elegancia, sencillez y sabor natural. Lanzada bajo su nueva marca de estilo de vida, As Ever, la mermelada de albaricoque llegó envuelta en un frasco de cristal, tela estampada en la tapa, y una historia de made at home que evocaba despensas rurales y recetas familiares. Sin embargo, tras su fulminante éxito inicial, el producto ha terminado en el centro de una inesperada polémica.

Las primeras críticas llegaron por su textura: demasiado líquida para ser considerada una mermelada en sentido estricto. La experta británica Donna Collins, referente en el mundo de las conservas, aseguró que la consistencia del producto revelaba un fallo en su elaboración. Según Collins, la textura sugiere que no se ha alcanzado el punto adecuado de cocción ni el equilibrio justo entre fruta, azúcar y pectina. Lo definió directamente como un producto “fallido”, al que se le ha aplicado el término untable como una forma de disimulo técnico.

Pero el debate no se limitó a la textura. Pronto se supo que la mermelada no se elaboraba en pequeños lotes artesanales como muchos habían supuesto. En realidad, su fabricación tiene lugar en una planta industrial del estado de Illinois, a más de 3.000 kilómetros de la residencia californiana de los Sussex. La producción corre a cargo de Republic of Tea, una compañía especializada en envasado de alimentos a gran escala. Esta revelación provocó una oleada de comentarios acusando a la marca de vender una imagen falsa de autenticidad, y alimentó titulares internacionales que hablaban de “engaño gourmet”.

A ello se sumaron problemas operativos. El producto se agotó casi de inmediato tras su lanzamiento, lo que fue interpretado en un primer momento como una victoria. Pero muchos compradores no recibieron sus pedidos. Varios usuarios denunciaron haber sido reembolsados automáticamente días después, al no poder cumplirse la entrega.

La princesa de Sussex tuvo que enviar personalmente disculpas por correo electrónico, y la marca se comprometió a enviar el producto gratuitamente en el futuro. La experiencia dejó un sabor amargo en muchos consumidores, que ahora dudan si la escasez fue real o parte de una estrategia para generar deseo.

Mientras tanto, As Ever -su marca- continúa expandiéndose con nuevos productos, entre ellos una línea de vino rosado lanzada este julio. Pero el caso de la mermelada ha demostrado que no basta con una etiqueta cuidada o una historia encantadora. En el exigente mercado gourmet, donde la confianza lo es todo, un frasco bonito no compensa una receta mal ejecutada ni una promesa incumplida.

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