Victoria Beckham no es un nombre desconocido, aunque el apellido remita de inmediato al fútbol, lo cierto es que la diseñadora ha construido una fama sólida por sus propios méritos. Su tiempo en los espectáculos como una Spice Girl y su incursión —y permanencia— en el exigente mundo de la moda le han otorgado una identidad propia, convirtiéndola en una figura cuya trayectoria habla por sí sola.
El documental de Netflix sobre su marido, David Beckham, no solo reavivó el interés por la pareja, sino que también le devolvió a ella un foco que no piensa desaprovechar. Ahora, Victoria busca contar su propia historia bajo sus propios términos, y no es solo una intención, pues ya se ha confirmado que está trabajando en una serie para Netflix que se estrenará en otoño. La pregunta es si estaremos ante una docuserie íntima o frente a un manifiesto visual pensado para redefinir su marca personal.
Una firma de lujo en crecimiento
Durante casi veinte años, la ex Spice Girl ha trabajado para consolidar su marca, Victoria Beckham Holdings Ltd., una hazaña complicada en un mundo exigente, donde hay que lidiar con las críticas iniciales, las dudas del sector y las comparaciones con otras firmas de renombre. Sin embargo, 2023 marcó un punto de inflexión para la compañía: según Bloomberg, sus ingresos crecieron más de un 50 %, y las pérdidas operativas antes de impuestos se redujeron a 2,9 millones de libras.
Aun así, todo indica que su próximo proyecto con Netflix no se centrará en balances ni cifras, sino en la faceta más personal y creativa de su trayectoria como directora creativa y fundadora de sus marcas. Quizás mostrando también, de vez en cuando, el divertido sentido del humor que ya dejó entrever en la docuserie sobre el futbolista. “Mi marido me convenció para hacer este documental. Al principio pensé que a nadie le interesaría lo que hago en mi día a día, pero luego me di cuenta de que era el momento de contarlo”, confesó Victoria.
El tiempo perfecto
Esta docuserie no llega por casualidad. Después de años lidiando con etiquetas ligadas a su pasado como estrella pop y una imagen reservada, Beckham ha optado por revelar su faceta más auténtica: la que implica esfuerzo constante, incertidumbres, decisiones complejas y, en ocasiones, momentos de vulnerabilidad. “Nada está edulcorado”, asegura. “Ahora siento que puedo hablar de mi pasado, del recorrido, de las dificultades, sin miedo a dañar la marca. Porque tengo la seguridad de que mi trabajo habla por sí mismo”.
Éxito y cercanía
El universo de moda de Victoria Beckham también incluye líneas de maquillaje y fragancias. De hecho, su perfume ha sido uno de los productos más exitosos del último par de años.
Pese a esto, la diseñadora mantiene los pies en la tierra. Mientras muchas marcas de lujo apuestan por desfiles cada vez más espectaculares y teatrales, Victoria Beckham ha preferido apostar por la cercanía. Por ejemplo, su presentación para los miembros Centurion de American Express en Nueva York no solo brindó acceso exclusivo a sus diseños, sino que también ofreció una experiencia más personal y casi íntima.
“Todo lo que creo tiene que tener una raíz en la realidad. Quiero que puedas soñar, sí, pero también que puedas caminar con mis prendas”, una declaración que parece mostrar la filosofía que maneja Victoria.
¿Historia personal o táctica de mercadotecnia?
Ahora solo falta descrubir si su serie de Netflix será una historia íntima sobre la creadora y la mujer o una maniobra meticulosamente planificada para consolidar su marca en el imaginario cultural a nivel global. La respuesta es que puede que sea ambas cosas.
Lo que es cierto es que Victoria Beckham está aprovechando una época en la que las historias personales tienen tanto peso como las estrategias publicitarias, contando la suya propia con autenticidad y un control total sobre cómo quiere ser vista, reafirmando así su lugar tanto en el mundo de la moda como en la cultura popular.