Hasta hace poco, Mark Zuckerberg era el epítome del tech-bro de Silicon Valley que hacía de su(s) camiseta(s) -de casi 300 euros, eso sí- su uniforme. Para demostrar su poder, mientras que lo habitual entre los que lo ostentan es lucir trajes, él decidió apostar por looks casual con los que mandaba el mensaje de que cuando de verdad se es poderoso, no pasa nada si no hay blazers ni camisas de por medio. Lo que quizás él no tiene en cuenta, porque supongo que la magia del poder radica en que quien lo tiene, cree que disfruta de derechos, no de privilegios, es que estos descuidos de estilo sólo se los pueden permitir los privilegiados, y prueba de ello lo vimos sin ir más lejos en ‘Succession’, donde el personaje al que daba vida Alexander Skarsgard se subía a su jet privado descalzo. “Lo que quiero es tener las menores preocupaciones posibles para poder servir a esta comunidad”, dijo en 2014 en un foro de Facebook en el que aseguró que llevaba cada día la misma camiseta… Aunque en realidad, y es de suponer que su equipo se lo agradecería, tenía 20 camisetas idénticas de Brunello Cucinelli. Sin duda, una uniformada elección de estilo que recuerda a Steve Jobs, conocido por llevar siempre el mismo look, que se convirtió en su imagen insignia. Ambos hicieron de sus invariables outfits el reflejo de sus empresas. Los jerséis de cuello vuelto negro de Issey Miyake de Jobs representaban el diseño clean y sofisticado que caracteriza a los productos de Apple, mientras que Zuckerberg, con su camiseta gris de Brunello Cucinelli, transmitía la imagen de empresa joven que se preocupa por el rendimiento.
En ambos casos, sus decisiones estéticas venían a alimentar la leyenda que asegura que Albert Einstein tenía varios modelos del mismo traje gris para evitar así malgastar su capacidad intelectual en algo tan liviano como la moda.
Sin embargo, a comienzos de este año la gente comenzó a hablar de Mark de forma diferente, pues sus redes sociales comenzaron a llenarse de imágenes en las que entrenaba y presumía de una tonificada silueta. Desde artes marciales mixtas hasta Jiu Jitsu, el fundador de Meta ha encontrado en el deporte una vía de escape del estrés, y al ver las fotografías, no es sólo su salud mental la que se ha visto beneficiada. “El señor Zuckerberg es la señal de que en la fenomenología de Silicon Valley estamos entrando en una era post-Jobsiana”, dice la experta en moda Vanessa Friedman.
Mientras que la primera versión del avatar de Zuckerberg en Meta constaba de sus inseparables jeans y su camiseta gris, la siguiente sorprendió con un armario repleto de looks, y si alguien sabe que lo digital es reflejo de la realidad, es él. Fue entonces cuando las imágenes de un musculoso Mark Zuckerberg dieron el giro radical a su imagen, y a partir de entonces, comenzó a coquetear con la moda tanto, que incluso en una ocasión, cuando Jen Wieczner aseguró en un artículo publicado en la revista ‘New York’ que Zuckerberg lucía un jersey de Loro Piana, no dudó en aclarar en los comentarios de Instagram que en realidad, se trataba de un diseño de Buck Mason. Teniendo en cuenta que hablamos del hombre que no titubeó al asegurar que llevaba siempre la misma camiseta, esta aclaración fashionista dice mucho de su nueva era. No fue la única vez que empleó las redes sociales para aclarar la procedencia de sus atuendos, pues cuando un seguidor aplaudió un cárdigan que lucía en una imagen, aclaró que se trataba de un diseño de John Elliot. “Me encantan sus cosas últimamente”, añadió. Poco después, Instagram volvió a ser su pasarela de moda cuando publicó diferentes imágenes que mostraban los looks elegidos para acudir a a la boda de Anant Ambani en Gujarat, entre los que no faltaron una camisa Sunderbans Tigress de seda dorada de Rahul Mishra y un traje negro de Alexander McQueen con bordados de libélulas color plata. Inmerso en su nueva fase chic, publicó un vídeo que hizo a internet suspirar al llevar unos rizos que muchas encontrará irresistibles. Incluso Gwyneth Paltrow escribió en la sección de comentarios que se parecía a su ex marido, Chris Martin.
En este ‘Zuckanissance’, como algunos hablan de este renacer estilístico, no ha faltado una reciente fiesta inspirada en los años 70 que demuestra que Mark se lo está pasando en grande con la moda, que además le ha servido para acercase a la gente. Decían que parecía un robot a causa de esos looks uniformados que poco o nada ayudaban a ofrecer una imagen de cercanía, y su nueva estética está funcionado a su favor. Mientras que Bezos, convertido en una especie de Super Ratón millonario y Elon Musk, en un villano de película, su imagen renovada y chic está enamorando a la gente. “El último look de Zuckerberg apuesta por un estilo más suave e individual”, explica a ‘New York Times’ Kimberly Gant, estilista personal que trabaja con ejecutivos de Silicon Valley. “Accesibilidad, conexión y un poco de juventud parecen ser los mensajes clave que está comunicando”, añade. Los expertos aseguran que Mark va a ser un modelo a seguir para las nuevas generaciones tech, que si antes apostaban por las camisetas grises con las que emularle, ahora seguirán las nuevas claves de estilo del fundador de Meta.
“Mark Zuckerberg se ha deshecho finalmente de su monótona sudadera con capucha gris y ha abrazado la vida como el multimillonario gánster de la tecnología”, escribe la periodista Helen Rumbelow en ‘The Times’. Por su parte, Blake Montgomery asegura que su renovación de imagen ha funcionado. “El público ha notado que no es el mismo androide que testificó ante el Senado con micro flequillo. Ha dejado crecer su pelo rizado hasta alcanzar el largo de un TikToker y ha empezado a lucir una cadena con regularidad. Internet piensa que casi es atractivo: una imagen de él alterada para parecerse un poco más a un TikToker imitando a Drake se volvió viral a principios de este año. Zuckerberg parece accesible”, asegura. Quizás pierde algún minuto más que antes en elegir qué ponerse, pero sin duda, ese micro
retraso le está dando resultados. Para que luego digan que la moda es banal…