Las urnas cerraron a las seis de la tarde hora local y, como ocurre en Chile -rápido en el recuento- no hizo falta esperar demasiado: habrá segunda vuelta. Con los primeros datos oficiales sobre la mesa, la exministra de Trabajo, Jeannette Jara, se sitúa en primer lugar; y el ultraconservador José Antonio Kast la sigue con holgura suficiente como para asegurar el duelo el próximo domingo 14 de diciembre.
Con el 52% del escrutinio avanzado, los datos oficiales sitúan a Jeannette Jara en primer lugar con un 26,58% de los votos, seguida muy de cerca por José Antonio Kast, que alcanza el 24,32%. Pero el resto de la fotografía, formada por hasta 6 candidatos más, anticipa una mayoría de derechas que se lo pondrá muy complicado a la izquierda en la segunda vuelta.

La votación, obligatoria desde 2022, se desarrolló con normalidad y a un ritmo rápido. Y aunque las elecciones parlamentarias tardarán más en definirse, el cuadro presidencial ya está trazado: un país que vuelve a dividirse entre dos proyectos con recetas radicalmente distintas sobre lo que necesita Chile.
Dos proyectos opuestos
Jara, candidata de la izquierda y exministra de Trabajo, llega respaldada por el presidente Gabriel Boric y con la expectativa de ampliar su espacio hacia un electorado izquierdista y moderado que no se reconoce en su militancia comunista. Su perfil técnico, negociador y pragmático en reformas sociales, contrasta con la desconiganza que despierta un partido que representa a la vieja izquierda latinoamericana. Jara insiste en que representa a una coalición amplia y no a un partido. Su campaña ha girado en torno a un mensaje simple: cambios graduales y sin sobresaltos en un país que ya no tolera más turbulencias.
Kast, por su parte, vuelve a la segunda vuelta gracias a un cambio de estrategia. Habla de seguridad, de migración y de orden. Pero esta vez -la tercera vez que se presenta- lo ha hecho limando los bordes más polémicos de su discurso. Su relación, casi de admiración hace años con el pinochetismo, sigue siendo una de las sombras que lo acompañan y que tampoco terminan de convencer al electorado conservador moderado. Kast es el heredero más visible de una derecha que todavía dialoga con ese pasado.

El Parlamento, fragmentado y en pleno recuento, será la segunda mitad de la historia. Ninguno de los dos candidatos llegará a La Moneda con mayorías sólidas, y eso anticipa una legislatura de pactos incómodos y negociaciones continuas.
Chile volverá a votar el próximo domingo 14 de diciembre. 15 millones de chilenos volverán obligatoriamente a las urnas para decidir entre dos proyectos totalmente opuestos: la promesa de gestión de Jara o la mano dura y conservadora de KAst.


