Farah Palavi

La última reina de Irán: “Espero que los ayatolás caigan y los iraníes sean libres”

Farah Palavi, que fue la tercera esposa del Sha, se exilió cuando la monarquía prooccidental iraní fue tumbada por la Revolución Islámica de 1979. Desde París, asegura que todavía es querida por muchos iraníes

Irán
Farah Pahlavi, “la última reina de Irán”
Efe/KiloyCuarto

Muchos iraníes recuerdan con nostalgia los años de aperturismo con Occidente bajo la monarquía del Sha Mohammad Reza Pahlavi, que fue derrocado en la Revolución Islámica (1979), que supuso la llegada del ayatolá Jomeini al poder. Desde entonces, el rigorismo islámico chií dicta las normas de conducta de un país, que en los años 60 o 70 presumía de ser de los más liberales de Oriente Medio.

Farah Palavi (86), la última reina de Irán, recuerda con nostalgia aquellos años. En una nueva película autobiográfica, donde la mujer del Sha revindica su figura más allá de la crueldad que marcó el régimen de su marido, la señora Palavi reivindica que muchos iraníes la siguen admirando.

La vida de Farah Palavi en el exilio

La mujer se vio obligada a exiliarse tras el triunfo de la Revolución Islámica. Actualmente, divide su vida entre EE UU y su apartamento de París, con vistas al río Sena. “Me mandan emails con sus números de teléfono. Los llamo y es extraño, porque reconocen mi voz”, contó Farah en una entrevista al diario británico The Times.

Cuando identifican su voz por teléfono, le replican: “Hola Shahbanu” (reina). “Les digo que no me llamen así, porque temo que el régimen iraní les esté escuchando“, reconoce. A Farah Palavi le satisface que pese a “todas las mentiras que han dicho sobre nosotros, estoy muy feliz de ver y escuchar la simpatía que me tienen mis compatriotas“.

La película sobre la última reina de Irán

Una película autobiográfica revelará la extraordinaria historia de la exreina iraní, reconocida durante su juventud por su exultante belleza, que para algunos superaba la de la ex primera dama estadounidense Jackie Kennedy. El film revivirá el mundo lujoso que disfrutó Farah tras convertirse en reina -fue la tercera mujer del Sha- a partir de 1959.

Las escenas de su boda son impensables en el Irán de hoy. En aquella fiesta de gala lució una corona de diamantes diseñada por el reconocido joyero estadounidense Harry Winston, una pulsera de Dior adornada con perlas o diamantes que en total pesaban unos 15 kilos. En la actualidad, mujeres de su país son arrestadas o asesinadas por no llevar el velo islámico.

El drama de Farah Palavi

La película no es solo sobre los lujos que disfrutó. Tras la caída del Sha en 1979, la reina tuvo que exiliarse, su marido murió de cáncer un año después en Egipto, y dos de sus cuatro hijos se suicidaron, fruto de la desesperación por el repentino cambio de vida. Desde su acomodado apartamento parisino, sueña ahora con ver a un Irán libre de los ayatolás y con un régimen democrático antes de morir.

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Mujeres iraníes de negro en Teherán conmemoran el martirio del Imán Hussein
Efe

“Siempre me mantengo positiva. Es increíble que un país como Irán, con la gran civilización e historia que tiene a sus espaldas, sea gobernado por esta gente”, lamenta. Según muchos iraníes en la diáspora, el régimen encabezado por el ayatolá Ali Jamenei está muy desacreditado internamente, especialmente tras la “Revolución de las Mujeres” que estalló tras el asesinato de la joven Mahsa Amini en 2022.

El futuro de Irán

La exreina no tiene fe en que Occidente contribuya al cambio de régimen en Irán. “EE UU, Reino Unido y otros países solo se preocupan por sus intereses. Solo harán algo si sienten que este estatus-quo no les beneficia”, prosigue.

Represión en Irán
Una mujer iraní camina junto a una pintura mural de soldados del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Iraní (IRGC) en Teherán
Efe

A Farah Palavi le incomoda la intención de Trump de cambiar el nombre del Golfo Pérsico por el de Golfo Arábigo. Su irritación, en este caso, coincide con la del régimen de los ayatolás. “Fue el Golfo Pérsico durante siglos, no pueden cambiar el nombre por sus intereses”, señala refiriéndose a la voluntad de Trump de cerrar provechosos negocios con países árabes de la región como Arabia Saudí, Qatar o Emiratos Árabes Unidos.

Cómo comenzó con el Sha

La película, dirigida por la iraní-francesa Emily Atef, se estrenará en 2027. La historia empezará en sus años de juventud, donde estudiaba arquitectura en París, ciudad donde conoció al Sha poco después de divorciarse de su segunda mujer. Se conocieron en el piso de la hija del Sha, a quien Falah conocía de antemano. Fue un amor intenso y rápido: “Estaba enamorada de su majestad, y él me escogió”, recuerda.

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Una mujer iraní pasa junto a un mural anti-EE UU cerca de la antigua embajada en Teherán, Irán
Efe

Vivieron una vida de lujos excesivos, aunque no todo fue de color de rosa. Los críticos del Sha le acusaron de una extravagante opulencia, mientras su reinado se tornaba cada vez más brutal con los disidentes. A la exreina la preocupaba que el film se centre en “la Policía torturando y encarcelando gente”, e insiste en que su difunto marido debiera ser recordado como un modernizador, que permitió la emancipación de la mujer o el desarrollo del sistema educativo.

Coleccionista de arte

La reina también formó parte del espíritu reformista del Sha. En los años 70, cuando Teherán gozaba de riqueza gracias a la venta de petróleo, convenció a su marido para fundar un museo de arte contemporáneo en Teherán. Para ello, compró obras por valor de más de 3 mil millones de dólares, lo que convirtió el museo en la mayor colección de arte en el mundo fuera de EE UU y Europa.

Cuando los ayatolás tomaron el poder, parte de las obras fueron retiradas, ya que se consideraba que mostraban “demasiada piel”. Para Farah Palavi, el casi medio siglo de dominio religioso del país no ha apagado la sed de disfrutar de arte libre de su población. Desde su exilio, la última reina de Irán espera que su país recupere la libertad que le fue robada.

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