Cuarenta y cinco segundos de reloj. Es el tiempo que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, tardó en nombrar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante el discurso de su cuarto debate sobre el Estado de la región.
En ese acto, que se celebra en la cámara autonómica cada mes de septiembre, se espera que las intervenciones se centren en problemas de los ciudadanos y en los recursos para solventar las dificultades de los madrileños. Nada más lejos de la realidad. Ayuso ha dado un paso más y ha querido que todo el país la escuche, alzándose como oposición a Sánchez.
En su discurso, que se alargó durante más de dos horas, estuvo comparándose constantemente con el presidente del Gobierno: “Está en nuestra mano ofrecer una alternativa al peor gobierno de la democracia española y en eso está el gobierno de la CAM”, dijo la lideresa madrileña anticipando que su estrategia, un año más, será la de cosechar votos y titulares haciendo oposición frontal al Gobierno central.
En este punto, es especialmente llamativo que, en ese discurso tan extenso, Ayuso no citó ni una sola vez al presidente del Partido Popular, Alberto Nuñez Feijóo. La realidad es que Ayuso no mide a Sánchez con Feijóo, lo hace consigo misma. Contrapone, como si estuviesen al mismo nivel, el gobierno central y el autonómico. “El sanchismo es oscuridad, no podemos esperar”, concluyó la presidenta.
Lo cierto es que Ayuso considera que Madrid es la alternativa al “desastre” porque, según ella, así lo percibe el resto del mundo: “Las diferencias entre lo que ocurre en Madrid y el Gobierno de la nación son abismales (…) Sánchez solo aparece en prensa internacional con escándalos. Todo el mundo confía en lo que va a hacer el Gobierno de la Comunidad de Madrid sin sobresaltos. La gran pregunta es qué barbaridad va a hacer el Gobierno de la nación y qué vamos a hacer nosotros”, expuso la presidenta.
Feijóo quiere resaltar su perfil gestor
Precisamente ella es la creadora del me gusta la fruta, la expresión que Ayuso acuñó para negar que hubiera llamado hijo de puta a Pedro Sánchez. Esta semana han llovido las críticas tras la publicación de un vídeo -en la cuenta de Instagram de Feijóo– que recogía dicha expresión en un rótulo.
Lo que empezó como una publicación simpática en el perfil del presidente del PP -con música pegadiza y baile incluido- ha terminado siendo el foco de críticas internas en el partido. En las filas del PP aseguraban “no reconocer” a su presidente en ese estilo. La realidad es que no se esperan más gestos así por parte de Feijóo. No habrá más referencias a la “fruta”.
Ahora, desde la sede de Génova 13, se pretende enfatizar el perfil gestor de Feijóo, destacando lo que hizo al frente de la Xunta de Galicia. El objetivo es que la gente no le vincule con líderes populares pasados. En su día, las críticas internas al expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se centraron en que “no cumplió con sus promesas”, según le llegaron a reprochar los suyos. Feijóo no quiere eso, quiere que le crean: “Él va a cumplir lo que está prometiendo. Tiene palabra”, sentencian en su equipo directo.
Ataque sin cuartel contra VOX
Así, una de las líneas de ataque de Feijóo será comparar su trayectoria y con la del líder de VOX, Santiago Abascal. En los últimos dos meses, el líder del PP ya ha intentado dejar en evidencia a VOX repitiendo que “nunca han gestionado nada”. Además, el hecho de que los representantes de extrema derecha abandonaran los gobiernos autonómicos (que compartían con los populares) será utilizado en las campañas electorales de los comicios autonómicos. La primera campaña será la de Castilla y León, la autonómica donde se gestó el primer gobierno de coalición de PP y VOX.
A su vez, se prevé que prosiga la escalada en ciertas materias. El PP ha pasado de hablar de moderación a hablar de emergencia migratoria, deportaciones inmediatas y de vincular migración con delincuencia. Inmigración y campo son las temáticas clave para la competición con el partido de Abascal.
Hoy, mientras el líder de VOX se rodea de los líderes de la extrema derecha europea en el Palacio de Vistalegre, Feijóo estará en Ciudad Real en unas jornadas para intentar rascar ese voto rural. Un voto que es vital para la derecha.
Este lunes, en la sede nacional del PP, tendrá lugar la primera Junta Directiva Nacional del curso político. Los presidentes autonómicos viajarán hasta Madrid para recibir las directrices de Feijóo. Una de ellas será ese ataque sin cuartel contra VOX. La campaña ya ha comenzado.