“Lo que permanece lo fundan los poetas”, suele parafrasear Luis Alberto de Cuenca a Friedrich Hölderlin. Y pese a que afirma que escribe cuando “se lo dicta la musa”, el extenso trabajo del poeta, ensayista, académico de la Real Academia de la Historia, y ex secretario de Estado de Estado de Cultura bajo Gobierno de José María Aznar, ha sido reconocido por uno de los certámenes más prestigiosos de las letras hispanas: el premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, por su antología Verano eterno.
Y ha sido la mujer que otorga el nombre de los premios, quien se lo ha entregado: la Reina Sofía, en el Palacio Real de Madrid. A ella, precisamente, el poeta ha dedicado gran parte de su discurso. El ensayista ha recordado el periodo de 1996 y 2004, en el que fue director de la Biblioteca Nacional y Secretario de Estado de Cultura. “Tuve la prerrogativa de acompañar a Vuestra Majestad en todo tipo de actividades relacionadas con la cultura“, ha afirmado. Conciertos, exposiciones, actos en el Palacio Real, en la Real Academia de la Historia… De todos esos momentos, guarda “un recuerdo imborrable “, se ha dirigido a la Reina Sofía, “Un recuerdo que se instalará en un espacio privilegiado de mi memoria”. Y que coincide, ha afirmado, con “el momento de plenitud que me regala hoy el infinito laberinto de los efectos y las causas (a quien llamamos unas veces a Dios, siguiendo a Borges, y otras a veces azar, fortuna o suerte”. Y ha concluido en referencia a Doña Sofía: “Queda, pues, meridianamente claro que este premio constituye para mí un formidable colofón al libro de mis devociones por Su Majestad”. Una emocionada Reina Sofía ha seguido las palabras del escritor a lo largo de todo su discurso.

El reconocimiento más importante para el escritor
“Soy en este momento completa y radicalmente feliz”, ha confesado el escritor. Integrado por un diverso jurado, el galardonado ha bromeado distintas ocasiones en cuanto a que tuvo que dejar de pertenecer al mismo para que le concedieran el premio.
“Otra Reina”, la Universidad de Salamanca, ha tenido cabida en las palabras de Luis Alberto de Cuenca. Y a Patrimonio Nacional, institución en la que se ha detenido a citar a todos los galardonados anteriores a él “que viven en las estrellas”.
El galardón más importante para el escritor
Entre otros galardones, De Cuenca ha recibido en 1985 el Premio Nacional de la Crítica por La caja de plata, en 1989 el Premio Nacional de Traducción por El cantar de Valtario, en 2008 el Premio Nacional de las Letras Teresa de Ávila; en 2015, el Premio Nacional de Literatura (modalidad Poesía) por ‘Cuaderno de vacaciones’, en 2021 ganó el Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca; y en 2023 el Premio de Poesía Jaime Gil de Biedma por ‘El secreto del mago’.
De todos estos galardones, ha sido este el más especial para el escritor, tal y como él mismo ha revelado. Un reconocimiento que resulta del Convenio Marco de Cooperación Cultural entre la Universidad de Salamanca y Patrimonio Nacional, está dotado con 42.100 euros y premia el conjunto de una obra que constituya una aportación relevante al patrimonio cultural común.

El acto ha comenzado con las intervenciones de la presidenta del Consejo de Administración de Patrimonio Nacional; Ana de la Cueva, del rector de la Universidad de Salamanca, Juan Manuel Corchado, y la secretaria de Estado para Iberoamérica y el Caribe y el Español en el mundo, Susana Sumelzo. De la Cueva ha destacado del doctor en Filología Clásica su capacidad para viajar “entre la alta cultura y lo popular”, y evocar con la misma naturalidad, a Gilgamesh y a Tintín, combinando elementos aparentemente contradictorios, gracias a su mirada irónica y posmoderna”. Perspectiva, ha afirmado, que le permite moverse “entre la profundidad y la ligereza entre el dolor y la alegría, para abordar en sus poemas casi todos los registros de la condición humana”. Sus letras, ha recordado, han sido interpretadas por Mondragón y Loquillo.
“A lo largo de este último medio siglo, los poemarios de Luis Alberto de Cuenca han llenado las librerías y bibliotecas del mundo iberoamericano. Pienso en sus 17 libros de poesía, pero también en las muchas antologías que se han editado y reeditado durante estas décadas”, le ha reconocido por su parte el rector de la universidad de Salamanca, José Manuel Corchado.
La semana más dulce para la Reina Sofía
Esta semana de noviembre será, sin duda, una de las más dulces para la Reina Sofía. No sólo por las palabras dedicadas por el poeta galardonado, sino porque, además, Don Felipe le entregará este viernes en el Palacio Real el Toisón de Oro junto a los padres de la Constitución, Miquel Roca, y Miguel Herrero , y el ex presidente del Gobierno, Felipe González. Un gesto del Rey hacia su madre para reivindicar el papel, aunque fuera a la sombra del Rey Juan Carlos, que tuvo en la Transición hacia la democracia.


