Cuando se habla de Don Benito en clave electoral, podemos observar un mismo patrón en las últimas elecciones. La localidad pacense se ha convertido en el Ohio de Extremadura, un termómetro casi infalible para anticipar el resultado global de las elecciones autonómicas.
Al igual que el estado estadounidense, célebre por su papel como predictor del resultado en la Casa Blanca durante décadas, Don Benito lleva más de diez años reflejando casi con exactitud el comportamiento del electorado regional.
Desde 2011, en las últimas cuatro elecciones autonómicas, las urnas de Don Benito han ofrecido una radiografía prácticamente exacta de lo que vota la comunidad. Décima arriba o décima abajo, el municipio ha logrado pronosticar el orden de las fuerzas políticas más votadas y sus niveles de apoyo, convirtiéndose así en un indicador representativo del sentir político de Extremadura.
El caso más reciente lo confirma. En los comicios de 2023, el recuento en Don Benito otorgó la victoria al PSOE con un 38,9% de los votos, seguido muy de cerca por el PP, con un 38,3%. Vox obtuvo un 8,6% y Podemos, un 6%, mientras que el 8,2% restante se repartió entre otras formaciones. A nivel autonómico, las cifras fueron casi idénticas: el PSOE alcanzó el 39,9%, el PP el 38,9%, Vox un 8,1% y Podemos un 6%. Una diferencia de apenas unas décimas que convierte a Don Benito en un espejo político de Extremadura.
Las elecciones de 2019 y 2015 también reflejaron una estrecha correlación entre las fuerzas más votadas, a pesar de las fluctuaciones en el espectro político. En 2019, el PSOE superó el resultado regional por poco, obteniendo un 48,5% en Don Benito frente al 46,7% en Extremadura, mientras que el PP se quedó ligeramente por debajo, 25,2% frente al 27,5% regional. En 2015, la diferencia para los dos partidos mayoritarios fue también muy reducida: el PSOE consiguió un 43,9% en la localidad y un 41,5% en la región, y el PP obtuvo un 36,2% frente al 37% regional.
Igualmente, en 2011, la mayoría votó al PP, con un 49,5% de los votos, y en Extremadura también se reflejó así, a diferencia que ganaron con 46,2%. Por su parte, el PSOE fue obtuvo un resultado muy cercano, con un 44% en Don Benito y un 43,5% en Extremadura.
La explicación de esta coincidencia no reside en el azar, sino en la estabilidad demográfica y social del municipio. Con una población cercana a los 37.000 habitantes y un censo electoral que ronda las 30.000 personas, Don Benito mantiene un equilibrio que refleja fielmente la composición media de la región. Su estructura poblacional, su nivel socioeconómico y su tamaño medio hacen que sea una muestra representativa del electorado extremeño.
Además, el municipio no ha experimentado grandes variaciones en su población durante la última década, lo que favorece la continuidad de las tendencias políticas. La presencia de población extranjera, del 3,3 %, es prácticamente idéntica a la media regional, situada en el 3,8 %, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Este paralelismo demográfico contribuye a que las preferencias políticas locales se alineen con las del conjunto autonómico.
Así, cada cita con las urnas convierte a Don Benito en un punto de observación. Lo que ocurre en sus colegios electorales suele anticipar lo que solo horas después acontece en el Conjunto de Extremadura. Es el Ohio extremeño.



