El Gobierno rebaja el caso Salazar a “un problema de plazos” y no cree que tenga “efecto electoral”

Pedro Sánchez alude a la insuficiencia de recursos humanos para justificar que hayan tardado casi cinco meses en contactar con las denunciantes

Seis días después, reduciendo la crisis del caso Salazar a un retraso explicable por un déficit de “recursos humanos”, y esquivando cámaras y micrófonos. Pedro Sánchez sabía que en los corrillos con periodistas en el Congreso de los Diputados, durante los actos por el día de la Constitución, tendría que afrontar preguntas sobre las gestión de las dos denuncias contra Paco Salazar por supuesto acoso a extrabajadoras de Moncloa.

El sábado, el presidente del Gobierno afrontó por primera vez la crisis que ha acaparado buena parte de los focos mediáticos durante la semana, para afirmar que asume “en primera persona” la “responsabilidad” por los errores cometidos por el PSOE en la gestión de esta crisis.

“Ha sido un error que lamentamos con la velocidad en la interacción de las dos denunciantes”, dijo. Concretamente, las denuncias presentadas en los canales del PSOE permanecieron en el limbo durante casi cinco meses, sin que el partido contactara con las víctimas hasta el martes. Lo hizo después de que Eldiario.es informase de la intención de Ferraz de dar carpetazo, aludiendo a que Salazar había dejado de ser militante unos días antes.

“No hemos acompañado correctamente y no se puede tardar este tiempo”, reconoció otra fuente del Gobierno. “No hemos sido diligentes”, asumió, antes de negar que esta gestión pueda restarles credibilidad y penalizarles en las urnas. “No tiene efecto electoral. Las mujeres saben quién es el PSOE”, zanjó.

Sánchez: “Tenemos los recursos humanos que tenemos”

El líder socialista no anticipó cambios en los protocolos, que defendió a capa y espada, rechazando “lecciones” de los partidos que ni siquiera cuentan con estos mecanismos. Tampoco planteó una revisión de estos procedimientos, como la que reclaman algunos dirigentes. Pero sí aprovechó para “partir una lanza” en favor de los trabajadores del PSOE, volcados estos días en cuestiones como recopilar y presentar todos los pagos realizados entre 2017 y 2024, por orden de la Audiencia Nacional.

Según el diagnóstico del jefe del Ejecutivo, el proceso “se ha dilatado de manera no necesaria”, y corresponde “reforzar en recursos humanos” al partido y a la comisión antiacoso, el órgano responsable de tramitar y dar respuesta a estas denuncias anónimas.

Recordó que este organismo, compuesto por dirigentes del PSOE, empezó a funcionar en mayo, dos meses antes de que se iniciaran los dos procedimientos. “Tenemos los recursos humanos que tenemos”. “No le resto gravedad, pero el PSOE ha actuado”.

“No hay voluntad de encubrir”

Durante toda la semana, dirigentes y exdirigentes socialistas han alzado la voz contra esta gestión. Los comportamientos de Salazar eran conocidos al menos desde julio, argumentaron, y no puede entenderse que el partido haya arrastrado los pies para actuar contra el que fuera uno de los hombres de mayor peso en el núcleo de poder del presidente.

“No hay voluntad de encubrir”; “Hemos sido contundentes, no conniventes”, argumentó Sánchez, que dijo haber conocido el estado de los expedientes tras publicarse la información de Eldiario.es.

Negó, además, que hayan “dudado” del testimonio de las denunciantes, e insistió en que el “malestar” existente en su partido no se traduce en una merma de la “confianza” en la cúpula socialista. “Hay confianza en la dirección, en que las cosas se han hecho bien, aunque no hemos sido tan veloces como la causa merecía”, insistió.

En esta semana, particularmente desde la reunión del miércoles entre las responsables del área de Igualdad a nivel territorial y la secretaria federal, Pilar Bernabé, distintas dirigentes han apuntado a la responsabilidad de la propia Bernabé. También a la número dos del PSOE, María Jesús Montero, o la secretaria de Organización, Rebeca Torró. Antes de que se conocieran estas denuncias, en julio, Salazar estaba llamado a ser adjunto a Torró.

Pese a haber concedido dos entrevistas, participado en un mitin en Extremadura y pronunciado varios discursos en actos públicos, Sánchez ha aguardado hasta este sábado, después de que el PSOE se disculpara por escrito ante la militancia, para abordar una crisis que ha disparado varias alarmas en su partido. Lo ha hecho durante un festivo, en pleno puente, cuando la mayor parte de la ciudadanía suele estar menos pendiente de la agenda mediática.

Otras voces no cierran la puerta a llevar las denuncias a la Fiscalía

Sánchez ha deslizado que no tienen intención de denunciar estos casos de supuesto acoso ante la Fiscalía, una vez haya concluido la investigación interna. Es una de las peticiones que han hecho desde su espacio, en privado, y que ha enarbolado en público la delegada del Gobierno en Asturias y exvicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra.

“Legalmente no es posible”, señaló el jefe del Ejecutivo. “La legislación es clara: las denunciantes deben considerar si deben denunciar a Fiscalía”, insistió.

Otras voces de peso en el partido, sin embargo, afirman que hay “motivos de sobra” para poner los hechos en conocimiento del Ministerio Público, si se confirma que los hechos denunciados “son ciertos”. “Siempre que haya algo que sea delito, el partido puede ponerlo en conocimiento”.

No obstante, recuerdan que primero, debe concluir el procedimiento; después, habrá que revisar el informe final y tomar decisiones. Se trata de un tema “desagradable”, que les impide recuperar el control de la agenda pública, y que ha sido avivado por el “interés político” en desgastarles. Ya no esconden, sin embargo, que las denunciantes “lo han pasado mal”. Que “no se han sentido acompañadas”.

Imagen de suscripción a newsletter Pilar Gómez

Suscríbete a nuestra newsletter

Recibe en tu correo electrónico, los artículos de la directora Pilar Gómez.