Pedro Sánchez asume “en primera persona” los errores cometidos por el PSOE con el caso Salazar, y asegura que “nunca” presenció los comportamientos del exalto cargo de Moncloa, sobre el que pesan dos denuncias internas por presunto acoso sexual. En conversación informal con periodistas en los actos del día de la Constitución, en el Congreso de los Diputados, el presidente del Gobierno ha abordado por primera vez el escándalo que el lunes originó un incendio en su partido.
No hay imágenes ni grabaciones de su voz aludiendo al caso de Paco Salazar, quien fuera uno de sus principales asesores en la sede de la Presidencia del Gobierno, donde tuvieron lugar estos supuestos casos de acoso. Y que estaba llamado a ser adjunto a la Secretaría de Organización del partido hasta que se conocieron estas denuncias, en julio.
Pese a haber concedido dos entrevistas, participado en un mitin en Extremadura y pronunciado varios discursos en actos públicos, Sánchez ha aguardado hasta este sábado, después de que el PSOE se disculpara por escrito con la militancia, para abordar una situación que mantiene más que tensionado a su partido, preocupado por su impacto en el voto femenino.
De hecho, el líder socialista hizo lo posible por desinflamar la situación: habló de un “pequeño error” en la velocidad de tramitación de las denuncias. Estuvieron paradas durante casi cinco meses, sin que el partido contactara con las víctimas hasta el martes, después de que Eldiario.es informase de la intención de Ferraz de dar carpetazo, aludiendo a que Salazar había dejado de ser militante unos días antes.
“Yo asumo el error en primera persona”, aseguró, defendiendo que este fallo no ha sido “buscado”: “No hay voluntad de encubrir”; “Hemos sido contundentes, no conniventes”. “No tenemos capacidad de influir ni de intervenir en un proceso que tienen que liderar personas de reconocido prestigio”, argumentó. Según el jefe del Ejecutivo, conoció el estado de los expedientes tras la publicación de Eldiario.es.
“Hay confianza en la dirección”
Así, afirmó que deben “reforzar en recursos humanos” al partido y a la comisión antiacoso, el órgano responsable de tramitar estas denuncias anónimas, que empezó a funcionar “en mayo”. Esto es, poco antes de que se conocieran las acusaciones. “Ha habido un proceso que se ha dilatado, de manera no necesaria, aunque estemos en plazo, [seis meses]”. “Tenemos los recursos humanos que tenemos”. “No le resto gravedad, pero el PSOE ha actuado”, se escudó.
También reconoció el “malestar” existente en el partido por esta gestión, y aprovechó para presumir del protocolo puesto en marcha por su formación y por Monloa. Para rechazar “lecciones de partidos que no hacen ni el 10%” que el PSOE en esta materia.
“Nunca se ha dudado” del testimonio de las víctimas, apuntó, y eso se evidencia en que frustraron el acenso de Salazar en el Comité Federal del 5 de julio, cuando estalló el escándalo. “Hay confianza en la dirección en que las cosas se han hecho bien, aunque no hemos sido tan veloces como la causa merecía”, zanjó.
Cierra la puerta a que el PSOE lleve las denuncias a la Fiscalía
Por otro lado, Sánchez ha deslizado que Ferraz no tiene hoy intención de denunciar estos casos de supuesto acoso ante la Fiscalía, una vez haya concluido la investigación interna. Es una de las peticiones que han hecho desde su espacio, en privado, y que ha enarbolado en público la delegada del Gobierno en Asturias y exvicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra.
“Legalmente no es posible”, señaló el jefe del Ejecutivo. Incidió en que son las víctimas quienes tienen en su mano “ponerlo en conocimiento de la Justicia”. “La legislación es clara: las denunciantes deben considerar si deben denunciar a Fiscalía”.
Sí comprometió “ayuda y apoyo a las denunciantes”, pero dejó en su tejado la posibilidad de escalar esta causa más allá de los canales internos del partido. “Dejemos trabajar a la comisión. Y que hagan su trabajo sin interferencia”.


