La ley de Amnistía se estrelló este martes en el Senado, tal y como era de prever, e inició su camino de vuelta al Congreso, donde previsiblemente será aprobada. No hay, en realidad, dudas al respecto porque el PSOE está completamente convencido de seguir adelante con ella —“Teníamos razón: el perdón tiene efecto sanador”, dijo Pedro Sánchez tras contemplar la victoria del PSC en las recientes catalanas—, sino que el verdadero interrogante es cuándo se producirá esa votación definitiva. Y ya hay una fecha señalada como posible para el debate y aprobación, la del 30 de mayo.
En el caso de confirmarse esta fecha del 30 de mayo podría solaparse perfectamente con el proceso de constitución del Parlament de Cataluña, puesto que la fecha límite para hacerlo es la del 10 de junio (ahí se agotan los 20 días hábiles siguientes a las elecciones). Una vez constituido el Parlament (y escogida la presidencia de la Cámara autonómica), se inicia una cuentra atrás de diez días hábiles siguientes para proponer a un candidato a la presidencia de la Generalitat después de realizar una ronda de consultas con los representantes de las formaciones parlamentarias.
La fecha del 30 de mayo se ha señalado como posible, pero no como segura. Hay otro día con el que especulan los grupos parlamentarios del Congreso y es el del 13 de junio, lo que significaría dejar la votación definitiva de la ley de Amnistía para después de las elecciones europeas del 9 de junio.
No existe fecha intermedia posible entre el 30 de mayo y el 13 de junio porque por nunca se celebran sesiones plenarias en el Congreso en las semanas previas a unas elecciones, las europeas en este caso.
Los grandes implicados en esta votación de la ley de Amnistía —es decir PSOE, Junts y ERC— se cuidaron muy mucho de no dar pasos en falso después del veto que sufrió la norma en el Senado. Ninguna de las tres formaciones quiso moverse de los acuerdos alcanzados en el Congreso y todos mantuvieron el tipo sin meter en la ecuación ningún elemento relacionado con la investidura del presidente de la Generalitat.
“El PSOE cumple sus acuerdos. Y no tengo ninguna duda que el resto hará lo mismo“, dijo la portavoz del PSOE, Esther Peña, para evitar nervios en las filas independentistas. Así que con esa bandera irán los socialistas a las europeas, convencidos de que no hay alternativa posible a la estrategia de pacto con los partidos soberanistas.
La manifestación del 26 de mayo
El PP, por su parte, está decidido a hacer lo contrario. A poco más de una semana para que arranque la campaña de las elecciones europeas, el líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, emplazó a todas las bases y todas las estructuras de su partido a movilizarse en la manifestación convocada en Madrid el 26 de mayo “por la igualdad de todos los españoles”. “No cabe ni un minuto de descanso en este mes”, pidió Feijóo a los suyos con el propósito de lograr una victoria clara sobre el PSOE en las europeas. “El PP es la alternativa al independentismo de Cataluña, la alternativa a la parálisis de Sánchez y sus socios y la alternativa para defender la igualdad y la prosperidad de los españoles y de la democracia española en Europa”, ha dicho.