Pedro Sánchez ya tiene sobre la mesa la ratificación de lo que sospechaba: sus apoyos entre la ciudadanía caen a plomo y no solo lo dicen encuestas de medios privados, sino que lo confirma el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) que dirige José Félix Tezanos. La caída de los socialistas, según el CIS, es de 7,3 puntos respecto al barómetro de junio y sus siglas retroceden hasta el 27% en intención de voto, el peor dato de toda la legislatura. Pero para los socialistas hay una alarma más concreta y preocupante: las mujeres, que fueron quienes mantuvieron a flote al PSOE en las últimas generales de 2023, castigan tanto a Sánchez como al PSOE, que experimentan bajadas en todas y cada de las cuestiones que analiza el barómetro del CIS. En contraste, el PP avanza, se sitúa a solo medio punto (26,5%) de los socialistas y las votantes comienzan a desplazarse hacia sus siglas.
La pregunta de quién preferiría que fuera presidente del Gobierno —que prácticamente siempre favorece al inquilino de Moncloa— muestra el retroceso de Sánchez y, en particular, entre las mujeres: del 27,3% que respondía en junio espontáneamente con el nombre del líder del PSOE se pasa a 23,8% (-3,5 puntos). La caída es particularmente acusada en el tramo de mujeres entre 35 y 44 años, un rasgo que se reproduce a lo largo del barómetro con otras preguntas y que señala con bastante exactitud dónde se localiza la sangría socialista. En este tramo de edad, las mujeres pasan del 17,7% que prefieren a Sánchez al 11,7% (-6 puntos).
La valoración (del 1 al 10) de Sánchez también retrocede. En junio, su puntuación media era de 4,18, mientras que ahora es 3,99. Pero, nuevamente, lo más llamativo vuelve a ser el castigo de las mujeres entre 35 y 44 años. En el anterior barómetro, un 40,9% de las encuestadas puntuaba al presidente del Gobierno con un 1 (muy mal); ahora este porcentaje de mujeres escala hasta el 52,5% (+11,6 puntos). Y es, claro, el tramo de edad que peor nota media concede a Sánchez (3,13) de todos los siete que el CIS analiza (de 18 a 24 años; de 25 a 34; de 35 a 44; de 45 a 54; de 55 a 64; de 65 a 74; y más de 75).

El margen femenino entre PSOE y PP
La pregunta, con respuesta espontánea, “a qué partido votaría usted en las próximas elecciones” muestra con toda elocuencia el cambio que se produce entre las mujeres. En junio, un 26,2% de las encuestadas respondía que votaría al PSOE (exactamente 10 puntos que las que se inclinaban por el PP, que sumaba el 16,2%). La caída desde ese margen de 10 puntos respecto al PP es drástico, puesto que ahora solo un 19,4% (-6,8 puntos) se inclina por el PSOE. El PP pasa del mencionado 16,2% al 18,5%. Es decir, que ese margen se ha estrechado desde los 10 puntos a los 0,9 puntos.
Para acabar de comprender el origen del castigo vale la pena fijarse en la respuesta que dan los hombres, puesto que entre ellos las variaciones son menores: el PSOE pasa del 21,4% de junio en intención del voto masculino al 17,2% de julio (-4,2 puntos).
La prostitución y el PSOE
El resto de cuestiones redundan en el fenómeno descrito respecto a la distancia que las votantes han tomado respecto al PSOE. Caen también los indicadores de simpatía y los cruzados de simpatía + voto. Se mire por donde se mire, las mujeres se muestran desafectas con unos dirigentes socialistas que se han visto en el centro de una trama de corrupción, pero también en vergonzantes episodios de prostitución que salieron a la luz pública en los audios que grabó Koldo García con José Luis Ábalos.
Ábalos.— Vienen estas, claro. Hay que buscar un sitio.
Koldo.— Mira, si vienen aquí, ya sabes quién va a venir, eso lo tengo claro. Si viene aquí, tienes a la Ainara. ¿Cómo es?
Ábalos.— No, sé, la Carlota se enrolla que te cagas.
Koldo.— Pues la que tú quieras. O Ariatna y Carlota, y a tomar por culo.

Consciente de que el daño a las siglas del PSOE por este asunto es enorme, los socialistas trataron de contenerlo con la promesa de regular a partir de ahora la expulsión de militantes putañeros. En 2023, el PSOE ya vivió un infierno con la publicación del caso de presunta corrupción del ‘tito Berni’, Juan Bernardo Fuentes Curbelo, y sus fiestas con prostitutas. Todo ello se le junta ahora a un partido que se reclama feminista sin practicar el ejemplo.