El nombre de José Tomé, secretario del PSOE en la provincia de Lugo y alcalde de Monforte de Lemos, ha irrumpido con fuerza en el debate político tras las denuncias por presunto acoso sexual que varias mujeres han puesto en conocimiento del partido. Según ha revelado el programa Código 10, al menos seis mujeres han trasladado su testimonio y han señalado directamente a Tomé, un dirigente con un peso relevante dentro de la estructura socialista y miembro del comité federal del partido.
La aparición de estas acusaciones llega en un momento especialmente delicado para el PSOE, que todavía lidia con las consecuencias del caso Salazar. Ahora, la figura de José Tomé se suma a las preocupaciones internas, alimentando un clima de inquietud entre militantes y cargos orgánicos.
Mientras el partido confirma que las denuncias han sido canalizadas por los cauces internos, los testimonios aportados por las presuntas víctimas dibujan un escenario que, según ellas, llevaba tiempo normalizado en la provincia. Para todas, el comportamiento que atribuyen a José Tomé “era un secreto a voces”.
Las voces de las denunciantes: “No se salva ninguna”
Entre los testimonios recabados por el programa, algunas presuntas víctimas sostienen que el comportamiento de José Tomé afectaba a mujeres de perfiles muy distintos dentro del ámbito socialista. Una de ellas asegura que el dirigente habría actuado de manera reiterada durante años. “En Lugo era un secreto a voces. Todos lo saben”, declara.
La misma fuente describe un patrón que, según afirma, no hacía distinción entre quienes formaban parte del partido y quienes trabajaban en entornos institucionales o periodísticos. Desde su perspectiva, José Tomé habría mostrado actitudes inapropiadas hacia militantes, concejalas, periodistas, diputadas y trabajadoras vinculadas a la estructura socialista gallega. “No se salva ninguna”, lamenta.

Estas mujeres explican que muchas, en su momento, trasladaron quejas a otros cargos del partido sin obtener la respuesta esperada. La denuncia contra José Tomé, aseguran, no solo pretende exponer un comportamiento personal, sino también visibilizar un sistema interno que no habría sabido reaccionar con contundencia. El sentimiento predominante es de decepción. “Siempre se cuestiona a las víctimas, mientras ellos continúan ejerciendo su poder”, señala otra de las denunciantes.
Algunas mujeres afirman que han tenido que distanciarse del partido para evitar seguir sufriendo estas situaciones. Esa renuncia provoca una profunda indignación entre quienes ahora se organizan para exponer públicamente el caso que involucra a José Tomé.
El impacto político del caso y la reacción del partido
La posición de José Tomé dentro del PSOE gallego hace que las denuncias adquieran una dimensión especialmente sensible. Como miembro del comité federal, el alcalde de Monforte forma parte del núcleo dirigente que participa de las grandes decisiones estratégicas del partido a nivel nacional. Su peso político convierte este caso en un asunto de máximo interés interno y mediático.
Ante la repercusión del asunto, José Ramón Gómez Besteiro, líder de los socialistas gallegos, ha declarado al mismo programa televisivo que no tenía constancia previa de las denuncias contra José Tomé. No obstante, ha garantizado que, si las acusaciones llegan formalmente a su dirección, el partido actuará aplicando “con total rigor” el protocolo interno y cumpliendo los valores feministas que, asegura, defienden públicamente.

La dirección autonómica del PSOE se encuentra ahora en una posición complicada. Por un lado, debe afrontar estas acusaciones con firmeza. Y por otro, debe gestionar las tensiones internas en pleno ciclo político marcado por la sensibilidad ante los casos de acoso en instituciones públicas.


