La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha recibido en el ministerio de Defensa a los militares españoles que han obtenido medalla en los Juegos Olímpicos de París 2024, en la sede del Ministerio. A la salida, ha hecho unas declaraciones respecto a la escalada en Líbano, y ha lanzado un mensaje de tranquilidad respecto a la situación de nuestras tropas allí desplegadas.
La ministra no ha obviado la realidad: “La situación en Líbano es dramática, es preocupante”, ha aseverado, tras los ataques de Israel hoy, tras los que han muerto 200 personas. “Y el llamamiento es a que termine la violencia”.
España se encuentra dentro de la operación FINUL de la ONU, en misión desde 2006 para tratar de evitar lo que no se ha podido. En la actualidad, nuestras tropas, dentro de la Operación Libre Hidalgo, la forman 622 efectivos. A día de hoy, el país, que no toma decisiones de forma unilateral, sino siempre dentro del marco de establezca Naciones Unidas, no mandará más efectivos. Sí se ha producido, por el contrario, un aumento en las medidas de seguridad.
La ministra ha explicado que se encuentran en dos búnkeres: “Se les ha avisado de que iba a haber estos bombardeos y, por tanto, están ahí, tomando medidas de precaución y seguridad”.
“La población libanesa tiene un gran aprecio por los soldados españoles”
La población libanesa, según ha afirmado la ministra, “tiene un gran aprecio por los soldados españoles, pero nadie está a salvo”.
La ministra ha informado de que se encuentra en permanente contacto con las tropas. “Precisamente he hablado hace con el general Lázaro, que estaba en videoconferencia con el secretario adjunto de Naciones Unidas, y siempre me transmite un mensaje de tranquilidad”.
Robles ha informado de que no hay bajas ni heridos dentro del Ejército español. No obstante, dentro de las nuevas medidas de seguridad “se han suprimido las patrullas y se hacen los actos indispensables”, ha afirmado. “Cada vez que hay un intercambio de disparos se toman las medidas de seguridad pertinentes”.
Este medio pulsó el ánimo de las tropas españolas allí antes de esta situación a través de la cabo Almudena Llerena Macarro, destinada en la Unidad de Ingenieros de la Brigada Líbano XL (BRILIB XL) dentro del Pelotón de Máquinas de Ingenieros como conductora/operadora de retroexcavadora mixta.“Es mi cuarta vez aquí, y sí que ha habido un cambio en la situación de seguridad en comparación con mis otros despliegues. Ahora mismo y debido a los últimos acontecimientos hemos incrementado nuestras medidas de protección en los movimientos, que son más restrictivos que anteriormente”, ya contaba a este medio antes del aumento de la escalada.
Este medio viajó a Tel Aviv a punto de cumplirse seis meses desde los atentados del 7 de octubre. En aquel momento, fuentes de la cúpula del Ejército israelí informaron de la situación al norte de Israel, desde la frontera con el Líbano. En aquel momento retener a Hizbulá en el río Lítani en una guerra de desgaste era el objetivo del presidente Netanyahu, sin calibrar una ofensiva más agresiva por varios motivos. El principal, explicaron, porque no interesa una guerra en mayúsculas contra Irán. Reducir a Hamás y controlar la frontera en el norte era la principal línea de actuación. “Israel puede hacer desaparecer Líbano, pero nadie quiere esa guerra”, afirmaban.