El supuesto acuerdo alcanzado a través de misivas públicas entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, para “perdonar” a España no alcanzar el presupuesto del 5%, ha tenido poco recorrido. El secretario ha negado que se haga una excepción con España entre los 32 miembros de la Alianza Atlántica. Una cosa es que se nos permita “flexibilidad”, y otra que el 3,5 que se exige invertir a todos los países miembros no lo tengamos que cumplir.
Fuentes europarlamentarias, en conversación con este medio tras la comparecencia de Sánchez el pasado domingo, desconfiaron del mensaje del presidente. “Habrá que ver cómo reacciona la OTAN próximamente, nadie regala nada”, afirmaron. “No es la primera vez que Sánchez dice una cosa y la contraparte, otra”.
Las reuniones que comenzarán este martes en la cumbre internacional de la OTAN en La Haya no se antojan fáciles para Sánchez. Las tres principales instalaciones de uranio en Irán han sido arrasadas por 125 cazas enviados por Trump, y este escenario no anticipa un encuentro con brindis al sol.

“Trump se las hará pasar canutas a Sánchez en la Cumbre”, explican en lenguaje coloquial fuentes europarlamentarias. “Seguro que hay sorpresas cuando comparezca ante los medios tras las sesiones”.
Además de lo que tiene en juego, sí algo ha demostrado el presidente de Estados Unidos tras sus últimas citas -véase la pasada reunión del G-7- es que si algo no le convence se levanta y se marcha. “Lo que quiere Trump es que los demás aliados aumenten su gasto en Defensa lo máximo posible para que compren armamento americano”.
Bélgica, Italia, Canadá, Eslovenia… Son países que han pedido aumentar el plazo para llegar al 5% del gasto a 2035. Sánchez introdujo el concepto de “flexibilidad” que le facilitó Rutte para alcanzarlo como una carta abierta a que no cumpla el porcentaje de gasto exigido. Y lanzó el órdago para salvar la cara frente a sus socios de Ejecutivo -contrarios a incrementar el gasto-, sabedor de que si España bloquea el acuerdo alcanzado por los 32 países integrantes podría provocar un conflicto internacional.

Pero la realidad es que para España no hay previsto nada distinto de los demás, ya que se ha fijado una revisión en 2029 del incremento del gasto, y cada país informará periódicamente sobre lo que está haciendo en términos de gasto y de alcanzar los objetivos. Dicho en “román paladino”: cumplo con el 2,1%, en cuatro años nos volvemos a ver las caras y en 2035 ya veremos en qué momento nos encontramos. Además, si Sánchez salva la legislatura entre las continuas publicaciones e informes sobre la corrupción en su gobierno, hay una cita electoral insoslayable dentro de dos años, y de perder los comicios será el próximo Gobierno quien asuma el cometido.
La estrategia de Estados Unidos
Según argumenta un eurodiputado que fue coordinador en temas de Defensa y ex representante español en la OTAN, el primer país que no tiene intención de cumplir con el 5% del PIB en defensa es el propio Estados Unidos, que actualmente cuenta con el 3,38% del PIB. “Además, tiene planes de reducir su inversión en defensa en unos 50.000 millones de dólares al año durante los próximos cuatro años”, afirma. “Su objetivo real es que los demás aliados aumenten su gasto en defensa lo máximo posible para comprar armamento americano”, asevera. Por este motivo, desde la OTAN se insiste en que el 5% exigido se divida en dos partes: un 3,5% destinado a armamento, y el 1,5% restante a capacidades duras e infraestructuras.

Cumplimiento de objetivos
Aún por esclarecer qué objetivos concretos debe cumplir España y el resto de los países, la secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce, el Gobierno se encuentra en plenas negociaciones con Alemania y Francia, para construir carros de combate, con Bélgica como país observador. Poner en marcha proyectos que ayuden a formar una Europa con una industria solvente y alternativa a la de Estados Unidos o la de Israel.
A día de hoy, según datos tanto del SIPRI -Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz-, en el periodo 2020-24, el origen del material militar del que dispone Europa procede de EE UU, y estas importaciones estadounidenses se han incrementado en un 40% . En concreto, el país presidido por Trump exporta un 64% en armas. Y, en la actualidad, el Gobierno ha mantenido reuniones con la empresa americana Lockhed Martin, para valorar la compra de aviones F-35. Este medio se ha puesto en contacto en sucesivas ocasiones con el ministerio de Defensa para esclarecer en qué momento nos encontramos respecto a la compra de los aviones, sin respuesta.
Así las cosas, Sánchez se enfrenta a una cumbre tensa, con la UE analizando con lupa sus casos de corrupción, y con su Cuento de la lechera chafado en apenas un día. Máxime cuando el hecho de que el caso de España haya suscitado tanta controversia que el secretario general de la Alianza Atlántica haya tenido que zanjar el hecho de que “la OTAN ni tiene ninguna cláusula de exclusión voluntaria ni conoce los acuerdos secundarios ni los acuerdos colaterales”.