El examen que ayuda a frenar la incontinencia sin cirugía

Cuando una dieta específica no ayuda al estreñimiento, la prueba puede dar más respuestas

El estreñimiento se entiende como un problema a la hora de defecar, ya sea si tiene problemas al hacerlo o cuando defeca menos de tres veces por semana, según la Mayo Clinic.

Por lo general, los tratamientos contra el estreñimiento siempre implican un cambio en la alimentación y el ejercicio de los pacientes o incluso con medicamentos. Pero, cuando las cosas se complican, se vuelve momento de lidiar con la problemática más de frente.

La doctora Laura Olondris, especialista en Aparato Digestivo de Policlínica Gipuzkoa, explica que la manometría anorrectal nos permite conocer de manera objetiva cómo funcionan los músculos y nervios que intervienen en la defecación y la continencia. “Es algo que no se puede evaluar solo con la exploración física o una colonoscopia. Gracias a esta información, podemos detectar alteraciones en la fuerza, el tono o la coordinación de los esfínteres y orientar así el tratamiento más adecuado para cada paciente”, añade.

El estreñimiento crónico, la incontinencia fecal, el dolor anal o las fisuras anales de repetición son patologías más frecuentes de lo que se piensa y se pueden estudiar con precisión, gracias a la manometría.

Una prueba corta y sencilla

La manometría anorrectal es una prueba sencilla, segura y bien tolerada que ofrece información muy valiosa. “Consiste en introducir una sonda fina y flexible por el canal anal hasta el recto, conectada a un equipo que registra las presiones musculares”, explica Olondris.

Durante la exploración, el paciente realiza maniobras como apretar, empujar o relajar, mientras un pequeño globo en la punta de la sonda permite analizar la sensibilidad y la coordinación recto-anal. La prueba dura unos 30 minutos, no es dolorosa y solo requiere la colocación de un enema de limpieza la noche anterior y la mañana del estudio, detalla la doctora Julyssa Cobián, también especialista en Aparato Digestivo de Policlínica Gipuzkoa. “No se necesita sedación ni ayuno, y el paciente puede continuar con su actividad habitual tras finalizarla”, agrega.

Un diagnóstico para el estreñimiento crónico

El estreñimiento crónico es uno de los motivos de consulta más comunes en las unidades de aparato digestivo. “La manometría resulta especialmente útil cuando el paciente no mejora con dieta o laxantes”, señala Olondris.

Esta prueba permite estudiar si existe una falta de coordinación entre el recto y el canal anal durante la evacuación, más conocida como disinergia defecatoria. “Es algo habitual en personas que refieren esfuerzo excesivo, sensación de evacuación incompleta o necesidad de ayudarse manualmente”, precisa la especialista.

Además, el examen permite evaluar la sensibilidad rectal, que puede estar disminuida en algunos pacientes. “Cuando el recto tiene poca sensibilidad, las ganas de evacuar llegan tarde o no se perciben, lo que agrava el problema”, explica Cobián.

Aunado a esto, se analiza el reflejo recto-anal inhibitorio, fundamental para descartar enfermedades congénitas como la de Hirschsprung, tanto en niños como en adultos jóvenes con estreñimiento severo.

Herramienta para entender la incontinencia fecal

La incontinencia fecal o anal —la pérdida involuntaria de heces o gases— es otra de las patologías en las que la manometría juega un papel clave. “Nos permite determinar si la incontinencia se debe a una debilidad del esfínter, a una alteración de la sensibilidad o a un problema de coordinación”, explica Olondris.

Cobián resalta que la sensibilidad rectal es determinante. “Cuando hay hipersensibilidad, el paciente sufre urgencia defecatoria —la sensación de no poder aguantar—; mientras que si existe hiposensibilidad, el recto no percibe la llegada de las heces y se producen escapes sin previo aviso. En ambos casos, el estudio manométrico nos permite identificar la causa y plantear un tratamiento dirigido”, resalta.

Una prueba útil en mujeres

Además de todas sus ventajas, la manometría resulta especialmente útil en mujeres que han tenido partos vaginales, ya que los desgarros o lesiones del suelo pélvico pueden afectar al control fecal. “En estos casos, la manometría nos ayuda a diseñar un plan de rehabilitación del suelo pélvico personalizado”, explica Cobián.

Ambas doctoras insisten en la importancia de consultar ante los primeros síntomas de estreñimiento o incontinencia. Subrayan que son problemas frecuentes, que afectan a personas de todas las edades y que pueden tratarse con éxito. “Existen pruebas sencillas y tratamientos eficaces que permiten recuperar la calidad de vida. Lo más importante es identificar el problema y acudir al especialista”, concluye la doctora Cobián.

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