La infidelidad femenina siempre se ha mirado desde el mito y el juicio patriarcal, diciendo principalmente que se debe a una insatisfacción en las relaciones sexuales. No obstante, los estudios psicológicos modernos revelan que no es este el motivo tras las mujeres infieles. La realidad es mucho más compleja.
Las carencias que, directa o indirectamente, buscan llenar en las infidelidades son profundamente emocionales. Van más allá de lo físico. Y son, precisamente, las más difíciles de admitir y de revelar.
¿Por qué son las mujeres infieles? Las causas principales de su infidelidad

Los últimos estudios psicológicos señalan las dos causas principales de la infidelidad de la mayoría de mujeres: la desconexión de la relación y las carencias emocionales en esta.
Estas causas son provocadas al sentirse ignoradas o poco apreciadas por sus parejas. Tratan de sentirse comprendidas, escuchadas y valoradas. Es una intimidad no sexual que muchas de ellas ya no encuentran en su relación.
La figura del amante, según explican los psicólogos, funciona como un catalizador.
El costumbrismo termina desvaneciendo los detalles, la pasión y la atención en muchas relaciones. Por tanto, un amante que trae de nuevo estos elementos a la vida de una mujer, le hace sentirse muy valorada, atendida y deseada en todos los sentidos, y se deja llevar por sus impulsos fuera de la relación principal.
Otra causa también incomprendida es sufrir una crisis personal, aunque las cosas en la relación estén bien. Los principales factores son la baja autoestima junto con la búsqueda de validación, el aburrimiento psicológico causado por la rutina y la monotonía, y la carga de las responsabilidades que quita autonomía y pasión en pareja.
En la persona amante, encuentran una vía de liberación, de recuperación de esa “chispa”, de validación y deseabilidad. Algo muy importante a nivel emocional que muchas mujeres sienten que pierden con el paso de los años.
Otras razones significativas, pero menos comunes

También hay otras razones a nivel psicológico, menos comunes pero igual de importantes, por las que las mujeres terminan siendo infieles.
Una muy relevante es la venganza. Una acción grave por parte de la pareja, como precisamente una infidelidad, lleva a la mujer a tomar represalias o castigos para tratar de causar el mismo daño emocional que han sufrido. Justifican una aventura con terceros como tal.
Asimismo, otra causa incomprendida pero significativa es ser infiel para terminar una relación. Hay mujeres que no saben cómo poner fin a algunas relaciones, o simplemente no son conscientes de que quieren cortar con su pareja.
En los dos casos, hallar un o una amante es, para ellas, el método de ruptura para evitar reflexiones o conversaciones profundas.
Por último, aunque no es tan común ni relevante como se cree, la insatisfacción sexual no deja de ser una causa de la infidelidad. No obstante, en casi todos los casos está más relacionada con lo emocional que con el deseo carnal.
La calidad de la conexión y la pasión íntima con la pareja muchas veces se extingue. Por ende, para las mujeres donde la sexualidad es muy importante, esta pérdida trata de suplirse en otras personas.
En definitiva, si crees que tienes algunos de estos sentimientos, o simplemente tienes dudas con tu pareja, lo mejor es hablarlo directamente con ella y/o con un profesional psicológico para entenderlos mejor.
Guardarse estos pensamientos no es bueno ni para uno/a mismo/a, ni para la otra persona que conforma la relación.