¿Qué vino tiene más azúcar el blanco o el tinto?

A la hora de consumir bebidas alcohólicas nos aparecen muchas dudas sobre cuál es la más saludable, siendo una de ellas el vino, pero dentro de esta, ¿cuál tiene menos azúcar, el tinto o el blanco?

Aunque no sea lo más saludable del mundo, el alcohol forma parte de nuestras vidas, pues está asociado a nuestras relaciones sociales y lo tomamos de forma muy habitual cuando salimos o en casa. Pero ya está en nuestra mano el hacerlo de forma más o menos responsable. Sin embargo, cada vez está más inmiscuida en la realidad social el mantenerse lo más saludable posible y por eso incluso cuando hablamos de alcohol. Hay bebidas alcohólicas que engordan mucho menos que otras, y una de las que mejores propiedades presenta es sin duda el vino, que puede llegar incluso a ser ‘sano’, pero es verdad que tiene mucha variedad, así que hay que elegir según cuál nos convenga.

Por ejemplo, uno de los aspectos que más le preocupa a muchas personas es el contenido de azúcar. Ya sea por razones de salud, por mantener un estilo de vida más saludable o por simple curiosidad, entender la cantidad de azúcar presente en cada tipo de vino es fundamental. En particular, surge una duda común: ¿qué vino tiene más azúcar, el blanco o el tinto?. Y para responder a esta pregunta, es necesario comprender varios factores, como el tipo de uva utilizada, el proceso de vinificación y el estilo de vino en cuestión.

¿De dónde viene el azúcar del vino?

El azúcar en el vino proviene naturalmente de las uvas. Durante la fermentación, las levaduras convierten los azúcares presentes en el zumo de la uva en alcohol. Sin embargo, no todo el azúcar se convierte en alcohol; algunos vinos tienen un mayor contenido de azúcar residual, el cual puede variar dependiendo de varios factores. En términos generales, los vinos secos (tanto tintos como blancos) contienen menos azúcar residual que los vinos dulces o semidulces.

El azúcar del vino blanco

El vino blanco suele ser más ligero y fresco que el tinto, y muchas veces se asocia con una mayor cantidad de azúcar, especialmente en los vinos de estilo dulce. Aunque en parte es así, realmente los vinos blancos pueden ser secos, semisecos o dulces, lo que influye directamente en la cantidad de azúcar residual. Aunque a la vez es cierto que los vinos blancos secos, como el Sauvignon Blanc, el Chardonnay o el Pinot Grigio, suelen tener menos azúcar que los vinos tintos secos.

Vino Blanco

En general, un vino blanco seco puede contener entre 0 y 4 gramos de azúcar por litro. Sin embargo, cuando hablamos de vinos blancos dulces, como el Riesling o el Moscato, el contenido de azúcar puede ser considerablemente más alto, con hasta 60 gramos de azúcar por litro o más, dependiendo de cuál se trate.

El azúcar del vino tinto

Por otro lado, los vinos tintos suelen tener una mayor concentración de taninos debido a la piel de la uva, lo que les da una textura más robusta y un sabor más complejo. Aunque los vinos tintos secos también contienen poco azúcar residual, tienden a tener una cantidad ligeramente superior en comparación con los vinos blancos secos. Esto se debe a que las uvas tintas, como la Cabernet Sauvignon, la Merlot o la Tempranillo, contienen más azúcar en su estado natural, lo que puede resultar en una mayor concentración de azúcar en el vino final.

Vino - Salud

Una mujer disfruta de su copa de vino

Los vinos tintos secos suelen contener entre 0 y 2 gramos de azúcar por litro, lo que los hace comparables a los blancos secos. Sin embargo, al igual que en los blancos, los vinos tintos también pueden encontrarse en versiones más dulces, como los vinos de postre o fortificados, los cuales pueden contener una cantidad significativa de azúcar residual.

¿Cuál tiene más azúcar?

En términos generales, tanto los vinos blancos como los tintos secos tienen un contenido de azúcar bastante bajo, por lo que la diferencia en azúcar entre ambos tipos de vino no es sustancial. Sin embargo, cuando se comparan los vinos dulces, los blancos suelen ser los que contienen más azúcar, debido a que muchas variedades blancas se producen en estilos más dulces.