La cultura de las bebidas alcohólicas es amplia y diversa. Cada copa conlleva un sabor único y una experiencia determinada, pero el alcohol también posee un perfil nutricional específico que puede influir en nuestra salud.
A medida que crece la conciencia sobre la importancia de un estilo de vida positivo, muchos se preguntan cuál de las bebidas alcohólicas es más saludable. O, mejor dicho, cuál de ellas ofrece los mayores beneficios para la salud sin aportar un exceso de calorías, teniendo en cuenta que todo alcohol en exceso es malo y conlleva notables riesgos.
El vino
El vino, especialmente el tinto, es conocido por su riqueza en polifenoles (entre ellos el resveratrol), que tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Estos compuestos han sido asociados con una serie de beneficios para la salud, incluyendo la mejora de la salud cardiovascular y la reducción del riesgo de ciertas enfermedades crónicas.
El vino tinto contiene una concentración significativa de antioxidantes como el resveratrol, que puede ayudar a prevenir enfermedades del corazón al aumentar el nivel de colesterol HDL y prevenir la formación de coágulos de sangre. Además, los flavonoides y el tanino presentes en el vino tinto contribuyen a sus propiedades cardioprotectoras y antiinflamatorias.
El contenido calórico del vino puede variar. Pero, en promedio, una copa de vino de 150 ml contiene aproximadamente 125 calorías. Es importante destacar que el contenido calórico puede aumentar con la dulzura del vino. Por lo tanto, los vinos secos suelen tener menos calorías que los semidulces o dulces.
Para disfrutar del vino de manera saludable, se recomienda limitar el consumo a una o dos copas al día. Optar por vinos tintos de alta calidad y consumirlos con la comida puede mejorar la absorción de sus antioxidantes y reducir el impacto del alcohol en el nivel de azúcar en la sangre.
La cerveza
La cerveza, una de las bebidas alcohólicas más antiguas y populares del mundo, posee un conjunto único de nutrientes y antioxidantes. Cuando se consume con moderación y uno no se pasa con ella, la cerveza puede ofrecer beneficios para la salud, incluyendo propiedades nutricionales derivadas de los ingredientes naturales con los que se elabora.
La cerveza contiene varias vitaminas del grupo B, minerales como el silicio (esencial para la salud ósea) y una variedad de antioxidantes que provienen de la malta y el lúpulo. Además, es una fuente de probióticos naturales debido al proceso de fermentación que puede favorecer la salud digestiva.
El contenido calórico de la cerveza varía según su tipo y marca, pero una lata estándar de cerveza de 355 ml puede contener entre 100 y 150 calorías. Las cervezas ligeras ofrecen una alternativa de menor contenido calórico, mientras que las cervezas artesanales o con mayor contenido alcohólico tienden a ser más calóricas.
Para disfrutar de la cerveza de forma saludable, es recomendable limitar el consumo a no más de una pinta al día. Elegir cervezas con menor contenido alcohólico y calórico puede ayudar a mantener el consumo dentro de límites saludables. Además, intercalar el consumo de cerveza con agua puede ayudar a reducir la ingesta de alcohol y calorías.
La sidra
La sidra, una bebida fermentada a partir del jugo de manzana, es apreciada por su sabor afrutado y puede ser una alternativa más ligera al vino y a la cerveza. Contiene antioxidantes provenientes de las manzanas, como la vitamina C y varios polifenoles, que pueden contribuir a sus propiedades saludables.
La sidra está hecha principalmente de manzanas, una fruta que contiene antioxidantes naturales y fibra dietética. Aunque la mayor parte de la fibra se pierde durante el proceso de fermentación, los polifenoles, como la quercetina, se conservan y contribuyen a los beneficios antioxidantes de la sidra. Estos compuestos pueden ayudar a proteger contra enfermedades cardíacas y mejorar la salud del sistema inmunológico.
El contenido calórico de la sidra puede variar, pero en líneas generales una botella de 355 ml de sidra contiene alrededor de 150 a 200 calorías, lo que la sitúa en un rango similar o ligeramente superior al de la cerveza. Las sidras con menor contenido de azúcar son opciones con menos calorías.
Al igual que con otras bebidas alcohólicas, la moderación es clave al consumir sidra. Optar por sidras secas en lugar de variedades dulces puede reducir la ingesta de azúcar y calorías. Disfrutar de la sidra con moderación, preferiblemente acompañada de comida, puede ayudar a mitigar los efectos del alcohol y apreciar mejor su sabor.
El cava es la bebida alcohólica más saludable
El cava, un tipo de vino espumoso originario de España, se ha ganado la reputación de ser una bebida festiva y elegante. Al igual que otros vinos espumosos, el cava se produce mediante la fermentación secundaria, que confiere sus burbujas características. Esta bebida combina el perfil nutricional del vino con el placer efervescente de las burbujas.
Al igual que el vino blanco, el cava contiene una variedad de antioxidantes como los polifenoles y ciertas vitaminas, como la vitamina B y el potasio. Estos componentes contribuyen a los beneficios para la salud del cava, incluyendo propiedades antiinflamatorias y la capacidad de mejorar la salud cardiovascular.
El cava, especialmente en sus variantes brut, que son las menos dulces, contiene menos azúcar y, por ende, menos calorías que otros vinos espumosos o bebidas alcohólicas. Una copa estándar puede contener entre 80 y 100 calorías. Por ello, es una de las opciones más ligeras entre las bebidas alcohólicas tradicionales. Se convierte de esta forma en la bebida alcohólica más saludable.
Elegir cava brut o extra brut te ayudará a minimizar el contenido de azúcar y calorías. Como sucede con todas las bebidas alcohólicas, se recomienda consumir el cava con moderación, limitando la ingesta a una o dos copas en ocasiones especiales, y siempre acompañando el consumo con alimentos para moderar su absorción y efectos.