Las expertas

¿Por qué sube tanto Vox? “No es un voto estratégico, es emocional, de enfado”

Las periodistas María Dabán y Pilar Velasco analizan los últimos resultados del CIS y exploran las claves del ascenso de Vox en intención de voto

Santiago Abascal es el gran protagonista del último barómetro del CIS. Tras catarata de escándalos que rodean a Pedro Sánchez, la encuesta de José Félix Tezanos detecta una caída de hasta siete puntos en intención de voto para el PSOE, aunque mantiene el liderazgo. Si bien, el trasvase de votos no va a parar al PP de Albert Núñez Feijóo, que apenas recoge el desgaste. En cambio, Vox se dispara hasta el 18,9 % en intención de voto, su dato más alto hasta la fecha. ¿Cuáles son las razones? ¿Hay cocina en los últimos datos del CIS? Responden a Artículo14 las analistas María Dabán y Pilar Velasco.

El líder de Vox, Santiago Abascal, en una intervención en el Congreso.
EFE

La columnista de Artículo14 y analista de El Hormiguero María Daban lo tiene claro: “El problema del CIS de Tezanos —ya no se le puede llamar solo el CIS— es que nunca es de fiar porque siempre va a ser tendencioso, siempre va a buscar un objetivo con el que favorecer a su señor”, en relación al presidente del Gobierno. Recuerda cómo, durante el debate sobre la amnistía, las encuestas no recogieron la opinión de la ciudadanía, pero sí se preguntó si a los españoles les gustaba más la tortilla con o sin cebolla.

“El sondeo de ayer, realizado después de la entrada en prisión de Santos Cerdán, un caso del que el propio Tezanos tiene dudas de que pueda ser un montaje, recoge un desplome de siete puntos de los socialistas a los que sigue situando delante del PP”, añade.

Para Daban, el sondeo de esta semana cumple un objetivo político muy concreto: “Tezanos quiere advertir a los votantes de izquierda que se están pensando votar a otra opción política o quedarse en casa, que el Partido Popular no podría gobernar en solitario y que, sí o sí, Feijóo tendrá que incumplir su promesa y meter a Abascal en su Gobierno si quiere llegar a la Moncloa”.

Pilar Velasco, directora de Demócrata y también analista de esta casa, reconoce que, pese al desgaste de credibilidad del CIS, “es relevante mirar los datos porque de alguna manera coinciden con las tendencias que están mostrando el resto de encuestadoras privadas”. Para Velasco, el repunte de Vox se explica en parte por la gestión de la DANA y el sentimiento de abandono institucional: “Desde ahí hubo un sentimiento de falta de gestión de la Generalitat o incluso del Gobierno central y, por las causas que sean, vimos que se aumentó fuertemente el voto a Vox”.

EFE/Borja Sánchez-Trillo

Voto emocional

Ese voto, sostiene, no es estratégico ni responde a un análisis sobre las posibilidades de gobernabilidad, sino que es profundamente emocional. “Hay un voto de protesta del electorado de la derecha, sobre todo en jóvenes, que no hacen un cálculo estratégico. No es un voto estratégico, es un voto emocional, es un voto de enfado. Ese espectro de votante conservador, ultraconservador o liberal está premiando a Vox, que es un partido que no ha gestionado gobiernos. Cuando llevaba un año en gobiernos autonómicos, antes de aprobar presupuestos, salió. Por tanto, no hay manera de castigar su gestión: ante esa imposibilidad, se le premia como voto de enfado”.

La corrupción, mientras tanto, alimenta el discurso antisistema de la formación de Abascal. “La corrupción del PSOE sí favorece a Vox”, apunta Velasco. “El discurso de Santiago Abascal en la comparecencia de Pedro Sánchez era: ‘ustedes son iguales, PP y PSOE pactan en Europa y son iguales repartiéndose los grandes casos de corrupción’. Ahí tiene Vox un discurso antisistema con el que intenta capitalizar el voto del desconcierto con la corrupción y la desafección del ciudadano, que ve cómo en la anterior legislatura el PP tuvo un gran caso y ahora el PSOE, partido de Gobierno, tiene otro”, argumenta.

EFE/ Borja Sanchez-trillo

No hay sobrerrepresentación

Ambas periodistas coinciden en que no hay una sobrerrepresentación artificial del voto a Vox en este barómetro. “Tiene una base electoral muy sólida que no termina de desgastarse en las encuestas”, dice Velasco. “Si tuviese que pronosticar, pienso que tiene un electorado propio, sólido, y que ya le va a costar mucho al PP, en un corto plazo, despegar ese electorado de Vox y trasladarlo al PP”.

En cuanto a si Vox puede seguir creciendo, Daban lo duda desde una lógica programática: “Todas las encuestas muestran que Vox está fuerte, sobre todo porque, gracias a la ley electoral, ganaría muchos escaños por el desplome de la izquierda”. Velasco, sin embargo, señala que la incapacidad del PP para absorber parte de ese voto puede mantener la tendencia de ascenso en el partido de extrema derecha. “El PP no es capaz de frenar esa trasferencia de voto que va desde su espacio electoral y la abstención a VOX. Si no logra subir en escaños, esa subida acabará en la formación de Abascal”.

Añade, además, una lectura europea: “Hay una corriente de voto identitario que sabe capitalizar Vox, con tendencia mundial. Lo vemos en EEUU y en los países de nuestro entorno europeo, donde han tenido que formarse coaliciones para frenar a las marcas de ultraderecha. Por tanto, sí: Vox puede seguir creciendo. Y si no crece, mantenerse complica la gobernabilidad del PP”.