Antes de que el Palacio de La Moncloa se convirtiera en su residencia oficial, Pedro Sánchez y Begoña Gómez vivieron con sus hijas en una zona privilegiada de la Comunidad de Madrid, alejada del ruido del centro de la capital pero muy cerca del corazón político del país. El actual presidente del Gobierno y su familia tenían su hogar en Pozuelo de Alarcón, una de las localidades más exclusivas y con mayor renta per cápita de España.
Más concretamente, su vivienda estaba situada en Prado de Somosaguas, una urbanización de alto nivel que goza de estrictas medidas de seguridad y un entorno ideal para quienes buscan privacidad, tranquilidad y calidad de vida. Allí residió la familia hasta 2018, año en que Sánchez asumió la presidencia y se trasladó al complejo presidencial de La Moncloa, como marca el protocolo institucional.
Una vida familiar en un entorno de lujo
En esta zona de Pozuelo, caracterizada por su discreción y alto nivel, la familia Sánchez Gómez disfrutaba de todas las comodidades propias de una urbanización de élite: viviendas unifamiliares con amplios jardines, piscinas privadas, pistas deportivas y zonas verdes pensadas para el ocio familiar.

Prado de Somosaguas es vecina de otras conocidas urbanizaciones como La Finca o Somosaguas, lugares habituales de residencia de celebridades, empresarios y antiguos altos cargos de la política. La urbanización está además dotada de un sistema de control de accesos y vigilancia las 24 horas, lo que garantiza una privacidad difícil de conseguir en otras partes del área metropolitana.
Este enclave no solo es un remanso de paz en las afueras de Madrid, sino que también se encuentra a pocos minutos en coche del centro político y económico del país, lo que convierte a Pozuelo en una ubicación estratégica para quienes combinan trabajo institucional con vida familiar.

El hogar de una pareja en ascenso político
Pedro Sánchez, economista de formación, ha estado en primera línea de la política desde hace más de una década. Su ascenso fue rápido: tras convertirse en secretario general del PSOE en 2014 y dimitir dos años después, regresó con fuerza en 2017 para liderar el partido hasta la presidencia del Gobierno en 2018.
Durante todos esos años, la casa familiar de Prado de Somosaguas fue testigo de una vida marcada por la conciliación entre lo personal y lo político. Begoña Gómez, su esposa, ha mantenido un perfil institucional más discreto, centrada en su carrera profesional en el ámbito académico y empresarial, al tiempo que ha participado en actos públicos de manera puntual.

En esa etapa previa a La Moncloa, la pareja compartía su día a día con sus dos hijas en un entorno apacible, rodeado de zonas verdes, colegios de alto nivel y todos los servicios necesarios para una familia que, en aquel momento, todavía vivía alejada del foco constante de la presidencia.
De Pozuelo a La Moncloa
Tras la moción de censura que llevó a Pedro Sánchez al poder en junio de 2018, la familia dejó atrás su casa en Pozuelo para instalarse en el complejo de La Moncloa, que incluye la residencia oficial del presidente del Gobierno.
Aunque el protocolo obliga al traslado por razones de seguridad y agenda institucional, se sabe que la familia mantiene aún su casa en Prado de Somosaguas, conservando ese lugar como referencia personal y familiar. Desde entonces, el ritmo de vida del matrimonio cambió drásticamente, con una mayor exposición pública y responsabilidad institucional.