Las crisis del PSOE no hacen más que aumentar, cada día el partido socialista es sacudido por un nuevo escándalo. Sin embargo, eso no impedirá que Pedro Sánchez, presidente del gobierno, y su esposa, Begoña Gómez, pasen las vacaciones un año más en la Mareta, un precioso palacio en Lanzarote.
El lugar escogido por el presidente para descansar junto a su familia es un año más La Mareta, una residencia de alto nivel situada en Teguise, conocida por su arquitectura singular y su privilegiada ubicación frente al mar.
Un enclave con historia y lujo en cada rincón
La Mareta no es un alojamiento cualquiera. Se trata de un palacio diseñado por el artista César Manrique, símbolo del estilo arquitectónico canario, con paredes encaladas, líneas limpias y detalles tradicionales reinterpretados con una visión moderna. Las chimeneas abovedadas y los balcones de madera recuerdan a la arquitectura colonial, y su diseño dialoga en armonía con el entorno volcánico de la isla.
El nombre de la residencia proviene de una antigua cisterna excavada en el suelo, conocida en la zona como “mareta”. La propiedad se extiende sobre más de 30.000 metros cuadrados, de los cuales 1.900 están edificados y cerca de 10.000 corresponden a jardines interconectados por senderos y vegetación local.
Una residencia digna de jefes de Estado
La Mareta cuenta con diez bungalows privados, dos piscinas, un lago ornamental, acceso directo al mar y hasta un helipuerto, lo que la convierte en una residencia perfecta para altos cargos y visitas internacionales. Aunque no es la primera vez que Pedro Sánchez se aloja en este enclave, su uso está reservado únicamente a visitas institucionales o de interés público, pues pertenece a Patrimonio Nacional desde que el rey Juan Carlos I la recibió como regalo del rey Hussein de Jordania en 1989.

Irónicamente, el monarca jordano nunca llegó a utilizarla, aunque sí lo hizo uno de sus hijos durante su luna de miel.
Una joya gestionada por el Estado
Desde 2015, por deseo de Felipe VI, La Mareta se utiliza con fines relacionados con la promoción turística de España. Para ello, existe un convenio de colaboración entre Patrimonio Nacional y el Ministerio de Turismo, que regula su uso exclusivo.
El mantenimiento de este complejo no es menor: unos 10.000 euros mensuales. A lo largo de los años, ha acogido a diversas personalidades nacionales e internacionales, siendo un símbolo de hospitalidad y diplomacia española.

Un retiro presidencial en plena oleada de escándalos
Esta escapada estival de Sánchez se produce en un contexto de cierta tensión política, especialmente tras haberse destapado los casos de corrupción del PSOE, entre ellos Ábalos-Koldo y Santos Cerdán, así como el último sobre Salazar. La elección de Lanzarote como destino no es nueva: en años anteriores, tanto en Navidad como en verano, el presidente ha recurrido a este enclave para descansar.
Con vistas al Atlántico, clima suave y un entorno que combina naturaleza, diseño y privacidad, La Mareta se consolida como uno de los refugios más exclusivos del país, reservado para quienes desempeñan responsabilidades de alto nivel en el Estado.