Felipe González, quien presidió el Gobierno de España entre 1982 y 1996, sigue siendo una de las figuras políticas más influyentes y observadas del país. A pesar de haberse retirado de la vida institucional, su figura continúa generando interés no solo por sus posicionamientos políticos actuales, sino también por su vida personal. Entre las preguntas más recurrentes: ¿dónde vive Felipe González en la actualidad?
Una vida en el corazón de Madrid
El expresidente reside en Madrid, en pleno barrio de Salamanca, una de las zonas más exclusivas y cotizadas de la capital. Su vivienda, de aproximadamente 400 metros cuadrados, refleja un estilo de vida discreto pero elegante, en consonancia con la imagen pública que ha cultivado a lo largo de las últimas décadas.
Ubicado en un distrito que destaca por sus avenidas señoriales, boutiques de lujo y alta gastronomía, González ha sabido elegir un entorno que le proporciona privacidad, confort y proximidad a los principales focos políticos, culturales y sociales del país. No es raro verle pasear por la zona o compartir mesa en alguno de los restaurantes más emblemáticos del barrio.
El barrio de Salamanca: lujo y tradición
Vivir en el barrio de Salamanca no es para cualquiera. Se trata de una de las zonas más caras de España para adquirir o alquilar una vivienda. Según datos actualizados a abril de 2025, el precio medio por metro cuadrado alcanza los 9.589 euros, mientras que el alquiler medio se sitúa en los 26,3 euros por metro cuadrado.
Más allá de los datos económicos, esta área destaca por su ambiente selecto y tranquilo, alejado del bullicio del centro histórico madrileño. Es habitual que altos cargos políticos, empresarios de éxito o figuras del espectáculo elijan esta zona para establecer su residencia.

Una segunda vida en Guadalupe, Cáceres
Aunque su residencia principal se encuentra en Madrid, Felipe González también posee una finca en el municipio de Guadalupe, en la provincia de Cáceres. Esta propiedad, adquirida en 2012, se ha convertido en su refugio personal y espiritual, donde se retira con frecuencia en busca de tranquilidad y contacto con la naturaleza.
La finca, de unos 600 metros cuadrados, está situada en plena sierra de Villuercas-Ibores-Jara y rodeada de exuberante vegetación. Allí, González cultiva una de sus grandes pasiones: el cuidado de bonsáis y árboles autóctonos, una actividad que le conecta con la tierra y le ofrece un respiro de la agitación política.
Durante la pandemia, pasó largas temporadas en esta finca acompañado de su pareja, disfrutando de una vida más pausada y alejada de los focos mediáticos. Además de su función como espacio personal, también es conocida por acoger reuniones privadas con políticos y figuras relevantes del ámbito público.
Su pareja y su vida privada
Desde 2012, Felipe González mantiene una relación estable con Mar García Vaquero, empresaria vinculada a los círculos sociales más exclusivos de la capital. La pareja ha optado por un perfil bajo en los medios, evitando exposiciones innecesarias y manteniéndose al margen del espectáculo mediático.
Anteriormente, González estuvo casado con la también política Carmen Romero, con quien compartió vida durante casi cuatro décadas, hasta su divorcio en 2008.
Un políglota en la política
Aunque el español es su lengua materna, Felipe González también domina el francés, idioma que aprendió en su juventud y utilizó ampliamente en su carrera política internacional, especialmente en sus primeros años como presidente. Además, maneja el inglés a nivel conversacional, lo que le ha permitido desenvolverse con fluidez en encuentros diplomáticos y foros globales.
Entre el poder y la serenidad
La residencia actual de Felipe González en el barrio de Salamanca y su finca en Cáceres son el reflejo de sus dos facetas: la del hombre que estuvo al mando del país durante 14 años, y la del ciudadano que hoy busca equilibrio entre la vida pública y el retiro personal. Su hogar en Madrid lo mantiene cerca del pulso político, mientras que su refugio en Guadalupe le ofrece la serenidad de los árboles y del tiempo.