José Luis Ábalos lamenta la dureza con la que se refirió a él Pedro Sánchez en el pleno del pasado miércoles, niega cualquier tipo de acuerdo con la Fiscalía Anticorrupción y se revuelve una vez más contra el trabajo realizado por la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil. El exministro es especialmente crítico con el Instituto Armado, del que opina intenta “sembrar la duda de la financiación irregular” del PSOE.
Este nuevo choque con la Guardia Civil nace de un oficio de los agentes enviado al juez Leopoldo Puente para que le permitan pedir información al PSOE sobre las donaciones realizadas por el exministro entre los años 2014 y 2024. También quieren que el Congreso de los Diputados acredite lo que ingresó por ser diputado en esos mismos años.
Ábalos, en conversación con Artículo14, asegura que le parece “hilarante la tendenciosidad” de los agentes investigadores que, opina, “solo buscan sembrar la duda de la financiación irregular del PSOE”. Dicho esto, afirma que que lo solicitado al juez “tiene una sencilla explicación” y que se trata del “enésimo error de la UCO”.
En este sentido, Ábalos se refiere a “las confusiones” que ha ido teniendo el Instituto Armado a lo largo de la investigación, cuando confundió pesos colombianos con dólares y le atribuyeron, erróneamente, un chalet de 2,1 millones de dólares. O cuando la Guardia Civil le achacó ingresos de 500.000 euros en dietas cuando en realidad eran los gastos de todas las comitivas de sus viajes oficiales como ministro, según su relato.
Por eso, Ábalos denuncia una vez más “el sesgo con el que actúa la UCO” y afirma que “no tienen nada” contra él.
En su último oficio, la UCO dice haber encontrado diferencias entre las cantidades que Hacienda tiene reflejadas como ingresos y donaciones de Ábalos y lo que, realmente, muestran sus cuentas bancarias. Es decir, según la Agencia Tributaria, Ábalos ingresó 751.427 euros del Congreso en diez años, pero en sus cuentas solo hay 79.841 euros reflejados en concepto de “retribuciones, dietas, complementos y otras percepciones económicas”. Por otro lado, en sus declaraciones de la renta, las donaciones al partido ascienden a 79.841 euros y, sin embargo, de las cuentas bancarias analizadas por la UCO solo salieron 8.471 euros.
Así las cosas, el juez dio la orden de investigar esos decalajes. Su objetivo es conocer a la perfección el verdadero patrimonio de Ábalos para poder determinar si hubo enriquecimiento ilícito por cobrar mordidas de la adjudicación de obra pública amañada.
“Cuando uno toma posesión de diputado firma una autorización para que sea el grupo parlamentario el que cobre tu nómina. Se hace así desde siempre. Cuando llega tu nómina el Congreso lo pasa al Grupo y se queda con la parte proporcional que se conoce como impuesto revolucionario que suele ser un 10%. Por tanto, tu nomina no la percibes de la Cámara sino que te la ingresa el partido ya con el impuesto descontado”, es la explicación que Ábalos da en declaraciones a este periódico.
Y añade que los 79.841 euros recibidos “son las dietas del Congreso que sí te las manda directamente por todas las misiones realizadas en diez años de diputado”. Viajes oficiales en los que era enviado por la Cámara Baja. Ábalos explica que ahora, al pertenecer al Grupo Mixto, sí estaría recibiendo la nómina directamente del Congreso y que en concepto de esas dietas le estarían pagando el kilometraje del desplazamiento a la capital. De ahí, dice, que no cuadre lo recibido en su cuenta con lo declarado en Hacienda.

Mismo argumento utiliza Ábalos sobre las diferencias en las donaciones del PSOE: “En la declaración de la renta sale automáticamente reflejado lo ya donado al grupo parlamentario de mi nómina de diputado en concepto de impuesto. De mi cuenta bancaria, solo salía lo que se llama cuota del partido, por eso hay diferencia entre lo que doné y lo que salió directamente de mi cuenta bancaria”, relata.
Versión que desde el propio PSOE certifican, y aseguran que esas aportaciones “están perfectamente declaradas en la Agencia Tributaria”.
Ábalos dolido con Sánchez
Por otra parte, el exministro lamenta la dureza con la que se refirió a él este miércoles el presidente del Gobierno cuando, afirma, “aún solo hay indicios” sobre él. También está molesto con el trato de los medios de comunicación “por tratarle como culpable” e inmiscuir a personas “que nada tienen que ver con la causa”.
Además, desmiente que esté intentando llegar a pactos con la Fiscalía. Dice que en ningún momento ha ofrecido información al ministerio Público a cambio de beneficios penitenciarios. Algo que este periódico viene contando desde hace días. Por último, asegura que “no” está en contacto con Santos Cerdán aunque añade que él en su etapa de ministro “jamás ha mantenido relación estrecha con empresarios”.