La noticia de la separación entre Irene Rosales y Kiko Rivera ha sacudido la crónica social en los últimos días. Ambos formaban una de las parejas más seguidas del panorama mediático. Y el anuncio de su ruptura ha coincidido con la difusión de unas imágenes que han levantado muchas preguntas.
En el programa TardeAR se emitió un vídeo en el que se puede ver a la sevillana cenando con un hombre cuya identidad ha sido protegida mediante pixelado, lo que ha abierto el debate sobre si esta cita tuvo lugar antes de la ruptura definitiva con el DJ.
El vídeo que ha generado la polémica
Según explicó el espacio televisivo, la grabación llegó a la redacción el pasado 25 de agosto por la noche. Es decir, antes de que trascendiera públicamente la separación entre Irene Rosales y Kiko Rivera. En las imágenes, se aprecia a la excolaboradora televisiva en un restaurante, acompañada por un varón. Lo que de inmediato levantó especulaciones sobre la naturaleza de esa relación.
El hecho de que las imágenes se conocieran de forma paralela a la confirmación de la ruptura ha alimentado todo tipo de comentarios en los medios y en redes sociales, situando a la sevillana en el centro de un foco mediático al que estaba menos expuesta en los últimos tiempos.
La persona que grabó la secuencia ofreció detalles de lo ocurrido. Según explicó, Irene Rosales vestía de forma natural, con unas botas y un vestido negro ajustado, mientras que a su acompañante lo describió con un escueto: “Él era monillo”.
Más allá del aspecto físico, lo que más ha dado que hablar fue la actitud de la pareja durante la velada. La informante aseguró que a Irene Rosales “se le veía una sonrisilla muy cómplice” y remató su relato señalando que, al finalizar la cena, “se fueron juntos en un coche grande”.
Este testimonio, sumado al silencio inicial de los protagonistas, ha disparado las especulaciones en torno a si la cita se produjo cuando todavía existía vínculo matrimonial con Kiko Rivera.
La versión de Raquel Bollo
Tras la emisión del vídeo, Raquel Bollo, amiga cercana tanto de Irene Rosales como de Kiko Rivera, decidió intervenir públicamente para aclarar algunos puntos. Según contó, había hablado directamente con Rosales, quien le aseguró que el hombre con el que fue vista es simplemente un amigo y que no existe ningún vínculo sentimental más allá de la amistad.
“Irene me ha dicho que a partir de ahora se dejará ver con amistades masculinas y que no piensa ocultarlo”, señaló Bollo. Con estas palabras, la sevillana trataría de dejar claro que la cena no debe interpretarse como una traición o como la causa de su separación con Kiko Rivera, sino como un gesto de normalidad en su nueva etapa personal.
La coincidencia entre la fecha de llegada del vídeo y el anuncio de la ruptura ha sido clave para que la polémica se dispare. La grabación llegó a la redacción el 25 de agosto por la noche, mientras que la noticia de la separación se confirmó oficialmente apenas unas horas después. Esa cercanía temporal ha hecho que muchos se pregunten si el matrimonio estaba ya roto cuando Irene Rosales apareció en ese restaurante.
Por el momento, ni Irene Rosales ni Kiko Rivera han querido ofrecer declaraciones extensas al respecto. Esto mantiene abierta la puerta a todo tipo de interpretaciones. Lo cierto es que la pareja llevaba tiempo atravesando momentos difíciles. La ruptura parecía inminente. Al final se ha materializado.