En el suroeste de la Península Ibérica, se halla una joya costera escondida de Portugal. No es tan masiva como Algarve, por suerte, pero alberga una gran belleza y playas prácticamente despejadas. Especialmente, ahora que se acerca el mes de septiembre.
Lo mejor de todo es que está a menos de 3 horas en coche desde Huelva, y el precio general tanto de restaurantes como hospedajes es realmente asequible. Todos estos factores hacen que se posicione como un destino a considerar, donde pasar unos días muy buenos sin que el bolsillo se resienta de más.
Playas y naturaleza en estado puro en esta joya costera escondida de Portugal
En el sur de Portugal, con una extensión de más de 100 kilómetros. se encuentra el Parque Natural do Sudoeste Alentejano e Costa Vicentina, popularmente conocido como Costa Vicentina. Cuenta con 4 concejos, muy bonitos cada uno, y con una naturaleza salvaje espectacular: desde dunares, pasando por islotes y arrecifes, hasta cabos, acantilados y playas.
Se dice que es uno de los litorales mejor conservados de toda Europa, y cuenta con flora y faunas realmente únicas. De hecho, hay expertos que viajan de todas las partes del mundo hasta allí para observarlas.
El calor de este lugar no es excesivo, rara vez se alcanzan y superan los 30ºC. Y estas temperaturas de entre 25 y 27 grados se extienden incluso hasta octubre, invitando al baño en las playas. Estas, por cierto, son de todas las formas y estilos, desde extensos y apacibles arenales, hasta pequeñas calas entre rocas y acantilados, e incluso salvajes costas perfectas para los surfistas.
Además, existen rutas para quienes quieren simplemente pasear, hacer senderismo, ciclismo y otros deportes, atravesando las diferentes “parroquias” y localizaciones naturales que se encuentran en esta joya costera escondida de Portugal.
Por qué pasar las vacaciones en la Costa Vicentina
Más allá de las playas y otros rincones naturales de este parque natural portugués, hay otros motivos por los que visitarlo y pasar allí unos días de vacaciones.
En general, los precios son asequibles casi todo el año. Incluso en temporada alta. Las actividades cuestan casi la mitad que en otras zonas de costa de Portugal, como Algarve. Los alojamientos pueden encontrarse por incluso 20 euros la noche, y 45 euros por noche en casas rurales. Son precios que invitan a pensarse el pasar allí unos días.
Además, la mayoría de restaurantes ofrecen menús caseros por un precio de entre 10 y 15 euros. Algo que cada vez es más difícil de ver en nuestro país. En estos locales, puedes probar el arroz de marisco, el queijo de cabra, los percebes, y otros alimentos y platos autóctonos. Una gastronomía local de calidad sin dejarse mucho dinero.
Algunos municipios destacados, por si quieres curiosearlos, son Odeceixe (probablemente, el que mejor situado está para visitar toda la zona), Aljezur (y sus preciosas playas) y Burgau (y su tranquilidad de pueblo pesquero) al sur. Pero lo mejor es tomar un punto base e ir curioseando los diferentes rincones de este territorio portugués.
En definitiva, si buscas un destino con naturaleza y playas naturales, pueblecitos con encanto y tradición, y lugares donde dormir y comer a precios realmente asequibles, la Costa Vicentina te espera con los brazos abiertos.