Habla la experta

“Hay que empezar a hablar de terrorismo machista”

La psicóloga y perita forense que acuñó el término “violencia vicaria” considera que se debe decretar un estado de alarma por la violencia contra las mujeres

sonia vaccaro psicóloga violencia vicaria
Sonia Vaccaro

Hoy, desgraciadamente, forma parte de nuestro vocabulario, pero fue ella, Sonia Vaccaro, quién acuñó el término “violencia vicaria”. Psicóloga desde hace más de cuatro décadas, perita forense y experta en victimología y violencia basada en el género. Es autora del libro Violencia vicaria, golpear donde más duele, un análisis con datos de 400 casos de este fenómeno.

Acuñó el término “violencia vicaria”. ¿Cómo llegó a esa nomenclatura?
Lo acuñé en el año 2012 a raíz del relato de las mujeres que me decían que eran amenazadas por estos individuos de los que se habían separado y tenían órdenes de alejamiento, pero sus hijas e hijos eran obligados a seguir frecuentándolos. Comencé a observar que estaban utilizando a las criaturas como objeto e incluso algunos llegaron a asesinarlos. Cobró notoriedad tras varios casos mediáticos, pero hace muchos años que estudio este tema y lamentablemente tengo que seguir diciendo que un maltratador no es un padre.

La ley establece que se debe suspender el régimen de visitas si hay maltrato, pero algunos jueces aplican la excepción y aluden al interés superior del menor

Me gustaría que la justicia no lo considerase así y no permitiese esos encuentros. Es importante que no disocien el delito de violencia contra la mujer, que vean que es peligroso para la mujer, y es peligroso para las hijas e hijos. Pero aquí estamos otra vez hablando de machismo, violencia contra las mujeres, sus hijas y sus hijos.

Siete menores han sido asesinados en menos de cuatro meses, dos, en la última semana.
Me parece aberrante, pero lamentablemente creo que hasta que no pongamos freno, pero de forma rotunda y contundente a esto, va a seguir pasando. Tenemos que hacer un estado de alarma de la violencia contra las mujeres. Esto no es un fenómeno al paso, esto es algo que de verdad se está produciendo. Lo estamos denunciando hace muchos años y ahora nos estamos dando cuenta de que estos individuos están dispuestos a todo, incluido a asesinar a las criaturas.

¿Estado de alarma?
Sí hay que ser contundente con esto, insisto, un estado de alarma, porque esto es una pandemia, como explicó la Organización Mundial de la Salud y lamentablemente, esto no va a terminar. Al contrario, lo que estamos viendo es que a estos individuos violentos se les está dando la razón en todas las instancias por donde las mujeres tratan de encontrar justicia y protección. Y que, aunque se le pone orden de alejamiento a la mujer, no es extensiva a las hijas y a los hijos. Por lo tanto, bueno, el resultado es lo que estamos viendo, que es tristísimo que estemos contando cadáveres. Es tristísimo, de verdad, y no se puede soportar esto.

¿Por qué cree que el sistema no advierte peligro en esas visitas con los padres maltratadores?

Bueno, porque el imaginario colectivo sigue siendo patriarcal, sigue protegiendo al pater familias. Ayer mismo -el martes- se quita la custodia de una criatura con un padre denunciado por violencia y se la arranca del hábitat y del entorno materno y se la manda a vivir con un maltratador. No hay derecho, de verdad. No tenemos derecho como sociedad a maltratar de esa forma a los niños y niñas en nombre del interés superior de un padre. Se sigue defendiendo a los hombres violentos.

¿Qué se puede hacer para cambiar esa percepción?
Educar, formar, no permitir que personas con este tipo de mentalidad trabajen en puestos de poder o donde tienen algún grado de decisión con respecto al bienestar de las criaturas y a una vida, a su derecho a vivir una vida libre de violencia en el entorno junto a su madre que lo protege. Eso tenemos que hacer. Tenemos que formar, por un lado y seleccionar muy bien las personas que van a trabajar en ciertos dispositivos que atienden a las mujeres maltratadas.

¿Están los políticos concienciados con este problema?
Mira, yo veo que en los discursos sí, pero, a veces, en las acciones no del todo. Es verdad que hay un grupo de gente que hace política negacionista, pero creo que son una minoría y que hay muchísima más gente trabajando políticamente desde lo partidario, que entienden que esto es algo muy grave que tenemos que atender.

De la misma forma que el mundo se puso frente y contra el terrorismo, que a día de hoy seguimos en los aeropuertos desvistiéndonos como rutina, este tema se tiene que tomar de la misma forma. El estado de alarma se tendría decretar desde el mismo momento que una mujer denuncia amenazas.
¿Se debería empezar a utilizar el término terrorismo machista?
Sí, sí, directamente sí. El otro día leí que Reino Unido lo iba a empezar a considerar como tal. Los medios tenéis mucho por hacer en esto y yo agradezco muchísimo que siempre estéis con la alarma y mostrándonos todo lo que está pasando, pero creo que tenéis que comenzar a hablar de terrorismo machista.

¿Qué mensaje se debería lanzar a la sociedad?
Tienen que saber que las niñas y los niños, por norma general, no mienten y que por razón de edad no tienen que discriminarlos cuando hablan y cuentan lo que les pasa. Hay que pedir respeto para las criaturas, no solo en las palabras, sino en los hechos.
Además, la sociedad también tiene que entender que un maltratador no es un padre, que padre es otra cosa. Y hay que creer a las mujeres cuando denuncian porque les cuesta muchísimo ir a la justicia, no lo hacen alegremente para dañar a nadie. Por favor, erradiquemos ese estereotipo de mujer pérfida, mala, dañina.

Denuncia una de cada cuatro mujeres, el resto está oculto y no lo conocemos. O sea, es exactamente lo contrario a lo que el machismo quiere implantar, que las mujeres denuncian falsamente. Eso no es así.