Un fenómeno popularizado en Chile durante los años 80, justo tras la dictadura de Pinochet. Y que ahora, se va extendiendo poco a poco a diferentes países; España, uno de ellos. No seremos nosotros quien exponga dónde están estos locales, pero su manera clandestina de publicitarse y darse a conocer, revelan mucho sobre ellos. Madrid, es la elegida para su primer ‘Café con Piernas’ oficial.
Aunque estos locales se presentan como bares o cafeterías convencionales donde se sirve café o copas, lo “atractivo”, según la propia publicidad, es que las camareras son exclusivamente mujeres y visten ropa muy escasa y provocativa. Uno de sus anuncios explica: “El concepto es sencillo: acudir a un local muy acogedor, pulcro, de ambiente minimalista a tomarse un café o copa, atendido por un conjunto de chicas simpáticas y muy educadas, cuya principal característica es lucir unas piernas de escándalo. Así de fácil”.
La barra desde la que atienden es de metacrilato transparente
Además, la barra desde la que atienden es de metacrilato transparente y el suelo sobre el que caminan las trabajadoras está elevado respecto al nivel del cliente, de manera que sus cuerpos quedan expuestos en primer plano.
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Existen diferentes tipos de locales; los clasifican entre cafés con piernas ‘más normalitos’, donde simplemente se toma un café y se disfruta de la compañía sin contacto físico aparente; y otros, denominados ‘más oscuros’. En estos últimos algunas trabajadoras pueden llegar a presentarse en bikini o totalmente desnudas.
Tienen prohibido tener relaciones sexuales dentro del local
Ellas mismas, las trabajadoras, recalcan que existe unos límites claros: Tienen prohibido tener relaciones sexuales dentro del local. Incluso si el cliente es habitual o deja buenas propinas, este límite se respeta, aseguran.
Pero entonces, ¿Qué lo diferencia de un prostíbulo? El horario principalmente, ya que ofrecen servicios en horario de cafeterías y bares, es decir, por la mañana y tarde, como una cafetería tradicional; de hecho, en muchos no está permitido la venta de alcohol.
“No deja de ser cosificación”
No obstante, la cuestión de fondo sigue siendo incómoda: ¿Estamos ante una forma de prostitución encubierta? ¿Se explota sexualmente a las trabajadoras?
“No deja de ser cosificación”, explica la psicóloga sanitaria especializada en trauma Noemí Álvarez Boyero. “Por definición, la cosificación sería reducir los atributos de una mujer a una parte del cuerpo, por lo cual ya el mismo eslogan nos dice que sí, que es cosificación”.
Este tipo de locales refuerza la idea de la mujer como objeto sexual
La psicóloga advierte también sobre el mensaje que transmiten estos negocios a la sociedad, especialmente a los jóvenes: “Cuanto más llevamos el foco a la idea de que somos importantes por cómo es nuestro cuerpo o una parte de nuestro cuerpo, más dejamos de lado lo necesario que tiene que ver con cultivar nuestra identidad, nuestros valores o nuestro mundo interno”.
Álvarez Boyero subraya que este tipo de locales refuerza la idea de la mujer como objeto sexual: “La importancia que tiene seguir construyendo esta idea de que la mujer está ahí para ser mirada. Y lo preocupante es que cada vez hay más autocosificación. No es solo algo que la sociedad imponga a la mujer, sino que las mujeres lo interiorizan y acaban defendiéndolo”.
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Este fenómeno, añade, tiene un impacto significativo en la salud mental y sexual de las mujeres: “Si la mujer comulga con estas ideas de que es un objeto sexual, su placer también viene muy determinado por la mirada del otro o el placer de la otra persona, lo que al final afecta su autoestima sexual”.
Sobre si se trata o no de prostitución, la psicóloga matiza que el límite es difuso: “Hemos visto en fenómenos como OnlyFans cómo se diluyen los márgenes cuando estamos hablando de exponer el cuerpo y de autocosificarse. La línea es cada vez más difusa entre hacer algo porque quiero o porque he interiorizado todos estos sesgos y no sé dónde están las diferencias entre unas cosas y otras”
Álvarez Boyero también señala el peligro de normalizar estas prácticas en la socialización de los adolescentes: “Es una etapa en la que están construyendo su identidad. Cuando se fomenta la idea de que valen por su cuerpo, se alimenta la inseguridad y se crean complejos cada vez más pronto. Además, se promueve una sexualización temprana que puede correlacionarse con una bajada preocupante de la libido que ya estamos viendo en consulta”.
¿Por qué no existen ‘Cafés con Piernas’ de hombres?
Advierte que la cosificación no es exclusiva de las mujeres, aunque tradicionalmente se haya tolerado más en ellas: “Quizás la sociedad ha sido más permisiva con estas conductas cuando el objeto a cosificar es la mujer. Aunque también es cierto que estas inseguridades están llegando más a los hombres, y no sería raro que en el futuro veamos también cafés con hombres”.
Así, el debate sigue abierto. ¿Son estos locales una simple estrategia comercial o una nueva cara de la explotación sexual?