Comité Federal

Sánchez se esconde tras las mujeres del PSOE ante la crisis de los puteros y la corrupción

El líder socialista llega al Comité Federal con nueva dirección e intentando "rebajar las críticas" de las feministas. Anuncia cambios para expulsar a los puteros del partido

Pedro Sánchez, se reúne con las secretarias y portavoces de Igualdad de los territorios.
EFE / PSOE / Eva Ercolanese

Pedro Sánchez se rodea de mujeres dirigentes para superar la peor crisis de sus siete años en La Moncloa. Para intentar recuperar parte de la credibilidad perdida por el Gobierno y el PSOE tras el estallido del caso Santos Cerdán. Y para evitar que el Partido Socialista deje de ser la formación más votada entre las mujeres.

En nombres y en gestos, el rearme que aspira a vender este sábado en el Comité Federal tiene mucho que ver con ellas. Con Rebeca Torró, flamante secretaria de Organización en sustitución de Cerdán, que duerme desde el lunes en Soto del Real. Con sus dos hombres adjuntos y una tercera, Anabel Mateos, que se repartirán las competencias de Organización que hasta ahora monopolizaron Cerdán y su número dos, Juan Francisco Serrano, que no repetirá en el cargo.

Sánchez se encomienda también a otra mujer reconocida a la interna, Montse Mínguez, secretaria general del grupo socialista en el Congreso de los Diputados. La diputada del PSC será la nueva portavoz federal en sustitución de Esther Peña, y contará con una adjunta, también mujer. Se trata de Enma López, concejal en Madrid y una de las habituales en las quinielas del partido. De los seis nombramientos anunciados, cuatro son mujeres, todas ellas con experiencia y predicamento en el partido.

Este sábado llega el momento de oficializar esos y otros cambios en la Comisión Ejecutiva Federal, pero en la víspera el secretario general socialista se dejó ver en un único acto público. De nuevo, entre mujeres. Eran las responsables territoriales de Igualdad y las portavoces de esta materia en las Cortes, y Sánchez las convocó en Ferraz para “rebajar las críticas” de cara al sábado, como sintetiza una veterana socialista.

A ellas les prometió modificar el Código Ético del PSOE para incluir como causa de expulsión el recurso al sexo por dinero. Será una falta muy grave “solicitar, aceptar u obtener un acto sexual de una persona a cambio de una remuneración”, según Ferraz.

Es un mandato del 41 Congreso Federal de diciembre de 2024, y parte de las feministas del partido han criticado en las últimas semanas cierta pasividad en la cúpula socialista para conseguirlo. Como han cuestionado que Sánchez haya dejado pasar más de un año y aún no ha vuelto a llevar su proposición de ley abolicionista al Congreso.

Hasta ahora, sin embargo, nadie ha aclarado cómo se considerará probado que un militante o dirigente ha solicitado, aceptado u obtenido un acto sexual de otra persona a cambio de dinero. Sánchez ha escenificado un acercamiento con un sector desde el que hace tiempo que no escatiman en críticas.

Los mensajes de Ábalos y Koldo

El enfrentamiento entre el secretario general y las mujeres de la órbita de Carmen Calvo o Ángeles Álvarez viene de los tiempos de la ley del sólo sí es sí o la ley trans, la norma con la que se impusieron buena parte de los postulados de Irene Montero como ministra de Igualdad.

El distanciamiento con un sector histórico del partido era evidente, pero los últimos escándalos han terminado de prender la mecha que, si Sánchez no se hubiera anticipado, habría acabado detonando este sábado. Como adelantó Artículo14, dirigentes del PSOE con asiento en el Comité Federal decidieron hace semanas que forzarían un debate sobre la expulsión de los puteros del partido en este Comité Federal.

Las presiones para que se moviera en esta dirección eran considerables. Los audios en los que el exnúmero tres del PSOE, José Luis Ábalos, y su exasesor en el Ministerio de Transportes, Koldo García, se repartían a mujeres en contextos de prostitución, supusieron la gota que desbordó el vaso de la paciencia de dirigentes, mujeres y hombres, que sienten repugnancia ante estos comportamientos.

La supuesta participación de Cerdán en la corrupción del caso Koldo ha monopolizado la vida interna del PSOE y del Gobierno en las últimas semanas. Más allá de la indignación con el exnúmero tres socialista, hoy en prisión provisional, por haber ocultado sus vínculos con esta trama, los comportamientos machistas de algunos de sus protagonistas han supuesto un incendio para el partido. “Un socialista no puede ser putero”, resume un dirigente. Los audios publicados probarían que algunos sí lo fueron.

Las conversaciones salieron a la luz con la publicación del informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil del 12 de junio. Es el documento que destruyó la carrera política del sucesor de Ábalos en la secretaría de Organización, Cerdán. El hombre que ha marcado el devenir de este Comité Federal, y que ha obligado a Sánchez a intentar escapar de la sombra de la corrupción.

Page, bajo los focos

En su segunda rueda de prensa tras el estallido del caso Cerdán, hace algo más de dos semanas, Sánchez reclamó a los dirigentes de su partido que canalizaran sus críticas a través de los órganos internos, en lugar de recurrir al altavoz de los medios de comunicación. Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, hizo caso omiso de sus palabras.

En este Comité Federal se espera que Page, el barón más crítico con Sánchez, formule a la interna buena parte de las críticas que ya ha planteado ante los medios. Desde que trascendió el informe de la UCO el 12 de junio, son muchos los socialistas históricos que han censurado la estrategia de Sánchez -entre ellos, el expresidente del Gobierno Felipe González-. Son menos los cargos públicos que han osado desafiarle públicamente.

Con los guiños sobre la prostitución, Sánchez intenta desactivar una primera amenaza. Con la decisión de apartar a Serrano y a otros dirigentes del núcleo duro de Cerdán intenta marcar distancias. Y potenciando a dirigentes como Torró o Mínguez busca que su prestigio y su desempeño basten para reconducir el rumbo y sacar al partido del shock en el que viven desde la traición de Cerdán.

Una estrategia en dos fases

El Comité Federal, máximo órgano de dirección entre congresos, cuenta con alrededor de 300 integrantes. Arrancará a las 10.30 horas, con una intervención inicial de Sánchez, que será pública. Después vendrán las deliberaciones del órgano, fuera de cámara. Antes, se reunirá la Comisión Ejecutiva Federal, el órgano que se verá renovado este sábado.

Además de los cambios en la Ejecutiva, se espera el anuncio de algunas medidas orgánicas en materia de transparencia y lucha contra la corrupción, que podrían materializarse a través de modificaciones de los Estatutos o del Código Ético, explican fuentes socialistas. La estrategia con la que aspira a sacar al partido de la desesperación llega este sábado a su primera etapa. La segunda está fechada el 9 de julio, en la comparecencia del presidente ante el pleno del Congreso de los Diputados.

No se descarta que Sánchez desvele ante el Comité Federal alguna de las medidas legislativas que presentará el próximo miércoles. El problema, como argumentaba en los medios estos días la exvicesecretaria general Elena Valenciano, es que las medidas que hoy puedan aparentar ser útiles, mañana podrían demostrarse del todo insuficientes, si hay nuevas revelaciones sobre la trama corrupta. Es un escenario temido entre buena parte de los dirigentes. En La Moncloa, como en el partido, dan por seguras estas nuevas revelaciones.