¿Entienden los jóvenes el consentimiento sexual?

Casi 4 de cada 10 jóvenes admite haber aprovechado que la otra persona había bebido para intentar mantener relaciones sexuales. Analizamos con un experto qué ocurre con los adolescentes

Fotograma de la película 'Una joven prometedora' protagonizado por Carey Mulligan

Parece que tenemos un problema con el consentimiento sexual. Esta semana se conocían dos investigaciones realizadas por el Centro Reina Sofía de FAD Juventud en colaboración con el Plan Nacional sobre las Drogas y el Ayuntamiento de Madrid cuyos resultados sobrecogen. El 37 por ciento de los jóvenes varones admite que han aprovechado que la otra persona había consumido alcohol o drogas para intentar mantener relaciones sexuales con ella.

Utilizan la expresión mantener relaciones, pero lo cierto es que si lo que buscan es que su capacidad de decisión esté mermada y no puedan consentir estamos hablando de agresiones sexuales, no relaciones sexuales.

Casi uno de cada cuatro jóvenes admite haber aprovechado que la otra persona había bebido para intentar mantener relaciones sexuales

Entender la agresión como “picardía masculina”

Así lo cree el psicólogo experto en adolescentes y violencia de género, José Antonio García Serrano, que opina que tenemos que desnaturalizar determinadas prácticas que parecen pertenecer a una especie de “picardía masculina” y en realidad lo que hacen “es redefinir esa agresión, esa sumisión, esa táctica de poder, ese control”.

No reciben educación sexual

“¿Cómo aprenden los niños a mantener una relación sexual? No tiene ningún tipo de educación sexual que les hable de entender el consentimiento. Entonces, las chicas siguen aprendiendo desde la posición del complacer al hombre y los chicos siguen aprendiendo el ‘tengo el derecho, yo debo, tengo que exponerme y  tengo que seguir el estatus de la masculinidad y el sexo“, apunta.

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Un brindis con dos cervezas (Pexels)

El deseo y el placer de las jóvenes no se tiene en cuenta

García Serrano alerta de los diferentes motivos por los que las niñas y los niños admiten consumir alcohol en el estudio. Ellos para quitarse toda esa presión, el miedo a no rendir y las niñas para relajarse, casi para perder el conocimiento porque lo que quiero es que pase porque en ningún momento el deseo va con ella “.

Pasan de ser sujetos sexuales a objetos instrumentalizados

“Eso es brutal porque es que ellas pasan de un ser sujetos sexuales a convertirse en objetos instrumentalizados y ellos están aprendiendo que pueden hacer eso, pero es que nadie les ha educado en otra cuestión. Venimos de donde venimos, estamos donde estamos, sabemos lo que pasa, pero es que seguimos errando en la educación sexual”, alerta.

Reproducen lo que ven: ellos agresores y ellas víctimas

“No podemos asustarnos porque los niños admitan que consumen alcohol y drogas para mantener relaciones sexuales, no le hemos explicado cómo es, cuál es la forma, qué hacer, qué no hacer. Ellos están reproduciendo lo que están viendo, ellos como agresores y ellas como víctimas. “Pasa un poco como con violencia de género en el ámbito de la pareja. La no educación emocional, la no empatía, la no asertividad, la no conexión con el otro y el sexo entendido como poder y no como vinculación, ¿qué produce en el niño?”, se pregunta.

No se reconocen como agresores

El psicólogo explica que “cuando señalas que esas conductas suponen una agresión sexual, que han podido agredir, que es una voluntad, que tiene que tener consecuencia. La respuesta siempre es que no se quieren reconocer en esas conductas. ‘Yo no soy un violador que va con capucha y acecha, yo no soy eso’, piensan. Entonces la defensa siempre es la negación no voy a reconocer ese dolor, no voy a sentir dolor, no comprendo su situación. Yo lo que voy a hacer es justificar mi actitud”.

El deseo y placer femenino no forma parte de la sexualidad de los más jóvenes
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Nula conciencia del problema

García Serrano lleva tiempo avisando de este tema y asegura que existe “una nula, conciencia del problema y eso es preocupante. Se origina en la infancia y adolescencia porque me está educando en la no conexión con la otra persona con lo cual estoy generando a futuro, no te diría asesinos y violadores solo, sino personas con conductas delictivas antisociales”.

“No reconozco los derechos de la otra persona, no los veo porque no se me visibilizan y desde luego no voy a conectar. Hago lo que me da gana, porque tengo la timidez, porque tengo poder y porque puedo. Y esto es lo que están aprendiendo las niñas.  Las niñas están en el papel de víctimas, de agredidas”, asegura.

“Puede que los datos se queden cortos”

El experto sabe que cuesta mucho reconocer qué violencias, qué conductas y qué situaciones se producen en las experiencias sexuales porque no están visibilizadas o reconocidas. “Esto produce en las víctimas una sensación de culpabilidad muchas veces. De justificación ‘yo habré hecho esto, ¿será normal?’ Es la normalización de la violencia sexual. Podemos decir que son datos alarmantes, pero puede ser que se queden cortos”.

La pornografía y las redes sociales

“Esto es interesante, porque estamos todavía quitándonos la venda con la violencia sexual, la hemos normalizado porque ha estado muy en nuestro día a día y ahora se ha juntado a una variable que ha entrado en juego y es la pornografía, esas redes sociales, esas formas de relación de las personas jóvenes, que han adelantado la edad de inicio de las relaciones sexuales, un factor preocupante porque se adelanta la edad de inicio, pero los niños y las niñas siguen teniendo un desarrollo cognitivo y evolutivo en el mismo sentido”.

El 37 por ciento de los jóvenes varones admite que han aprovechado que la otra persona había consumido alcohol o drogas para intentar mantener relaciones sexuales con ella
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Información accesible

“Ha cambiado el contexto, aunque tenemos muchísima más información que antes, como sociedad estamos actuando de la peor manera posible. Que tengan información disponible, no significa que sea accesible.” Yo puedo tener toda la información que quiera en internet sobre teoría cuántica, pero yo no leo teoría cuántica. La pregunta es: ¿está disponible la información y es accesible?”

La diferencia entre conocimiento y aprendizaje

Para García Serrano, además, “una cosa es hablar de conocimiento y otra de aprendizaje, que es de lo que estamos pecando. No le estamos aportando conocimiento sobre educación sexual a la gente joven ni tampoco aprendizaje. Y esto es lo que estamos consiguiendo a día de hoy. Que más chicos jóvenes estén aceptando la violencia sexual, normalizando la pornografía y lo que hay en ella y no se cuestionen nada porque, por ejemplo, consideran normal que una niña de 16 años tenga OnlyFans porque es empoderamiento femenino y esto es una barbaridad. Esto es una barbaridad”, denuncia.