El mundo del arte en España despide a una de sus figuras más importantes. La galerista y coleccionista Helga de Alvear, nacida en 1936 en Kirn/Nahe (Alemania), ha fallecido el 3 de febrero de 2025 en Madrid, a los 88 años. Su legado trasciende más allá de su labor como mecenas del arte contemporáneo, dejando una de las colecciones más importantes de Europa y un museo que lleva su nombre en Cáceres.
A lo largo de su vida, Helga de Alvear se convirtió en una referencia fundamental para el desarrollo del arte contemporáneo en España. Su trabajo como galerista, su compromiso con los artistas y su incansable impulso por hacer accesible el arte al público le valieron múltiples reconocimientos. Entre ellos destacan la Medalla de Extremadura (2007), la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (2008), la Medalla Internacional de las Artes de la Comunidad de Madrid (2020) o la Medalla al Mérito Cultural de la República Portuguesa (2024).
Su historia está marcada por una pasión inquebrantable por el arte y por la voluntad de crear espacios donde la creatividad pudiera desarrollarse sin límites. Su visión cambió el panorama artístico español, dejando una huella imborrable en galeristas, coleccionistas y artistas.
Un viaje que lo cambió todo
La infancia de Helga de Alvear estuvo marcada por la Segunda Guerra Mundial. Tras la contienda, estudió en diversos países europeos, hasta que en 1957 llegó a España con la intención de aprender el idioma. Lo que comenzó como una estancia temporal se convirtió en el inicio de una nueva vida. Un año después, conoció a Jaime de Alvear, con quien se casó en 1959 y tuvo tres hijas: María, Ana y Patricia.
Fue en España donde comenzó a desarrollar su pasión por el arte. Sus visitas al Museo del Prado la marcaron profundamente, especialmente obras como La Anunciación de Fra Angelico o la última etapa de Goya, de quien más adelante llegaría a adquirir una primera edición de Los Caprichos. Pero su verdadera inmersión en el mundo del arte llegó en 1967, cuando conoció a la galerista Juana Mordó. Fue entonces cuando comenzó a rodearse de los artistas del grupo de Cuenca y del colectivo El Paso, como Fernando Zóbel, cuya obra fue la primera que adquirió, pagándola a plazos.
Una trayectoria marcada por el arte contemporáneo
En 1980, Helga de Alvear dio un paso decisivo en su carrera al empezar a trabajar en la galería de Juana Mordó. Fueron años de aprendizaje en los que adquirió un profundo conocimiento del mercado del arte y de los circuitos internacionales. Especialmente, a través de ferias como Art Basel, la FIAC en París y la Feria de Colonia. En 1982, participó activamente en la fundación de ARCO, la feria de arte contemporáneo más importante de España.

Fotografía de archivo de Juana Mordó en 1955 | Wikipedia
Con el fallecimiento de Juana Mordó en 1984, tomó las riendas de su galería, manteniendo su legado durante una década. Sin embargo, en 1995, decidió dar un nuevo rumbo a su trayectoria y abrió su propia galería en un espacio de más de 900 metros cuadrados junto al Museo Reina Sofía. Esta nueva etapa le permitió apostar por artistas contemporáneos internacionales y por disciplinas poco exploradas en España en ese momento, como la fotografía, el vídeo y la instalación.
Gracias a su trabajo, la Galería Helga de Alvear se consolidó como una de las más prestigiosas del panorama español y europeo. Su apoyo a artistas emergentes y su capacidad para descubrir nuevas voces fueron clave en la proyección de muchos creadores que hoy son figuras de referencia en el arte contemporáneo.
La creación de una colección única de Helga de Alvear
El amor de Helga de Alvear por el arte no se limitó a la promoción de artistas a través de su galería. Con el paso de los años, fue formando una de las colecciones de arte contemporáneo más importantes de Europa. Muchas de sus obras han viajado por museos de todo el mundo, pero su deseo era que su colección tuviera una sede fija en España, accesible al público y abierta a nuevas generaciones.

En 2006, este sueño comenzó a hacerse realidad con la creación de la Fundación Helga de Alvear, con sede en Cáceres. En 2010, se inauguró el Centro de Artes Visuales, que más adelante daría paso al Museo Helga de Alvear, abierto en 2021. Este espacio alberga una colección excepcional y ha convertido a Cáceres en un punto de referencia en el arte contemporáneo.
Para Helga de Alvear, el arte era una herramienta de transformación social. Su museo nació con la vocación de ser un espacio accesible, participativo y dinámico, donde el arte pudiera dialogar con el público y generar nuevas formas de pensamiento.