Luis Rubiales se ha convertido, desafortunadamente, en uno de los hombres del momento en el deporte nacional. El expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) lleva copando las portadas de los diarios desde que en el pasado mes de agosto de 2023 le diera un beso no consentido a Jennifer Hermoso y diluyera la celebración por la conquista del Mundial dando pie a un intenso debate nacional sobre sus actos. Lo que vino después solo echó más leña al fuego.
Todos recordamos esa letanía de «no voy a dimitir» que aún sigue resonando en las oficinas de la RFEF y cuyo aplauso suscitado provocó que rodara más de una cabeza dentro de la Federación. Pero, a pesar de su defensa férrea en el cargo, Luis Rubiales terminó dimitiendo. La presión mediática pudo con un hombre que, por un momento, parecía dispuesto a todo con tal de mantener su poltrona, sin importar cuál fuera el precio que pagase para ello.
Han pasado unos cuantos meses desde entonces, y muchas cosas han cambiado dentro de la Federación —aún quedan asignaturas pendientes, pero poco a poco—. Sin embargo, lo que no ha cambiado es la actitud de Luis Rubiales, que en la reciente entrevista concedida a Ana Pastor en LaSexta dejó bien claro que no se arrepiente de nada. No solo no se arrepiente, sino que sigue sin comprender por qué la gente y la propia Justicia ven en «lo del beso» un acto no consentido.
Puede que Luis Rubiales tenga mayores preocupaciones ahora mismo que lo sucedido con Jennifer Hermoso, que terminó precipitando su salida de la Federación. La sombra de la corrupción planea sobre él y no parece que vaya a poder eludir las responsabilidades judiciales de sus movimientos económicos con la misma solvencia iracunda con la que trató de lidiar entonces con lo del beso.
No obstante, hay una cosa que sí queda muy clara en la entrevista: la actitud machista de Luis Rubiales dista mucho de haberse evaporado, relajado o disminuido con el paso de los meses. No ha habido un aprendizaje o una experiencia con todo lo sucedido desde entonces. Y no han sido pocas las veces que el expresidente de la RFEF ha sacado a relucir su machismo en público.
1) El beso no consentido a Jennifer Hermoso
El primer recuerdo cuando hablamos de Luis Rubiales y actitudes machistas es el beso no consentido a Jennifer Hermoso. La causa abierta por la Fiscalía solicita dos años y medio de cárcel para el expresidente de la Federación por un delito de agresión sexual y otro de coacción. «Si ese beso no consentido es una coacción, cualquier conversación puede ser considerada de igual manera», sostuvo durante su entrevista con Ana Pastor en El Objetivo. «Después de todo lo que ha pasado, de que usted esté inmerso en un proceso judicial, ¿su defensa es atacar a Jennifer Hermoso?», inquirió la periodista. «Creo que su manera de calificar mis palabras es manipuladora», le recriminó Rubiales a Pastor por toda respuesta.
2) El ataque al «falso feminismo»
Durante la rueda de prensa oficial que Luis Rubiales dio tras lo sucedido con Jennifer Hermoso, el expresidente de la RFEF dejó muy claro que, lejos de estar arrepentido, era más bien víctima de un falso feminismo que estaba tratando de acabar con él a toda costa. «La gente lo comprende, a pesar de que se esté vendiendo otra cosa en muchos de los medios de comunicación, tanto los que están dominados o rinden pleitesía al señor Tebas como los que se pliegan al falso feminismo, que es una gran lacra en este país».
«La igualdad no es diferenciar cuando hay una opinión entre lo que dice el hombre y lo que dice la mujer», insistió Luis Rubiales al respecto. «No, hay que diferenciar entre la verdad y la mentira. Y yo estoy diciendo la verdad hoy, aquí. Hijas, aprendedlo. Es una lección de vida. Vosotras sois feministas de verdad, no el falso feminismo que hay por ahí».
Cuando Ana Pastor le recordó estas palabras durante la entrevista en El Objetivo, Luis Rubiales no se retractó. De hecho, trató de argumentar su razonamiento. «Lo que dije está dicho, y ya está», sostuvo, y pasó a explicar a una periodista mujer qué es exactamente el feminismo: «Los radicalismos son malos. Yo defiendo el igualitarismo, son conceptos diferentes. El feminismo defiende que, en una desigualdad, se apoye a una mujer para que llegue a ese nivel. Eso no se está haciendo».
3) El bochornoso espectáculo en el palco
Antes del beso no consentido a Jennifer Hermoso que hizo explotar la burbuja en la que vivía inmerso Luis Rubiales, el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol protagonizó uno de los momentos más bochornosos que se recuerdan de un máximo representante de una institución público. Sí, estamos refiriéndonos a ese momento en el que se agarró sus miembros en el palco, tras la consecución de la victoria de nuestras campeonas en el Mundial, y los agitó vigorosamente para desgracia de todo aquel que estuviera a su alrededor. Incluida la reina, claro.
«Me emocioné mucho, hasta el punto de perder el control y llevarme las manos ahí en el momento en el que nada más ganar el Mundial tu primera reacción fue girarte al palco y dedicármelo», explicó Luis Rubiales, dirigiéndose al técnico de la selección española, Jorge Vilda. «En ese momento, te hice esas señales. Olé tus huevos, con perdón».
4) «¿Un piquito?»
Para la posteridad han quedado también las imágenes de Luis Rubiales explicando lo sucedido entre él y Jennifer Hermoso durante la entrega de las medallas, cuando el expresidente de la Federación le plantó un beso no consentido a la jugadora. «En el momento en el que apareció Jenni, ella me levantó a mí del suelo», dijo. «Nos abrazamos y yo le dije: ‘Olvídate del penalti. Has estado fantástica. Sin ti, no hubiéramos ganado este Mundial’. Ella me dijo: ‘Eres un crack’. Y yo le dije: ‘¿Un piquito?’, y ella me contestó: ‘Vale’». Nada de eso, obviamente, ha sido probado por ninguna cámara ni testigo.
5) No son solamente «campeonas»
Una de las frases y momentos más machistas de Luis Rubiales tuvo lugar durante la conferencia de prensa en la que el expresidente se negó a dimitir. Tras explicar lo sucedido y atacar al «falso feminismo», como él mismo denominó, Rubiales siguió haciéndose la víctima afirmando que las instituciones públicas y los entornos mediáticos no les felicitaron por la victoria en el Mundial… por ser hombres. Es decir, no les hicieron partícipes del triunfo internacional.
«Las falsas feministas no nos felicitaron por ser campeones del mundo», aseveró Rubiales en su momento. «También había hombres allí. Son campeonas las 23 jugadores. Las que más. Pero ¿no eres campeón tú, Jorge Vilda? ¿No es campeón Carlos, el entrenador de porteros? ¿O Rubén? Son campeones también. Había hombres y mujeres en el grupo. Y el plural, el plural masculino en España, incluye tanto a mujeres como hombres. Por lo tanto, no nos acomplejemos y sigamos utilizando campeones para hablar de hombres y mujeres».
6) Jennifer Hermoso no está diciendo la verdad
Una de las máximas que está empleando Luis Rubiales es que Jennifer Hermoso no está siendo sincera. O, al menos, no del todo. El expresidente no ha querido profundizar en el tema de las coacciones y las extorsiones que, presuntamente, pudo llevar a cabo después de lo sucedido, quizás consciente de la avalancha mediática que se le avecinaba después de la resaca mundialista, una vez en el avión rumbo a España, con toda la prensa volcada en la cuestión del beso.
Sin embargo, una de las actitudes más machistas de Luis Rubiales en todo este tiempo es insistir en que Jennifer Hermoso no está diciendo la verdad. O, al menos, está sugiriendo que no está siendo honesta con lo que sucedió realmente sobre el campo. «No entiendo que alguien piense que eso es una agresión sexual», admitió Rubiales en la entrevista con Ana Pastor. «El beso se produce entre dos amigos. Lo dice la señora Hermoso, que había una relación de confianza y amistad. Un agresor sexual no pregunta, y en el contexto sexual no había nada».
«Ella me dijo ‘vale’», volvió a decir Luis Rubiales. «En una historia le preguntan: ‘¿Y tú qué le has dicho?’. ‘Pues vale’, dijo ella. Ahí están las imágenes y los vídeos posteriores. Que cada uno opine. Respeto mucho a la justicia, pero ya le digo que en ningún caso ha habido una agresión sexual». En resumidas cuentas, lo que ya dijo en su día: «EL beso ha sido mutuo, eufórico y consentido». Desde luego, ni la Justicia ni Jennifer Hermoso sostienen lo mismo, y las imágenes hablan por sí solas.