El coche más vendido en España tiene sello de mujer. Es el Dacia Sandero, que repite por cuarto año consecutivo en el podio de los modelos más cotizados gracias a su competitivo precio y prestaciones. Solo en el mes de noviembre se han matriculado 3.575 coches. Un éxito que se puede adjudicar al buen desempeño de la compañía, cuya CEO es una mujer, Katrin Adt.
Adt asumió en septiembre la responsabilidad de guiar a la empresa en un momento de transformación. Su relevo coincide con la actualización del Sandero para 2026, una versión que incorpora mejoras en diseño, equipamiento e incluso en nuevos colores, entre ellos el amarillo ámbar y sandstone (color arena). También se actualizan las protecciones exteriores y otros elementos de la carrocería que contribuyen a una apariencia más robusta y contemporánea. Estos ajustes permitirán que el vehículo mantenga su estilo de siempre pero con una presencia más moderna.
La clave está en el precio
A pesar de las mejoras, el Sandero mantiene una de sus características más valoradas: un precio muy competitivo. La versión de entrada se sitúa en los 13.490 euros en el mercado español, lo que le convierte en un coche asequible dentro del segmento de los utilitarios. España es uno de los mercados donde este factor pesa más. El precio medio de un coche nuevo supera los 22.000 euros, lo que deja al Sandero como una de las opciones más económicas del país, una ventaja clave en un contexto de creciente inflación.

El nombramiento de Katrin marca el inicio de una etapa en la que Dacia afronta la evolución tecnológica del sector y un momento difícil para las empresas automovilísticas europeas con el auge de las marcas chinas. Su aterrizaje en la compañía se produce en un momento de ajustes, con la actualización de sus modelos más representativos y con el objetivo de seguir siendo líder de ventas.
Desde el lujo
Katrin no es nueva en el sector; anteriormente fue vicepresidenta en Mercedes. Cuenta con casi tres décadas de experiencia en la industria automovilística, sobre todo en Daimler y, concretamente, Mercedes-Benz. Con formación en Derecho, ha ocupado diversos cargos de alta responsabilidad: CEO de Mercedes-Benz en Luxemburgo, vicepresidenta de Desarrollo de Recursos Humanos en Daimler, CEO de la marca Smart y posteriormente CEO de Mercedes-Benz Own Retail Europe. Su perfil se enfoca a ventas y retail, y fue decisiva en la transición de Smart hacia una marca 100% eléctrica, un precedente relevante en un momento en el que Dacia debe avanzar hacia el vehículo electrificado sin perder su ADN.
El reto inmediato de Dacia consiste en mantener su esencia: coches sencillos y asequibles, mientras avanza hacia una electrificación que no dispare los costes. Adt tendrá que demostrar que ese equilibrio es posible en un mercado que pide más tecnología y menos emisiones, pero sin renunciar a los precios más competitivos.
A todo ello se suma un contexto en el que el mercado europeo se está polarizando: por un lado, vehículos cada vez más caros y tecnológicos; por otro, clientes que buscan soluciones prácticas y asequibles. Adt deberá ejercer el liderazgo de la compañía con cierta dualidad: mantener la fórmula que funciona y adaptarla a un entorno regulatorio y a un consumidor cada vez más exigentes.
El reto de la electrificación
La estrategia de la marca pasa por combinar dos líneas principales. Por un lado, la renovación de sus motores híbridos, que están funcionando mejor de lo previsto en Europa y están demostrando que la transición a tecnologías más limpias puede hacerse sin disparar los costes. Por otro lado, Dacia también está preparando nuevos modelos eléctricos que mantengan precios moderados. Esa es la filosofía detrás del Spring, su modelo urbano 100% eléctrico, cuyo sucesor ya ha sido adelantado por la marca antes de la llegada de Adt al cargo.
El objetivo es ofrecer electrificación “a precios Dacia”. Existe un porcentaje creciente de consumidores que quiere vehículos eficientes y sostenibles pero sin pagar las cifras cada vez más elevadas que se ven en el resto del sector. De hecho, la propia CEO recuerda que la “movilidad asequible” es la clave que les ha permitido crecer en los últimos años y que su intención es conservarla.

Sencillez
Además de la estrategia, Adt insiste en que la sencillez debe seguir siendo un emblema de Dacia. Esa idea, que ha marcado toda la historia de la compañía, también está presente en sus modelos más nuevos. El mejor ejemplo es el Dacia Bigster, un SUV de mayor tamaño con un diseño más ambicioso, pero que mantiene esa lógica de vehículo práctico, directo y sin complicaciones que caracteriza a la marca.
Para mantener precios bajos, la marca produce en países donde los costes de fabricación son menores, como Marruecos y Rumanía. Allí es donde se ensamblan algunos de los modelos clave de la marca y donde se mantiene el equilibrio entre calidad y coste que sustenta la competitividad de Dacia en Europa.
En paralelo, el sector vive una transformación irreversible. La electrificación avanza con fuerza, China domina el 38% de la cuota mundial del mercado automovilístico y nuevos competidores, como Xiaomi, están irrumpiendo con fuerza con coches eléctricos que baten récords de ventas. La presión para reducir emisiones y adaptarse a las zonas de Bajas Emisiones también obliga a fabricantes tradicionales, como Dacia, a moverse más rápido. Pero la clave será cómo hacerlo sin perder a sus clientes tradicionales, que buscan coches fiables, prácticos y asequibles.


