Tesla prometió durante años un coche eléctrico ‘barato’ que democratizara la movilidad eléctrica. La guerra de precios desatada por los fabricantes chinos (desde BYD hasta tecnológicas recién llegadas como Xiaomi) ha convertido esa promesa en una urgencia. ¿La respuesta? No es el rumoreado modelo nuevo de 25.000 dólares. Al contrario, la firma que dirige Elon Musk ha optado por algo más rápido y más barato: nuevas versiones ‘Standard’ de sus Model 3 y Model Y.
Estas nuevas versiones ‘estándar’ traen recortes evidentes en su equipamiento (los sillones eran de un material sintético que recordaba al cuero, ahora son de tela; y hay menos pantallas), aunque no en su autonomía. También un precio menor. El Model 3, una berlina deportiva, está en España disponible desde 35.000 euros si se tienen en cuenta descuentos propios de Tesla o el plan Moves. El Model Y, un SUV mediano, parte de una horquilla de 45.000 euros. Los nuevos Model 3 Standard y Model Y Standard todavía no tienen precios oficiales para España, pero al cambio actual llegarían al mercado por 32.000 y por 35.000 euros sin ayudas.
El objetivo es evidente. Tesla, con Robyn Denholm como presidenta y el hombre más rico del mundo como consejero delegado, quiere frenar la erosión a su cuota de mercado, propiciada por la aparición de campeones chinos que llegan a mercados occidentales a precio de derribo. En lo que va de año, el Model 3 y el Model Y son los coches eléctricos más vendidos en España. Pero en el ‘top 10’ ya se han colado varios BYD, como el Dolphin Surf en sexta posición; el Atto3 en octava o el Seal en décima.

Hacer frente a China
El mercado europeo y chino del vehículo eléctrico es hoy un campo de batalla donde el precio es un arma decisiva. Los fabricantes chinos han logrado reducir costes, aprovechar economías de escala y presentar vehículos con buena autonomía y tecnología a precios de derribo. Para Tesla, diseñar y producir desde cero un modelo barato hubiera requerido tiempo y capital. Por eso ha optado por la palanca de ajustar el precio a través de versiones más austeras de modelos existentes. Así, la compañía conserva la arquitectura de su producto, ahorra I+D y acorta tiempos de salida al mercado.
Los nuevos Tesla ‘baratos’ de Denholm y Musk llegan en un momento propicio. A finales de agosto, BYD, el gigante chino del coche eléctrico, reconoció que sus beneficios habían caído un 30% por “malas prácticas de la industria”, como descuentos “y marketing excesivo”. La cuota de mercado estimada de Tesla dentro de la industria del coche eléctrico varía en función de la región. En EEUU se acerca al 50%, pero en China ya habría caído por debajo del 10% y en Europa aguanta ese soporte con un 10,3%.
Cerrar una brecha de género
At Tesla, we reward talent & dedication with an opportunity to earn equity that can change your life
Hear from Sara, a Maintenance Technician at Giga Texas, and how her hard-earned Tesla stock empowered her to provide for her family
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— Tesla (@Tesla) October 9, 2025
Pero el objetivo no sería solo resistir ante el avance chino. También hay una lectura demográfica: Tesla quiere ampliar la base de sus compradoras. Diversos estudios evidencian que en la industria del coche eléctrico la brecha de género es abultada. La presencia de mujeres al volante de vehículos eléctricos es incluso menor que en los automóviles convencionales.
En esto, Tesla siempre ha sido una excepción relativa. Un informe de 2022 de S&P Global Mobility indicaba que el 33,1% de sus clientes ya eran mujeres. La media sectorial (dentro de la industria del coche eléctrico) situaba este porcentaje en el 28%. Sin embargo, abriendo el foco, en EEUU y en 2022 el 41% de los compradores de coches ya eran mujeres.
Queda trabajo por hacer, pero la compañía también sabe que su Model Y, un SUV compacto que ahora presenta su versión ‘Standard’ más barata, es muy celebrado entre ellas. Las prioridades de las conductoras (seguridad, practicidad, confianza en la red de carga) pueden variar respecto a nichos tradicionalmente masculinos del mercado (deportivos, superlujo). De ahí que la elección del Model Y entre los modelos que presentan una nueva versión más barata no haya sido casual.
Romper el tabú
No será fácil para Tesla. Al frente tiene competidores chinos como Xiaomi, recién llegada al mercado, en el que su CEO y fundador Lei Jun actúa como una celebridad en el gigante asiático. Un tanto similar a lo que ha representado Musk en EEUU, por otro lado. Lei Jun sí ha hecho referencias explícitas en los últimos meses a la cantidad de mujeres que conducen los modelos que Xiaomi ha lanzado al mercado, el SU7 y el YU7.

“Es emocionante ver a cada vez más conductoras eligiendo el Xiaomi SU7”, escribió el propio CEO de Xiaomi en una red social en abril del año pasado. “El 28% de los pedidos provienen de mujeres que adoran el diseño elegante, la protección solar de sus lunas y el amplio maletero. Prevemos que entre el 40% y el 50% de las usuarias de un SU7 sean mujeres”, insistió días después.
Al frente, ni Musk ni Denholm han hecho referencias explícitas estos años al papel que tienen las conductoras en sus marcas. Es más: además de denuncias por supuesto acoso sexual dentro de fábricas de la compañía, hay quien señala la posible intención a la hora de elegir los nombres de los modelos que fabrica Tesla. Hay quien recuerda que los actuales Model S, Model 3, Model X y Model Y forman el acrónimo S3XY o ‘sexy’, lo que reflejaría una cultura corporativa que alejaría a las conductoras. Denholm, por su parte, sí ha sido activa a la hora de reivindicar la necesidad de que cada vez más mujeres ocupen puestos de responsabilidad en la industria automotriz y en la tecnológica.
Continúa la partida
La aparición de las nuevas versiones Standar de los Model 3 y Model Y pueden democratizar más el coche eléctrico en muchos mercados y ayudará a cerrar esa brecha de género en quienes se ponen al volante. Pero los desafíos de la firma no terminan aquí ni en Pekín: a corto plazo, la firma tendrá que explicar que estas versiones más modestas no implican que sean modelos “peores” o de menor valor.
Además, para ampliar su base de clientes y competir de forma efectiva en Europa y China el cambio no se deberá detener en los precios. Denholm y Musk tendrán que perseguir una transformación cultural y estratégica de calado: sus competidores chinos no solo diseñan coches baratos, a veces en perjuicio de su rentabilidad. También hacen coches pensados para el mercado al que se destinan. Con este último movimiento, Tesla ha movido ficha. Pero la partida continúa.