Quinto aniversario

El IMV fracasa frente a la pobreza infantil: alcanza su nivel más alto desde 2017

El Ingreso Mínimo Vital no logra reducir la pobreza infantil que se sitúa en el 29,2%, tras crecer nuevamente en el último ejercicio. Para los expertos, el problema de fondo es que la ayuda a la infancia tiene un alcance limitado

Radiografía de la pobreza infantil en la UE.

El quinto aniversario del Ingreso Mínimo Vital (IMV) deja un balance agridulce, con el colectivo más vulnerable, los niños y adolescentes, en peor situación que hace cuatro años. La tasa de pobreza infantil ha crecido desde 2020, al pasar del 27,4% al 29,2% en 2024. A su vez, los datos de Eurostat reflejan que España es el país con más incidencia de toda la Unión Europea, solo superado por Bulgaria. El problema de fondo es que a pesar de los esfuerzos la ayuda a la infancia apenas llega a la mayoría de los hogares que tendrían derecho a percibirla.

En el caso de las mujeres, el índice de pobreza entre las mujeres supera el 20% (20,4%), lo que supone 1,5 puntos porcentuales por encima de los hombres. En positivo, este subsidio ha logrado reducir la tasa global del 21% en 2020 al 19,7% en el último ejercicio. Por otra parte, según señala el avance sobre el Estado de la Pobreza de 2025 elaborado por la Red Europea de Lucha contra la Pobreza (EAPN, en sus siglas en inglés), España agranda la brecha con el índice de pobreza objetivo conforme a la Agenda 2030. “Los datos de pobreza se mantienen alejados de los objetivos especificados en la Agenda 2030: para mantener una evolución proporcional que permita cumplir el compromiso, la tasa de pobreza debería ser del 15,5 %, 4,2 puntos inferior al valor registrado este año”, recoge el informe.

Tres millones de personas

En este contexto, la celebración de la puesta en marcha del Ingreso Mínimo Vital (IMV), en junio de 2020, por parte de Pedro Sánchez fue discreta, con apenas datos y llamada de atención a las comunidades autónomas incluida. “Una de mis principales obsesiones cuando hablaba con los responsables del diseño de esta política pública es que nos centráramos particularmente en la lucha contra la pobreza infantil“, aseguró el presidente, quien recordó que durante estos años de vigencia “hemos ido mejorando el diseño, su cuantía y nuevas herramientas para dar cumplimiento a la ayuda a la infancia”.

Pedro Sánchez en su intervención con motivo del 5º Aniversario del Ingreso Mínimo Vital.
Artículo14.

“El ingreso mínimo vital es la materialización también de un deber ético, de un deber moral que debe guiar a todos los responsables políticos en todos los niveles del Estado, de todas las instituciones y por eso pido a todas las administraciones que no se desentiendan del principal desafío que tiene nuestra sociedad, que es luchar contra la desigualdad en todas sus formas”, indicó. Y así, el único dato relacionado con el IMV que facilitó el presidente fue que desde su puesta en marcha lo han percibido más de un millón de hogares, que engloban más de tres millones de personas. “Quiero también subrayar a las beneficiarias, porque buena parte de los perceptores son mujeres con cargas familiares“, señaló, al tiempo que destacó el acceso al IMV de este colectivo se ha incrementado en casi un 30%.

Los datos del IMV

La realidad es que, desde su aplicación, la Seguridad Social ha destinado casi 15.000 millones de euros (14.938,9 millones) a esta prestación. De los tres millones de beneficiarios, el 43,4% fueron menores de 18 años. En la actualidad, según la última estadística publicada por el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), el IMV alcanza a 719.543 hogares en los que viven 2.194.586 personas. Estos datos reflejan un aumento de las prestaciones activas del 22% en relación con el año anterior; mientras que la cuantía media ascendió a 505,4 euros al mes. 

En más de dos tercios (68,8%) de los hogares cubiertos por el IMV convivían menores de edad: en total, sumaron 495.003 hogares con niños y adolescentes; entre ellos, 123.974 monoparentales. Estos hogares cuentan con el Complemento de Ayuda para la Infancia (CAPI), que forma parte del Ingreso Mínimo Vital. Esta modalidad de IMV supone una ayuda de 115 euros por hogar al mes en el caso de niños de 0 a 3 años; de 80,5 euros al mes por cada niño entre 3 y 6 años; y de 57,5 euros al mes por cada menor de entre 6 y 18 años.

La radiografía de la pobreza infantil

Sin embargo, la estadística demuestra que esta fórmula no está siendo eficaz para reducir el riesgo de pobreza infantil (29,2%). Las cifras del INE indican que esta es la población más afectada: casi diez puntos porcentuales más que las personas en edad laboral, con una tasa del 18,1%; y aún más elevada en comparación con los mayores de 65 años (16,9%). En este sentido, hay que recordar que el 11,7% de quienes tienen un empleo se encuentra en situación de pobreza, porcentaje muy similar al año 2023.

La comparativa europea afea aún más la situación de la infancia en España. Según los datos recién publicados por Eurostat, la tasa de pobreza infantil se situó en 2024 en el 34,6%, diez puntos porcentuales por encima de la media de la UE. Es la mayor incidencia de todos los países, solo superada por Bulgaria con 35,1%. La estadística europea refleja un crecimiento constante desde 2020 (31,6%), de tres puntos porcentuales.

La ayuda a la infancia apenas llega

Según explica la Fundación Iseak en su último informe sobre la pobreza laboral, la ayuda a la infancia (CAPI) proporciona un ingreso adicional a los hogares con menores en situaciones de vulnerabilidad económica. “Esta ayuda complementaria es clave para superar el umbral de pobreza en aquellos hogares excepcionales en los que el salario mínimo no lo permitía. Asimismo, para aquellos que ya lo habían superado, el CAPI supone un margen adicional que mejora la estabilidad económica de los hogares con menores en situación de vulnerabilidad”, explica. Sin embargo, como constatan los autores del estudio, “desafortunadamente, su alcance sigue siendo limitado, ya que muchas familias que tienen derecho a recibir esta ayuda no la conocen o no acceden a ella. En particular, tan solo un 12% de las familias que tienen derecho lo reciben”.

Por su parte, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) identificó el pasado verano, que desde su puesta en marcha, la tasa de personas que pueden percibir el IMV y finalmente no lo solicitan (llamada non take-up) se mantiene en el 56% (fue del 58% en 2022). Con datos de 2023, la Airef identificó que los 342.856 hogares que percibieron la prestación al cierre de 2023 suponían el 36% de los 952.702 potenciales beneficiarios y el 17% de los hogares en pobreza severa.

Así, la pobreza infantil sigue siendo el gran reto pendiente del IMV en su quinto aniversario.

 

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