La huelga de médicos irrumpe esta semana en plena saturación asistencial por la ola de gripe. Un momento especialmente delicado para hospitales y centros de salud. Durante cuatro días consecutivos, miles de facultativos de todo el país están llamados a parar para exigir un estatuto propio, independiente del marco laboral que regula al resto de profesionales del Sistema Nacional de Salud. Se trata de la tercera convocatoria en solo seis meses. Un síntoma de que el conflicto se ha enquistado y que el colectivo sanitario reclama cambios profundos y urgentes.
Un pulso entre sindicatos y Ministerio
La huelga de médicos está encabezada por la Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM) y el Sindicato Médico Andaluz (SMA), organizaciones que consideran insuficiente el borrador del nuevo estatuto marco del Ministerio de Sanidad. Su postura es clara: un capítulo dentro de la ley general no basta para reconocer las especificidades de una profesión sometida a guardias, largas jornadas, sobrecarga asistencial y responsabilidades clínicas únicas.
El choque se intensifica porque, al mismo tiempo, otros sindicatos como UGT, CCOO, CSIF, SATSE-FSES y CIG-Saúde sostienen exactamente lo contrario. Mientras la huelga de médicos exige una ley diferenciada, estas organizaciones preparan una huelga indefinida en enero para frenar ese proceso. Denuncian “deslealtad” del Ministerio al mantener conversaciones paralelas con CESM y SMA. Todo ello ha convertido la reforma en un equilibrio imposible entre intereses sindicales enfrentados.
Desde el Ministerio, sin embargo, se insiste en que bloquear el texto sería perder una “oportunidad histórica” para modernizar una ley congelada desde hace veinte años. Y, aunque defienden que el borrador incorpora avances significativos, la huelga de médicos considera que las medidas se quedan cortas o no solucionan los problemas estructurales.
¿Por qué no convence el borrador?
Sanidad asegura que la reforma atiende todas las demandas que entran dentro de sus competencias:
- Convocatorias de empleo obligatorias cada dos años para frenar la temporalidad
- Reducción de guardias de 24 a 17 horas como máximo
- Limitación del número de turnos semanales
- Reconocimiento de descansos sin deuda horaria
- Otras medidas orientadas a disminuir la precariedad
Pero la huelga de médicos sostiene que estas mejoras no compensan la falta de un marco legislativo propio. Las organizaciones convocantes añaden que, pese a las más de 60 reuniones mantenidas, el texto no recoge aspectos clave de la profesión.
Para CESM y SMA, la reforma sigue dejando demasiadas decisiones en manos de las comunidades autónomas y no corrige desigualdades existentes entre territorios. Por eso la huelga de médicos vuelve a plantearse como un intento de presión nacional, aunque cada región decidirá cómo aplicarla.
Movilizaciones por todo el país durante la huelga de médicos
La huelga de médicos se desarrollará de manera desigual según la autonomía. Algunas han convocado cuatro días completos de paros. Otras concentrarán la protesta en dos jornadas y algunas optarán por un único acto reivindicativo. La mayoría, sin embargo, busca coincidir en manifestaciones durante el jueves, convirtiendo ese día en el epicentro de la protesta.
En Madrid, la Asociación de Médicos y Titulados Superiores (Amyts) organizará una marcha que partirá del Congreso y llegará al Ministerio de Sanidad para reclamar un estatuto que “dignifique” la profesión. Además de sumarse a la huelga de médicos, también exigirán mejoras retributivas y la equiparación del Hospital Gómez Ulla con el Sermas, reivindicaciones específicas de la comunidad.
En Cataluña, Metges de Catalunya ha preparado dos movilizaciones dentro de la huelga de médicos: una este martes, desde la Delegación del Gobierno hasta la Plaça de Sant Jaume. Y otra el miércoles, desde la Facultad de Medicina hasta el Departamento de Salud. Ambas buscan visibilizar el malestar creciente del colectivo ante un sistema que consideran agotado.
Mientras tanto, el Ministerio apela a la “responsabilidad colectiva” para no frenar una reforma que considera clave. Pero la huelga de médicos ha vuelto a demostrar que el consenso está lejos y que la tensión laboral en la sanidad seguirá marcando la agenda política en los próximos meses.