Muface negocia un cambio histórico para los funcionarios

Muface negocia un cambio histórico que permitiría usar el 112 sin coste, revisar el copago farmacéutico y reforzar la atención sanitaria

Myriam Pallarés (Muface) - Economía
Myriam Pallarés es la directora general de Muface.
Kilo y Cuarto

Muface ha abierto la puerta a un cambio largamente reclamado por los sindicatos y por miles de empleados públicos. El Consejo General de la mutualidad ha acordado la creación de un grupo de trabajo específico para retomar las negociaciones con las comunidades autónomas y permitir que los mutualistas puedan recurrir sin coste al teléfono de emergencias 112. Una situación que hasta ahora generaba conflictos, facturas inesperadas y una sensación generalizada de indefensión.

La decisión supone un giro relevante en el modelo de atención de Muface. Especialmente, para aquellos funcionarios que optan por la sanidad privada. Según ha avanzado CSIF, el objetivo es “clarificar situaciones de indefensión” que se producen cuando un mutualista necesita atención urgente y recurre a un servicio público esencial como el 112.

Cómo funciona ahora la atención urgente en Muface

Actualmente, los funcionarios adscritos a Muface pueden elegir cada año entre recibir asistencia sanitaria a través de la Seguridad Social o mediante las entidades privadas concertadas, en estos momentos Adeslas y Asisa. Tal y como recoge la propia mutualidad, quienes optan por la sanidad privada deben utilizar los recursos habilitados por estas aseguradoras, incluidos sus teléfonos de emergencia, disponibles las 24 horas.

El problema, según reconocen los sindicatos, es que Muface no cubre de forma generalizada el uso del teléfono 112 para estos mutualistas. En la práctica, llamar a este servicio público puede implicar que posteriormente se pase una factura al funcionario, salvo en casos muy concretos.

Muface negocia un cambio histórico para los funcionarios
Fotografía de la fachada de Muface con el cartel de la mutualidad.
Europa Press

Muface contempla excepciones en situaciones de urgencia vital, riesgo inminente para la vida, accidentes en acto de servicio o cuando la emergencia es activada por un tercero. También se incluyen casos de personas residentes en centros de mayores o de crónicos. Sin embargo, desde CSIF denuncian que incluso en estos supuestos “siempre hay problemas burocráticos”.

Según estas fuentes recogidas por elDiario, lo habitual es que al mutualista de Muface se le cobre inicialmente el servicio y después tenga que iniciar un proceso para demostrar que se trataba de una urgencia real. Un trámite largo y complejo que, en muchos casos, disuade a los funcionarios de usar un servicio de emergencias público.

Un grupo de trabajo para cambiar el modelo

La creación del grupo de trabajo ha sido una reivindicación conjunta de UGT, CCOO y CSIF en el seno del Consejo General de Muface. Su objetivo no se limita únicamente al acceso al 112, sino también a profundizar en los problemas de salud y en la canalización de quejas de los mutualistas que optan por la sanidad privada.

Fuentes sindicales presentes en la reunión con la secretaria de Estado de Función Pública, Consuelo Sánchez, y la directora general de Muface, Myriam Pallarés, aseguran haber percibido un “compromiso firme” para abordar estos problemas estructurales.

Muface negocia un cambio histórico para los funcionarios
Imagen del logotipo de Muface sobre un fondo rosado
Kilo y Cuarto

Este movimiento se enmarca en el acuerdo plurianual firmado por el ministro Óscar López con los sindicatos para la subida salarial de los funcionarios. En ese pacto, Muface aparece como una pieza clave dentro de una estrategia más amplia que busca reforzar la equidad, la calidad asistencial y la protección de los empleados públicos hasta 2028.

El texto del acuerdo subraya la necesidad de evitar mermas en las prestaciones sanitarias, incluidas las urgencias. Un punto que conecta directamente con la polémica del uso del 112 por parte de los mutualistas de Muface.

Copago farmacéutico y digitalización

Además, Muface se ha comprometido a abordar la revisión del copago farmacéutico y ha presentado un ambicioso plan operativo y estratégico. Según CSIF, estas propuestas atienden a demandas históricas y avanzan en aspectos como el seguimiento de la calidad asistencial, el control de los conciertos y la culminación de la receta electrónica.

La mutualidad ha detallado un plan de 50 proyectos con los que pretende situar al mutualista en el centro del sistema, mejorar la cartera de servicios y reforzar las garantías de derecho. Apuesta por la digitalización, la innovación y la transparencia.

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