La tensión entre Donald Trump y la Reserva Federal ha dado un nuevo giro tras las acusaciones contra Lisa Cook, actual miembro de la Junta de Gobernadores de la Fed y primera mujer negra en ocupar ese cargo.
El presidente estadounidense ha exigido públicamente su dimisión después de que un informe señalara supuestas irregularidades en dos hipotecas vinculadas a su nombre.
El movimiento no solo abre un nuevo frente político, sino que también reaviva la batalla por el control de la política monetaria en Estados Unidos.
¿Quién es Lisa Cook y por qué es clave en la Fed?
Nombrada en enero de 2022 por el entonces presidente Joe Biden, Lisa Cook hizo historia al convertirse en la primera mujer negra en entrar en el máximo órgano de gobierno de la Reserva Federal. Su perfil académico y profesional, con décadas de experiencia en economía internacional, políticas de desarrollo y regulación financiera, había sido celebrado como un hito de inclusión y diversidad dentro de una institución tradicionalmente dominada por hombres blancos.
El mandato de Lisa Cook se extiende hasta 2038. Eso la convierte en una figura de enorme peso en el futuro de la política monetaria de Estados Unidos. Su continuidad o salida puede marcar la diferencia en un momento en que la Fed se encuentra bajo fuertes presiones para decidir si baja los tipos de interés en plena incertidumbre económica.
Las acusaciones que salpican a Lisa Cook
El escándalo estalló tras una información adelantada por Bloomberg. Según ese medio, Bill Pulte, director de la Agencia Federal de Financiación de la Vivienda, habría instado a la fiscal general Pam Bondi a abrir una investigación sobre Lisa Cook.
La acusación central es que falsificó documentos bancarios y registros de la propiedad para obtener condiciones hipotecarias más ventajosas en la compra de dos inmuebles situados en Míchigan y Georgia.
Ni la oficina de Bondi, ni la propia Fed, ni Lisa Cook han realizado declaraciones públicas sobre el caso. Hasta el momento, no se han presentado pruebas oficiales en un tribunal ni se ha abierto un proceso judicial. Sin embargo, el simple hecho de que el nombre de una gobernadora de la Fed aparezca en un supuesto fraude hipotecario ya ha generado una tormenta mediática y política.
La reacción inmediata de Donald Trump
Trump no tardó en capitalizar la noticia. A través de su red Truth Social, exigió la renuncia inmediata de Lisa Cook, en línea con sus continuos ataques a Jerome Powell, presidente de la Fed, a quien responsabiliza de frenar la economía con su política de tipos de interés altos. Para el presidente, mantener a Cook en el cargo es un símbolo de lo que considera la “politización” de la Reserva Federal bajo la influencia demócrata.
El ataque contra Lisa Cook también se enmarca en una ofensiva más amplia. En las últimas semanas, Trump ha cargado contra otras figuras vinculadas al Partido Demócrata, como el senador Adam Schiff o la fiscal general de Nueva York, Letitia James. La estrategia busca un doble efecto: desacreditar a sus adversarios políticos y reforzar su narrativa de que las instituciones están controladas por intereses contrarios a los suyos.
¿Qué está en juego si Lisa Cook renuncia?
La posible salida de Lisa Cook tendría consecuencias profundas. Al tratarse de un cargo con un mandato tan largo, su sustitución abriría la puerta a que Trump nombrara a alguien más cercano a sus tesis económicas.
El presidente ha defendido en reiteradas ocasiones la necesidad de recortar los tipos de interés para estimular el crecimiento. Incluso en contra de las recomendaciones de los analistas que advierten sobre el riesgo de inflación.
Si Lisa Cook abandona la Fed, el equilibrio interno del órgano rector podría inclinarse hacia posiciones más radicales en política monetaria. Con repercusiones directas en los mercados financieros internacionales. Además, la batalla por su sucesión se produciría en un contexto de incertidumbre sobre quién reemplazará a Jerome Powell al frente de la institución.