Entrevista

“Una mujer nunca tendría que plantearse si cambiar de trabajo o quedarse embarazada”

Consuelo Castilla, pionera en la selección de talento directivo en AdQualis, asegura que la diversidad no es una cuota, sino un elemento fundamental para el éxito empresarial

Consuelo Castilla, fundadora de AdQualis.
Javier Cuadrado

Cuando Consuelo Castilla eligió estudiar Psicología, su entorno no lo vio claro. “Recuerdo que mi padre me decía: ‘Pero vas a estudiar psicología… estudia económicas, estudia derecho, porque esto no podrás llegar a nada'”. Ella siguió adelante porque tenía una convicción que hoy tres décadas después mantiene tan viva como entonces: “A mí me gustan las personas y quise -y quiero- trabajar por ayudarlas”. Esa decisión marcó el inicio de una trayectoria que, en 1987, le situó como una de las primeras mujeres pioneras en la búsqueda de talento directivo en el mercado español.

Sus primeros pasos profesionales fueron en una firma donde “no había ninguna mujer dentro del comité“. Allí detectó además que los procesos de selección estaban centrados únicamente en la vertiente técnica: “Solo se buscaba la parte profesional, pero se olvidaba de toda la parte humana”. Su respuesta fue montar su propia compañía, para unir ambas dimensiones: “Empecé en el año 87 con esta idea muy clara de dar un servicio no solo a las empresas, sino también a los candidatos”, explica Consuelo Castilla, fundadora y CEO de AdQualis Human Results, en una entrevista con Artículo14.

Cambio de paradigma

Entonces no existían empresas de búsqueda de directivos lideradas por mujeres. Por eso -según recuerda- no era extraño escuchar, al presentarse ante un cliente, la misma pregunta: “¿Tu jefe? Con el tiempo, vieron que podíamos hacer un trabajo igual que los hombres, y en algunos casos mejor, porque aplicábamos la parte humana”. En paralelo al reto de ganarse la confianza de los clientes, Castilla apostó por incorporar mujeres en posiciones donde solo se pedían hombres. “Casi todo lo que nos pedían para comités de dirección siempre eran hombres“, asegura.

Consuelo Castilla, fundadora de AdQualis.
Javier Cuadrado

Su estrategia fue la insistencia y presentar candidatas con perfiles sobresalientes. “Les decía, si encuentro una mujer que es muy buena, ¿te la puedo incluir en la terna?. Y aquellas candidatas llegaban con un nivel de preparación altísimo, porque “la mujer que intentaba sobresalir era inmejorable, porque sabía que las posibilidades que tenía eran menores”. Con esa filosofía logró abrir un espacio para directivas en empresas que nunca lo habían considerado.

Aún persisten retos

Aunque la inclusión de una candidata femenina está hoy extendida y en algunos ámbitos -como los consejos- existe incluso un sesgo a favor de las mujeres, Castilla constata que persisten retos. La falta de confianza continúa un patrón en la autopercepción femenina: “La mujer siempre duda de si tiene las capacidades o no. El hombre no lo duda nunca”. No obstante, esa tendencia está cambiando entre las generaciones más jóvenes, que llegan con más seguridad. “La autoconfianza se soluciona dándote cuenta de que cada vez tienes más oportunidades y de que las desarrollas bien en tu trayectoria profesional, recomienda a las más jóvenes.

El avance femenino continúa siendo desigual según el sector. Castilla observa que en áreas técnicas sigue habiendo pocas mujeres. Es el caso de direcciones como IT (Information Technology), Ingeniería, I+D o Producción Industrial. Una parte del problema nace antes de llegar al mercado laboral. “Hay que mentalizar desde los colegios de que las mujeres pueden ser ingenieras, matemáticas o físicas”, recalca.

Consuelo Castilla, fundadora de AdQualis durante la entrevista.
Javier Cuadrado

Conciliación familiar

Paralelamente, la directiva recuerda cómo esta percepción está ligada al hecho de que en el pasado muchas mujeres optaron por profesiones que les permitían compatibilizar la vida familiar: “Médicas, maestras, psicólogas… profesiones que permitían trabajar y tener una familia”. Castilla recuerda conversaciones habituales con directivas que dudaban si podían quedarse embarazadas sin poner en riesgo su carrera: “Una mujer nunca tendría que plantearse si cambiar de trabajo o quedarse embarazada”. En este sentido, valora que la igualdad en las bajas maternales está ayudando a disminuir el sesgo, pero reconoce que “hay compañías hoy en día en las que todavía es muy difícil la conciliación”. Y esta, insiste, es una responsabilidad de las empresas.

El equilibrio entre la vida personal y profesional es una de las prioridades para el talento joven. Un perfil que ahora entra y sale de las empresas con más rapidez y busca valores, propósito y oportunidades de aprendizaje. “Una persona entra en un trabajo nuevo y dura dos o tres años. Esto antes era impensable. Hemos educado a una juventud con menos resiliencia y más acostumbrada al corto plazo”, resume. Pero la realidad es que los factores de éxito no han cambiado: “Para triunfar hay que poner ilusión, ganas, esfuerzo y sacrificio. Las cosas no te las regalan ni antes ni ahora”.

Los vínculos humanos frente a la IA

Consuelo Castillo ha vivido la transformación del talento directivo: “En las empresas antes hablábamos del jefe; ahora hablamos del líder”. Ello ha implicado un cambio en la evolución de las competencias que hoy definen un perfil de alta dirección. “Ahora van mucho más allá del conocimiento técnico, que está descontado. Tenemos que buscar empatía, inteligencia emocional, liderazgo y toma de decisiones”, detalla.

El siguiente reto es la IA. En el caso de su sector, la captación de talento directivo, Castilla -firme defensora de la tecnología- mantiene una frontera clara, pues no considera que “la IA nos vaya a quitar trabajo. Nos va a quitar tareas, que es diferente“.

Consuelo Castilla es experta en captación de talento directivo.
Javier Cuadrado

En su visión, el vínculo humano es insustituible .“Hay algo que no vamos a perder: la relación humana, el criterio humano, la capacidad de decisión”, insiste. Por eso, la diversidad -y no solo de género- es una de las claves del éxito en los equipos. “Las empresas que han optado por tener mujeres en sus consejos se han dado cuenta de que mejora la relación interna de este órgano y se toman decisiones más rápido”, asegura.

Cuotas

Aun así, Castilla rechaza las cuotas como principio, aunque admite que ha dado un pequeño empujón a las mujeres. “Yo creo en el talento. Lo bueno es la diversidad”, concluye. ¿Qué distingue al talento femenino en posiciones de responsabilidad? Castilla lo resume como “mujeres muy comprometidas, con un nivel de empatía y de inteligencia emocional desarrollada“, a quienes recomienda no imitar otros patrones -masculinos- pues “tenemos que destacar y potenciar nuestras cualidades”. Cualidades en las que ella como mujer también ha confiado para impulsar carreras profesionales, cumpliendo su mantra: “A mí me gustan las personas, yo quiero a la gente”.