ISLAS BALEARES

La ruta de calas en Mallorca que no te puedes perder este verano

Esta ruta de calas en Mallorca se puede hacer a pie y combina playas de piedra y de arena

Ruta de calas en Mallorca
Ruta de calas en Mallorca
Sedaventura

 

Mallorca es una de las islas más visitadas de nuestro país. Esta guarda muchos encantos, y localizaciones ideales para ser disfrutadas por todo el mundo. Una de las actividades más frecuentadas por turistas y por locales es la de ir a sus maravillosas playas, de aguas cristalinas (y frías). Una escapada a la isla nos llevará a sus costas, algunas más masificadas que otras. Pero hay una ruta de calas en Mallorca no tan frecuentadas que merece mucho la pena.

La apenas conocida ruta de calas en Mallorca

En el sur de la Isla, en la comarca del Migjorn, se encuentran S’Arenal y Llucmajor. Es una zona con muchos turistas alemanes y algunas zonas de playa muy masificadas. No obstante, hay unas calas seguidas una tras otra que no tienen tantos visitantes y que vale mucho la pena visitar. De hecho, es probable que encontréis alguna de ellas vacías.

La ruta se puede hacer a pie o en bicicleta. Esta última se puede dejar antes de entrar a cada cala, sin temor alguno a pesar de no haber vigilancia, debido a la tranquilidad del lugar. Así, se puede iniciar también desde los dos municipios mencionados directamente. En coche o en bus también se puede llegar al inicio con facilidad, en caso de que se acuda desde más lejos. El camino de la ruta es prácticamente en línea recta y sigue la costa, por lo que no tiene pérdida alguna.

El punto de partida es Sa Cova Baixa, una pequeña y salvaje cala bastante rocosa. Su entrada y su forma de cueva le dan el nombre, y se llega  a ella a través de unas escaleras, como en el resto de las calas de la ruta.

Es la más tranquila y menos visitada de todas, y sus aguas cristalinas esmeraldas permiten ver los peces, los pequeños cangrejos y demás fauna que habitan en ella. La sensación de aventura se palpa desde el primer momento.

A los pocos minutos de la primera parada, el visitante llega al Mirador de Son Verí Nou. No es una cala como tal, pero este mirador tiene unas magníficas vistas del litoral y permite divisar varias pequeñas calas a las que bajar sin el ajetreo turístico de playas cercanas. Si es posible, ver el amanecer o el atardecer hará de la visita una experiencia aún más cautivadora.

Mirador de Son Verí Nou
Mirador de Son Verí Nou

 

La segunda cala de esta caminata es Cala Mosques. Se define por su naturaleza virgen, sin ningún bar ni servicio cerca. La vegetación y los acantilados pegados al agua la hacen ideal para quien busca disfrutar de un encuentro relajado con el mar mallorquín.

Muy cerca de ella se encuentra Sa Pesquera Plana. Como se puede intuir, si bien es rocosa, es una cala muy plana. El baño es tranquilo y el sol se puede tomar sin estar pendiente de notar muchas piedras en la espalda.

Es bastante frecuentada por los vecinos de la zona, los cuales son muy amables. Eso sí, es la que más se llena de gente con diferencia.

Para finalizar esta ruta de calas en Mallorca, la Platja Caló de ses Lleonardes pone el broche de oro a este paseo entre chapuzón y chapuzón en el Mediterráneo. Es bastante accesible, es de arena blanca y sus aguas limpias y turquesas atraen a familias, a grupos de amigos y a parejas. Quienes cuenten con gafas de buceo, podrán ver un fondo marino lleno de vida.

Esta ruta no nos llevará más de una hora de nuestro tiempo, dependiendo de cuánto queramos estar en cada lugar. Ofrece muy buenas vistas, calas de diversos tipos para todos los gustos, y unos recuerdos imborrables que reúnen aventura, relax y enamoramiento de un entorno costero muy especial.

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