La gastronomía española ha sido testigo de la de muchos chefs y restaurantes que han dejado una huella imborrable en la cultura culinaria del país. Entre estos nombres destacados, se encuentra Juanjo López Bedmar, el chef y propietario de La Tasquita de Enfrente, un restaurante que ha sabido mantener su esencia tradicional a la vez que se reinventa constantemente. Este pequeño pero emblemático restaurante, situado en el corazón de Madrid, es un reflejo del compromiso de Juanjo con la calidad, la tradición y la innovación.
Juanjo López Bedmar no comenzó su carrera en la cocina de manera convencional. Antes de dedicarse por completo a la gastronomía, trabajó durante muchos años en el sector financiero, en un mundo completamente diferente al de la restauración. Sin embargo, la pasión por la cocina siempre estuvo presente en su vida, heredada de su padre, quien fundó La Tasquita de Enfrente en 1966. Esta pasión latente finalmente lo llevó a tomar las riendas del restaurante familiar en el año 1999.
Desde que asumió la dirección del restaurante, Juanjo ha mantenido una filosofía clara: el respeto absoluto por el producto. Para él, la materia prima es la base de cualquier plato y, su trabajo consiste en ensalzarla sin desvirtuarla. Su filosofía es clara, “menos es más” y ningún plato con más de tres ingredientes. Esta visión se refleja en cada una de las creaciones que salen de su cocina, donde la sencillez y la pureza de los sabores son las verdaderas protagonistas.
La Tasquita de Enfrente es un restaurante que, a primera vista, puede parecer modesto. Ubicado en una calle tranquila de Madrid, su fachada no revela la riqueza culinaria que se esconde en su interior. Sin embargo, aquellos que atraviesan sus puertas, son recibidos en un espacio acogedor y elegante, donde cada detalle está cuidadosamente pensado para ofrecer una experiencia gastronómica única. Juanjo y su equipo hacen de anfitriones perfectos, llevándote en cada plato por un recorrido por el producto de cada temporada, donde se respeta al máximo la temporalidad.
El menú de La Tasquita de Enfrente es un homenaje a la cocina tradicional española, pero con un toque contemporáneo que la eleva a nuevas alturas. Juanjo se ha convertido en un maestro en la reinterpretación de platos clásicos, siempre con un enfoque en la calidad del producto y la técnica precisa. Entre sus creaciones más destacadas se encuentran el pichón de Bresse, el steak tartar, y los callos, todos ellos elaborados con una maestría que, sólo alguien con un profundo respeto por la tradición, podría lograr.
Uno de los aspectos más fascinantes de la cocina de Juanjo López Bedmar es su capacidad para innovar sin perder de vista sus raíces. En La Tasquita de Enfrente, cada plato es una obra de arte que refleja el equilibrio perfecto entre tradición y modernidad. Juanjo no teme experimentar con nuevas técnicas y combinaciones de sabores, siempre con el objetivo de sorprender y deleitar a sus comensales.
La creatividad de Juanjo se manifiesta en su habilidad para encontrar la armonía en lo sencillo. Un ejemplo de ello, es su famoso plato de huevo con caviar, una combinación aparentemente simple pero que en sus manos te transporta a una experiencia sublime. Así como su famosa ensaladilla, donde convierte algo sencillo en uno de sus platos estrella, con más de veinte versiones. Esta capacidad para transformar ingredientes cotidianos en auténticas joyas gastronómicas es una de las razones por las que La Tasquita de Enfrente se ha ganado un lugar privilegiado en la escena culinaria de Madrid.
A lo largo de los años, Juanjo López Bedmar y La Tasquita de Enfrente han recibido numerosos reconocimientos y elogios por su contribución a la gastronomía española. El restaurante ha sido incluido en prestigiosas guías y ha obtenido altas calificaciones por parte de críticos gastronómicos y comensales. Sin embargo, más allá de los premios y las distinciones, lo que realmente define el éxito de Juanjo es su dedicación incansable a su oficio y su amor por la cocina.
El legado de Juanjo López Bedmar va más allá de su propio restaurante. Su enfoque en la calidad del producto y su respeto por la tradición han influido en muchos jóvenes chefs que buscan inspiración en su trabajo. Además, su capacidad para combinar lo antiguo con lo nuevo ha demostrado que la evolución en la cocina no requiere abandonar las raíces, sino fortalecerlas y reimaginarlas. En la actualidad Nacho Trujillo, como jefe de cocina, es el responsable de seguir con esta filosofía.
Mirando hacia el futuro, Juanjo continúa explorando nuevas formas de sorprender y deleitar a sus comensales. La Tasquita de Enfrente sigue siendo un laboratorio de ideas, donde la creatividad y la pasión por la cocina no conocen límites. Con cada temporada, el menú evoluciona, incorporando nuevos ingredientes y técnicas, pero siempre manteniendo la esencia que ha definido al restaurante desde sus inicios.
En resumen, Juanjo es mucho más que un chef; es un guardián de la tradición y un innovador incansable. La Tasquita de Enfrente, bajo su dirección, se ha convertido en un faro de la gastronomía española, un lugar donde la calidad, la creatividad y el respeto por el producto se unen para crear una experiencia inolvidable. En cada plato que sirve, Juanjo nos recuerda que la verdadera grandeza en la cocina no se mide sólo por la innovación, sino por la capacidad de honrar y reinterpretar nuestras raíces culinarias.
Para dar expresión a esta sencillez vamos a explicar una receta exquisita que aúna esta simplicidad.
Higo rebozado con pasta de anchoa
Ingredientes:
- 1 vaso de cerveza
- 1 pizca de levadura
- 2 cucharadas de harina de trigo
- 1 higo fresco
- 1 anchoa en conserva
- Pimienta
Elaboración:
- Antes de nada, pelamos un higo y lo cortamos en dos mitades.
- En un bol ponemos un vaso de cerveza, dos cucharas de harina, pimienta, y una pizca de levadura. Con una varilla, removemos y corregimos de harina, si fuese necesario, tiene que quedar una pasta ligada pero no muy espesa. La cubrimos con papel film y la dejamos reposando en frío durante 1 hora.
- La anchoa, con un poco de aceite de la conserva, la hacemos pasta con la ayuda de un mortero.
- Para terminar el plato, cogemos las dos mitades del higo, los sumergimos en la pasta y freímos a 180 grados en aceite de oliva virgen extra, durante 20 minutos.
- Luego, los colocamos en un papel absorbente para que chupe el exceso de grasa y ponemos la pasta de la anchoa en cada mitad.
- Listo para probar uno de los bocados más deliciosos.