Sánchez desvía el foco con Trump y Netanyahu antes de la declaración de Cerdán: “Va a negarlo todo”

“Va a hacer lo que Ábalos”, pronostican fuentes del Gobierno sobre la citación del exnúmero tres del PSOE como investigado. Prevén que Sánchez haga suyas algunas propuestas de sus socios contra la corrupción

Donald Trump y Benjamin Netanyahu situándose como antagonistas en un momento crítico para la coalición era un cóctel difícil de lograr. En el Gobierno de coalición celebran que, después de pasar semanas sin ningún control de la agenda pública, casi sin pulso político, los exabruptos del presidente de EEUU y los dardos de Israel han regalado algo de oxígeno político a Pedro Sánchez. También le han servido sus propias maniobras en la cumbre de la OTAN.

El presidente llegaba a esta cita internacional casi sin resuello, acorralado por el caso de corrupción que se ha cobrado la carrera política del secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, y ha sumido en la “paraonia” y el desánimo a los socialistas. También ha tenido un serio impacto en sus socios,(Sumar han perdido una diputada), y ha servido de munición para el Partido Popular.

El lunes, una semana después que José Luis Ábalos y Koldo García, Cerdán comparecerá como investigado ante el juez Leopoldo Puente, que investiga el caso Koldo en el Tribunal Supremo. La caída del segundo exsecretario de Organización por una misma trama corrupta ha generado un terremoto en el PSOE, con capítulos como la entrada de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil en la sede de Ferraz, para clonar el correo electrónico profesional de Cerdán.

También ha hecho saltar alarmas ante las informaciones que puedan aflorar. Pese a la preocupación generada, fuentes del Gobierno aseguran que no tienen “temor ninguno” ante lo que pueda declarar Cerdán en el Alto Tribunal. “Va a hacer lo que Ábalos, negarlo todo”, pronostican.

Visto que el exnúmero tres, como su predecesor (Ábalos), alega no reconocerse en la voz y en las palabras que se le atribuyen en varias grabaciones, en el Ejecutivo asumen que su estrategia de defensa pasará por intentar demostrar que cualquier audio incorporado en la causa “está manipulado”.

Lo hará, vaticinan, reclamando un peritaje. Con pocos remilgos, ellos señalan que el Cerdán de las conversaciones suena “clavado” al original. Y ven poco margen para argumentar que todo es fruto de una herramienta de inteligencia artificial hiperrealista.

Preguntaron a Cerdán por sus Whatsapps

La conmoción no se ha pasado. Hace apenas dos semanas, y después de meses poniendo la mano en el fuego por él, las informaciones periodísticas sobre el informe de la UCO llevaron a los suyos a insistir al entonces número tres socialista: “¿Tienes algún Whatsapp o algo que se pueda sacar de contexto?”. “Decía que no”, zanjan.

Sí venden una pequeña recuperación de la moral del partido, que se deja sentir en distintos estratos: entre cargos públicos, en Ferraz y en el Gobierno. En algunos momentos hubo dudas, pero hoy insisten en que, salvo que las próximas revelaciones apunten a un escenario todavía más grave, Sánchez tiene previsto aguantar. A Yolanda Díaz le transmiten su seguridad de que no habrá indicios de financiación irregular. También estaban seguros de que Cerdán estaba limpio.

En el Ejecutivo explican que han entrado en una fase distinta del “duelo”, una vez han comenzado a asimilar la magnitud del golpe. La buena noticia es que los socios de Gobierno y parlamentarios, con la excepción de Podemos, no dan muestra alguna de haber decidido retirar sus apoyos, que siempre han vendido caros. “Los socios están como los habéis visto, se han sentido impactados”, aseguran.

Por eso se espera que el presidente del Gobierno les dedique algunos gestos en su próxima comparecencia ante el Congreso de los Diputados, el 9 de julio. De hecho serán dos comparecencias seguidas: una, sobre la corrupción, y una segunda como cajón desastre para abordar todos los temas pendientes (la cumbre de la OTAN, el caso Leire Díez, etc). Intentaron que el presidente accediera a hacerlo antes, pero no hubo forma de convencerle.

Es en esta comparecencia cuando fuentes del Ejecutivo esperan que Sánchez se saque un nuevo conejo de la chistera: que compre buena parte de las medidas contra la corrupción que le han ido recetando los diferentes partidos en sus conversaciones bilaterales. La opción de prohibir a empresas corruptoras que se presenten a adjudicaciones públicas va cobrando cuerpo, pero nadie con galones se atreve a ir mucho más allá. Todo está, aún, en la cabeza del presidente.

En su faceta como secretario general socialista, el sábado 5 trasladará al Comité Federal los cambios que quiere impulsar en la Ejecutiva del partido, que irán mucho más allá de la sustitución de Cerdán. Hay muchas miradas puestas en los más estrechos colaboradores del exsecretario de Organización, y algunos ponen en entredicho la continuidad de estos trabajadores.

Ley de amnistía, enfrentamiento con Trump y nuevo pulso con Israel

La última semana ha estado plagada de hitos informativos que han facilitado desviar el foco de la corrupción. El aval del Tribunal Constitucional a la ley de amnistía, que estaba más que previsto, ha generado nuevas críticas al Ejecutivo. Las ha asumido sin ninguna sorpresa.

La protesta de jueces y fiscales frente al Tribunal Supremo, este sábado, también la contemplaban. Y el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, llegó a contraprogramarla convocando declaraciones casi en paralelo a esta concentración.

Pero las grandes distracciones vinieron de las amenazas de Trump sobre el compromiso a invertir el 5% del PIB en defensa antes de 2035, ya firmado por los aliados de la OTAN.

En Moncloa argumentan que Sánchez no tenía previstos los gestos que escenificó en la cumbre de la Haya (mostrarse aislado, serio, situarse lejos del resto de líderes en la foto de familia) Lo afirman con la boca chica. Y sacan pecho por el “éxito” de que el mismísimo presidente de EEUU “dejara clarísimo que somos soberanos”. “Él no puede tomar medidas unilaterales sobre España”, apuntan.

Las posibles represalias de Trump aún están por concretarse, y las conversaciones entre Bruselas y Washington para evitar una nueva guerra comercial siguen en marcha. Las reprimendas que no esperan hoy en Moncloa son las que pudieran venir por parte de Netanyahu. Israel ha acusado al presidente español de lanzar una “cruzada antisraelí“ por hablar del genocidio en Gaza y por reclamar la suspensión del acuerdo comercial con la UE. En esto, como en lo que tiene que ver con la Administración Trump, creen que una confrontación acotada les beneficia.

Antes de la comparecencia de Sánchez, del pleno escoba extraordinario y de los últimos Consejos de Ministros del curso, aún se tiene que celebrar la Cuarta Conferencia Internacional de Naciones Unidas sobre la Financiación para el Desarrollo (FFD4). Tendrá lugar en Sevilla, entre el lunes y el jueves. Después de esta cita con la ONU, no les quedan tantos hitos internacionales para desviar la vista de la corrupción.