Taylor Swift ha vuelto a dejar claro que cada uno de sus lanzamientos es un acontecimiento cultural. Con el estreno del videoclip de The Fate of Ophelia, perteneciente a su nuevo álbum The Life of a Showgirl, la artista norteamericana se adentra en un universo visual que fusiona el drama shakesperiano con el brillo del cabaret y la opulencia de Hollywood. El resultado: una sucesión de estilismos que confirman por qué su sentido estético es ya parte esencial de su narrativa artística.
El vídeo, dirigido por la propia Swift junto a Joseph Kahn, arranca con una atmósfera de teatro clásico y termina con un estallido de lentejuelas y luces, reflejando su evolución como artista y como ícono de estilo. Aquí repasamos los looks más espectaculares del corto que ya acumula millones de visualizaciones.
1. El vestido blanco de Alberta Ferretti

La primera aparición de Taylor es pura poesía visual. Enfundada en un vestido blanco de Alberta Ferretti, confeccionado especialmente para ella, encarna una figura etérea inspirada en las pinturas prerrafaelitas. Las mangas abullonadas, los encajes y los volantes recuerdan a una Ofelia salida de un lienzo, marcando el tono romántico y trágico del videoclip.
2. El vestido de flecos de Roberto Cavalli

De la melancolía al ritmo disco. En una escena dominada por luces estroboscópicas y bailarinas, Swift cambia de registro con un vestido de Roberto Cavalli plagado de flecos brillantes. El peinado con flequillo y el maquillaje en tonos oscuros evocan los años 70 y nos devuelven a su faceta más camaleónica.
3. El vestido con corazón bordado de Paolo Sebastian

En uno de los fragmentos más cinematográficos del vídeo, Taylor aparece sobre un barco rodeada de neblina y luces doradas. El vestido, diseñado por Paolo Sebastian, es una obra de arte con bordados de cristal y un corazón cosido al pecho. La combinación de tul, pedrería y silueta victoriana refuerza la estética de cuento trágico que atraviesa todo el relato.
4. El bañador retro de Area

Swift sorprende con un guiño al glamour de los años 50 al aparecer con un bañador azul marino de Area, acompañado de un gorro de baño vintage y una boa de flecos metálicos. La escena es una oda al cine clásico y recuerda a las divas de la era dorada de Hollywood, con un aire entre Marilyn Monroe y Esther Williams.
5. El vestido de cuero de Roberto Cavalli

Roberto Cavalli firma otro de los grandes momentos del videoclip: un vestido de cuero con incrustaciones doradas y corsetería visible, que juega con la estética de sirena y la fuerza del rock. Los cordones que se extienden hasta el suelo y los reflejos metálicos realzan el dramatismo del conjunto, muy en línea con el espíritu de The Life of a Showgirl.
6. El conjunto de cabaret de Bob Mackie

En su punto más teatral, Taylor se transforma en una auténtica vedette con un conjunto diseñado por Bob Mackie, el legendario creador detrás de los trajes más icónicos de Cher. Lentejuelas rojas, plumas y un tocado espectacular rinden homenaje al cabaret clásico y al exceso controlado del espectáculo. Es el momento más vibrante del clip, donde Swift demuestra que el dramatismo puede ser sinónimo de poder.
7. El vestido metalizado de Kelsey Randall

El cierre llega con un destello de luz. Taylor aparece con un vestido de Kelsey Randall hecho con cristales, peridotos y fragmentos de candelabros antiguos. Es una metáfora perfecta: tras la tragedia y la reinvención, brilla con la fuerza de quien ha sobrevivido a su propia historia.
Con The Fate of Ophelia, Taylor Swift no solo presenta un videoclip, sino una declaración estética y emocional. Cada look narra una parte del relato, confirmando que la artista domina no solo la música, sino también el arte de construir mundos visuales que se quedan grabados en la retina.