Inseguridad

La primera mujer al frente del MI6 advierte de que Reino Unido ha entrado en una nueva “era de incertidumbre” marcada por la guerra híbrida y por Rusia

"La primera línea del frente está en todas partes", advierte Blaise Metreweli, quien anuncia un replanteamiento estratégico con Rusia en primer plano y el poder tecnológico en el punto de mira

Blaise Metreweli
Blaise Metreweli, nombrada nueva jefa del MI6 en Reino Unido
Efe/KiloyCuarto

La nueva directora del MI6 británico, Blaise Metreweli, ha aprovechado su primer discurso público para exponer lo que supone un reajuste del pensamiento de Reino Unido en materia de seguridad: dominio tecnológico, enfoque abierto en Rusia como principal fuerza desestabilizadora, recelo hacia el poder tecnológico sin control y una actitud notablemente moderada hacia China.

En su intervención del lunes desde la sede del MI6, Metreweli describió un mundo en el que “la primera línea del frente está en todas partes” y Reino Unido está entrando en una nueva “era de incertidumbre”, marcada por la guerra híbrida, la manipulación de la información y la rápida disrupción tecnológica. Toda una declaración de intenciones de la primera mujer al frente del Servicio Secreto de Inteligencia, y una clara señal de que la continuidad definirá la nueva era.

Blaise Metreweli, nombrada la primera mujer jefa del Servicio Secreto de Inteligencia británico (MI6)

Rusia rescribe las reglas del juego

Metreweli lanzó una advertencia de que las fronteras tradicionales del conflicto se han disuelto. Las amenazas ya no se limitan a los campos de batalla o las fronteras, sino que fluyen a través del ciberespacio, las cadenas de suministro, los sistemas financieros y los entornos de información. “Las reglas del conflicto están siendo reescritas”, afirmó, “por Rusia y otros actores hostiles”.

Rusia, en particular, fue señalada como el peligro más grave al que se enfrentan Reino Unido y sus aliados. Metreweli describió a Moscú como “agresiva, expansionista y revisionista”, argumentando que la inestabilidad no es una consecuencia involuntaria de la política del Kremlin, sino una herramienta deliberada. “La exportación del caos es una característica, no un error, del enfoque ruso hacia el compromiso internacional”, indicó, y añadió que la presión sobre Moscú “se mantendrá” hasta que el presidente Vladimir Putin se vea “obligado a cambiar sus cálculos”.

Si Rusia fue enmarcada como la principal amenaza externa, la tecnología emergió como el desafío interno determinante. Metreweli argumentó que las agencias de inteligencia deben someterse a una profunda transformación cultural para sobrevivir en un panorama de amenazas híbridas. “El dominio de la tecnología debe impregnar todo lo que hacemos”, aseveró. En su opinión, no solo en las unidades especializadas, sino “sobre el terreno, en nuestras técnicas de espionaje y, lo que es más importante, en la mentalidad de cada agente”.

Ucrania
Uno de los últimos ataques de Rusia contra un edificio residencial en Ternópil, Ucrania
Efe

El poder tecnológico y la seguridad

Y es que para Metreweli, los agentes de inteligencia deben “sentirse tan cómodos con las líneas de código como nosotros con las fuentes humanas, y ser tan fluidos en Python como nosotros en varios idiomas”. Así, el poder tecnológico es ahora inseparable de la seguridad nacional, y quienes dan forma -o distorsionan- su uso son actores cada vez más importantes en la inestabilidad mundial.

Aunque Metreweli no mencionó directamente a las empresas tecnológicas privadas, su planteamiento situó a los poderosos actores tecnológicos en el centro del panorama de la seguridad, haciéndose eco de la creciente preocupación en Londres por el papel de las plataformas digitales, el control de datos y los ecosistemas de información en la configuración de los resultados geopolíticos.

Por el contrario, China apareció en gran medida en segundo plano. Aunque el discurso hizo referencia a las recientes sanciones de Reino Unido contra dos empresas con sede en China vinculadas a actividades cibernéticas, Metreweli evitó el tipo de escalada retórica radical reservada a Rusia. Ese equilibrio -asertivo con Moscú, cauteloso y específico con Pekín- refleja lo que se ha convertido en la posición predeterminada emergente en Whitehall: una postura dura con Rusia combinada con un enfoque más calibrado y gestionado en función del riesgo con Pekín.

En un mundo cada vez más mediado por algoritmos y máquinas, Metreweli argumentó que el factor decisivo no sería solo el dominio tecnológico, sino cómo se ejerce el poder. “El desafío definitorio del siglo XXI no es simplemente quién maneja las tecnologías más poderosas, sino quién las guía con la mayor sabiduría“, auguró.

Sus últimas palabras hicieron hincapié en que el trabajo de inteligencia, a pesar de su secretismo y sofisticación técnica, sigue siendo una labor humana. “No es lo que podemos hacer lo que nos define”, afirmó, “sino lo que elegimos hacer”, concluyó la nueva directora del MI6 británico.