La amenaza de Rusia sobre el norte de Europa acecha. La primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, consideró este viernes que el viejo continente afronta una “guerra híbrida”, que esta semana ha provocado el cierre del espacio aéreo danés por la invasión de drones rusos. Previamente, Polonia, Estonia, Noruega, Bulgaria o Rumania fueron víctimas de incursiones similares. El frente nororiental de los aliados de la OTAN está en alerta máxima.
Las autoridades danesas frenaron la actividad de dos aeropuertos principales en la noche del miércoles tras avistarse drones en el cielo, operados por “un actor profesional”. El lunes, los aeropuertos de Copenhague y Oslo también fueron cerrados por incursiones de drones, lo que forzó cancelaciones de vuelos y afectaciones a miles de viajeros.

Ante el inicio de una guerra híbrida
“Estamos ante el inicio de una guerra híbrida en Europa, y creo que veremos más al respecto. Estamos viendo la conducta, y no tiene buena pinta”, advirtió la premier en un discurso a la nación este viernes, cuando se volvieron a repetir las incursiones. Pese a aclarar que las autoridades danesas todavía deben identificar “quién está detrás de los ataques sobre aeropuertos e infraestructuras críticas”, insinuó la responsabilidad directa del Kremlin.
Tras los incidentes sobre el espacio aéreo de Polonia y Estonia, ambos países reclamaron a la OTAN una reunión de emergencia para tratar la situación. En el este y norte de Europa, donde países sienten de cerca la amenaza rusa por la cercanía fronteriza, países como Dinamarca están reforzándose militarmente a marchas forzadas. Con la llegada de Donald Trump al poder, EE UU avisó a los países europeos que debían hacerse cargo de su propia seguridad, e invitó a que incrementen su gasto en defensa hasta el 5% del PIB.
Poco después de la declaración de Frederiksen, el aeropuerto de Aalborg, al norte del país, fue clausurado por segunda vez. Moscú denegó responsabilidad por la incursión en los cielos de Estonia, y sí reconoció como un accidente la entrada de drones en territorio polaco. Respecto a Dinamarca, no hubo todavía pronunciamientos. La premier danesa avisó que no puede prometer que “drones crucen nuestras fronteras”, a pesar de que están reforzando sus defensas para repeler estos artefactos.

Dinamarca demanda más gasto en Defensa
Ucrania, país que ha basado su estrategia de resistencia a la invasión rusa en el uso de drones, está aportando su experiencia al país nórdico para contrarrestar la amenaza. A principios de mes, el ministerio de defensa danés anunció la adquisición de los sistemas de defensa antiaérea SAMP/T -de fabricación italiana y francesa-, por valor de 7,7 billones de dólares, según informó Político.
Ante la gravedad del momento, Frederiksen apeló a sus colegas europeos a gastar más en Defensa. “Los eventos de los últimos días dejan en evidencia la importancia del momento, por ello estamos construyendo la industria de defensa en Dinamarca”, afirmó. Andrius Kubilius, comisario de defensa de la Unión Europea (UE), avanzó este viernes que los aliados de la OTAN construirán un “muro antidrones” para neutralizar al Kremlin.
“Acordamos pasar del concepto a la acción concreta. Coincidimos en el punto más importante: la vigilancia del flanco Oriental, con el muro de drones como núcleo, que servirá a toda Europa”, señaló Kubilius. La estrategia tendrá cuatro ejes centrales: capacidades avanzadas de detección, seguimiento e interceptación; las defensas terrestres, entre ellas los sistemas antimovilidad; la seguridad marítima para los mares Báltico y Negro; y la vigilancia desde el espacio.

Las incursiones de drones rusos en Dinamarca fueron especialmente sensibles en el aeropuerto de Aalborg, que alberga una base militar con cazas de combate F-35 y F-15. También se detectaron artefactos sobre plataformas de petróleo y gas natural en el Mar del Norte, y cerca del puerto estratégico de Korsor.
El aparato de Defensa danés optó por no derribar los drones, alegando que era la opción más segura por ahora. Moscú “rechaza tajantemente” cualquier responsabilidad en estos incidentes, y desde su embajada en Copenhague consideró que se trata de “una provocación organizada”. Expertos militares daneses comentaron que derribar drones sobre zonas urbanas del país podría ser más peligroso que dejarlos volar. “Pero no es una situación sostenible y necesitamos nuevas ideas”, consideró a la BBC Viggo Jabokbsen, del Royal Danish Defence College.
Desde Polonia, el país que más teme la amenaza rusa, su ministro de exteriores Radek Sikorski elevó el tono. “Si otro misil o avión cruza nuestro territorio sin permiso, intencionadamente o por accidente, y es derribado y sus restos caen en territorio de la OTAN, no vengan aquí a quejarse. Han sido advertidos”, avisó.