Libertad de prensa

Las periodistas que se enfrentan a Trump tras el cierre de su medio en EE UU: “Es una situación de vida o muerte”

Jerreat trabajaba escribiendo sobre libertad de prensa para la cadena Voz de América (VOA), el medio que se ha convertido en blanco de las críticas del mandatario estadounidense, que hasta ordenó cortar la financiación

Estados Unidos
El presidente Trump censura los medios que no son 100% afines
Jessica Jerreat/KiloyCuarto

“Esto es real, es una situación de vida o muerte para algunos de mis colegas”. Esa fue la contundente frase con la que Jessica Jerreat, periodista norteamericana, planteó las posibles consecuencias de otra polémica decisión del presidente Donald Trump.

Desde 2020, Jerreat trabaja escribiendo sobre libertad de prensa para la cadena Voz de América (VOA, por sus siglas en inglés), el medio que ahora es un blanco para el mandatario, quien desde el pasado 15 de marzo ordenó cortar su financiamiento a través de su empresa matriz, la Agencia de Medios Globales de EE UU (USAGM).

En diálogo con Artículo14, Jerreat, una de las impulsoras de la demanda con la que los periodistas lograron frenar por dos meses la decisión, afirmó que por los menos “50 trabajadores de la agencia corren peligro en sus países de origen”, a donde tendrían que regresar en un plazo máximo de 30 días.

“Por años, la VOA les ha dado la oportunidad de informar de una manera que no podrían hacerlo en su propio país”, pero ahora “están a punto de perder ese derecho” por la decisión del Gobierno. Los periodistas internacionales operan bajo una visa J-1 que les permite permanecer en el país el tiempo que dure su trabajo.

Trump
Donald Trump ha tomado medidas muy polémicas en sus primeros meses
Kilo y Cuarto

VOA contra la propaganda nazi

La Voz de América es una red de noticias financiada por el Gobierno estadounidense por más de ocho décadas. Justamente, la cadena nació con el objetivo de contrarrestar la propaganda nazi durante la Segunda Guerra Mundial.

Pero después de 83 años, la orden ejecutiva firmada por Trump dejó sin labores hasta el momento a casi 600 contratistas, de unos 1.300 trabajadores de la cadena internacional que han sido puesto en licencia administrativa pagada, y aspira a iniciar una “reorganización” del medio al que por meses ha calificado de “anti-Trump” y “radical”. “No pudimos siquiera avisarle a nuestra audiencia lo que pasaba”, lamentó Jerreat.

“Esas medidas se deben a la falsa percepción de que la agencia publicaba noticias que no concuerdan con el punto de vista de la Administración”, agregó la periodista que junto a su colega Patsy Widakuswara, intenta “por todos los medios” hacer efectiva la Primera Enmienda a la Constitución de Estados Unidos que garantiza varias libertades fundamentales, entre ellas la libertad prensa.

Widakuswara, quien ha cubierto por años lo que sucede en la Casa Blanca, es la firmante principal de la demanda que detuvo temporalmente la decisión de Trump, pero que el jueves fue ratificada con correos de despido después de que un tribunal federal de apelaciones revocara el fallo anterior que impedía el desmantelamiento de VOA.

La veterana periodista ha asumido la defensa de sus compañeros sin importar la atención que Trump ha puesto sobre ella. “¿De qué lado estás?”, le preguntó fríamente el presidente en una rueda de prensa luego de que ella lanzara una pregunta sobre supuestas expulsiones de palestinos de la Franja de Gaza.

Oro
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sostiene una llave dorada, junto al presidente de la FIFA, Gianni Infantino, y el trofeo del Mundial
Efe

“Estoy con la Voz de América señor presidente”, contestó Widakuswara interrumpida por un “¡Con razón!” del mandatario republicano. En entrevista con el programa 60 Minutos de la cadena CBS, la periodista reconoció que en ese momento sintió “un profundo nudo en el estómago”.

“Mi trabajo es preguntar”

“Es imposible saber si la decisión de Trump de desmantelar VOA tuvo que ver con la pregunta que le hice dos días antes… yo solo estaba haciendo mi trabajo que es preguntar”, señaló la periodista, quien ha manifestado en redes su tristeza ante los despidos.

A través del movimiento “Save VOA”, Jerreat y Widakuswara indicaron que el equipo ya inició “las consultas necesarias con abogados” para mantener “el compromiso de restituir todos los puestos de trabajo que estuvieron hasta el 14 de marzo”. “Es el Congreso, y no la Casa Blanca, el que debe determinar lo que nos sucede”, insistió por su parte Jerreat.

El director de VOA, Michael Abramowitz, escribió a su vez que estaba “desconsolado” por las terminaciones realizadas por USAGM. “Algunos de los periodistas más talentosos de VOA han sido contratistas —muchos de los cuales escaparon de la tiranía en sus países de origen para contar la historia de Estados Unidos sobre libertad y democracia”, indicó al afirmar que todavía no ha recibido “ninguna justificación” de parte de la USAGM.

Otra mujer en la contraparte

La asesora principal de la USAGM, Kari Lake, indicó en un comunicado dirigido al diario The Washington Post que los despidos forman parte del “proceso de redimensionar la agencia y reducir la burocracia federal para cumplir con las prioridades de la Administración”.

La candidata al Senado por Arizona, Kari Lake
La candidata al Senado por Arizona, Kari Lake, es una gran defensora de Trump
Efe

La ex presentadora de noticias y partidaria de MAGA, fue contundente con su mensaje. “Seguiremos recortando el exceso en USAGM y transformando un dinosaurio arcaico en algo que valga la pena ser financiado por los estadounidenses trabajadores”.

“Abróchense el cinturón”, añadió. “Esto no ha terminado”.

En este momento, poco más de veinte empleados han vuelto a trabajar presencialmente, una medida que muchos periodistas de VOA interpretan como un intento de Lake por cumplir con el número mínimo de personal exigido por ley, reincorporando sobre todo a trabajadores de alto rango del área de noticias en inglés y a periodistas de los servicios en farsi, mandarín, dari y pastún.

No es la primera vez que Trump arremete en contra de VOA. En su primer mandato, su bancada intentó desmantelar la cadena con críticas directas sobre cómo cubrían la pandemia. Los republicanos no aceptaban que el medio no señalara a China como responsable de la crisis. No obstante, dichas acciones posteriormente se declararon ilegales y, en un caso, inconstitucionales.